Las voces de aquel 24 de marzo de 1976

Por Aldo Duzdevich*

Los últimos días de Isabel Perón

Todavía hay poco escrito y analizado sobre el período de Isabel Perón. Para la academia el periodo de Isabel es equiparable a la dictadura que la sacó del poder. Para los peronistas en general es una figura incómoda por la mala prensa que se hizo de ella.  

Es preciso recordar que, en la Argentina previa al golpe, había una desocupación real del 3,3%, la participación de los trabajadores en el PBI era del 49,5%; la población bajo el nivel de pobreza era el 3,2% y la deuda externa estatal era de 4 mil millones de dólares y 3800 millones la privada. 

Pero, el de Isabel era un gobierno jaqueado por la violencia guerrillera, y por la violencia de las bandas de derecha digitadas por la inteligencia militar. Ese cuadro de violencia añadido a lo que hoy llamamos “la presión de los mercados” daba un contexto de extrema fragilidad democrática.

 Antonio Cafiero un dirigente respetado por todos expresó : “Isabel tuvo que soportar cinco años de prisión, de humillaciones y maltrato de sus carceleros. (…) Creo que se ha maltratado por demás la figura de Isabel Perón (…) Esta a la vista que cometió desaciertos, pero fue digna y siempre exigió que se respetara la investidura presidencial…no dió un paso atrás aun en los momentos de mayor zozobra, lo que habla de su temple. Ella debió soportar durante su mandato un ambiente torturante: asesinatos, muertes, huelgas, conatos y ultimátum militares, pujas entre los distintos grupos partidarios, defección de compañeros, prensa adicta al golpismo, sin olvidar la grave situación económica y social. Sin embargo, Isabel no se sustrajo de la pelea diaria, del seguimiento de los temas de gobierno (…) En muchas ocasiones no supo discernir el error en las opiniones de algunos mediocres que estaban a su lado que la llevaron a cierto grado de aislamiento.(…) Como dirigente del Partido Justicialista guardo por Isabel especial afecto y reconocimiento por los difíciles momentos que tuvo que afrontar…”

En sus últimos dos meses de gobierno, el único sostén eran las 62 Organizaciones de Lorenzo Miguel, el pequeño entorno de Isabel, algunos grupos sueltos de juventud. Balbín expresaba  “ si me piden soluciones, no las tengo”. La estrategia de la “fruta madura” había sido exitosa.

En el Movimiento Obrero coexistían dos posicionamientos uno de la CGT (Casildo Herreras) un poco mas alejado del gobierno y el segundo de las 62 Organizaciones (Lorenzo Miguel) que sostuvo a Isabel hasta el ultimo minuto. Casildo Herreras el día 23 de marzo desde Montevideo dijo su famosa frase “Yo me borre” .En cambio, Lorenzo Miguel fue detenido y pasó cuatro años preso.

Excluyendo a Montoneros y su periferia, los demás grupos juveniles peronistas como Guardia de Hierro, el FEN, la JP Lealtad y el Encuadramiento estaban apoyando con mayor o menor énfasis la continuidad de Isabel Perón.

La opinión publica y los diarios

En esos años no se hacían encuestas de opinión, pero tampoco era difícil percibir, que el ánimo de la población estaba muy lejos de resistir en las calles el golpe militar.

Las tapas de los diarios anunciaban la inminencia del golpe. El 23/3 La Opinión titulaba en tapa “Una Argentina inerme ante la matanza”, “Mañana se cumplen 90 días de la apelación de Videla”. La 6ª de La Razón en tapa “Es inminente el final”. “Todo esta dicho”. Crónica en tapa “Movimientos de tropas”. “Casildo Herreras en Uruguay: Me borre””

Mientras en el Congreso los legisladores vaciaban sus despachos y pedían anticipos de dieta. En Casa Rosada Lorenzo Miguel, Deolindo Bittel y Osvaldo Papaleo anunciaban “descorchen champán  hoy no hay golpe”.

Poco antes de la una de la madrugada del  24 de marzo, Isabel subía al helicóptero que iba a ser desviado al Aeroparque para detenerla en soledad. Medio centenar de personas la  vivaban en Plaza de Mayo.  Esa misma Plaza de Mayo en la cual, apenas tres años antes, muchos miles de gargantas gritaban a los militares “se van, se van y nunca volverán” .

El verdadero objetivo de la dictadura: el Plan Económico “libertario”

Si bien los militares “compraron” el golpe con la excusa de combatir la subversión, el verdadero objetivo de sus mandantes era instaurar el modelo económico liberal. En un exceso de sinceridad Walter Klein , el colaborador más próximo de Martínez de Hoz, declaró que el programa económico en vigor desde marzo de 1976 era “incompatible con cualquier sistema democrático y sólo aplicable si lo respalda un gobierno de facto”.

“Se abre, señores, un nuevo capítulo en la historia económica argentina. Hemos dado vuelta una hoja del intervencionismo estatizante y agobiante de la actividad económica para dar paso a la liberación de las fuerzas productivas.” Así iniciaba su discurso José Alfredo Martínez de Hoz el 2 de abril de 1976.

Luego enunciaría los doce puntos base de su política económica:Libertad de precios, liberación del  mercado cambiario, libertad del comercio exterior, derogación de retenciones al agro, libre importación de bienes, reforma financiera, aumento de tarifas y eliminación de subsidios…

Según el economista e historiadorMario Rapoport . “En una primera etapa, de 1976 a 1978, se implementó un plan de ajuste ortodoxo, con devaluación, liberación de precios, congelamiento de salarios, facilidades para las importaciones, cese de la promoción de exportaciones industriales.”

“Una segunda etapa comenzó en diciembre de 1978, con la aplicación de la “tablita cambiaria”, que consistía en devaluaciones programadas inferiores a la inflación. Estas apreciaron el peso, agravaron el cierre de las industrias nacionales, imposibilitadas de competir con los productos importados, e impulsaron una gran salida de divisas.  Esos déficit se cubrieron con ingresos de capitales y crearon la enorme deuda externa.”

Se autorizó la apertura de 1179 sucursales financieras y se cerraron 19.000 establecimientos industriales.

La deuda externa pasó de 7.800 millones de dólares en 1976 a 43.600 millones a fin de la dictadura en 1983. 

Cualquier semejanza con las propuestas de actuales, no son mera coincidencia, son las mismas recetas que los economistas liberales tienen desde siempre, y que, ni siquiera en dictadura han demostrado ser exitosas.

Que dijeron las “fuerzas vivas”

Los sectores dominantes hicieron público su firme apoyo al golpe militar a través de la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (APEGE) , conformada por el Consejo Empresario Argentino (CEA), la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y la mayoría de las cámaras patronales sectoriales.

El gobierno militar contó también con el apoyo de los gobiernos de EEUU y la URSS y del capital financiero internacional.

La Sociedad Rural declaraba: “un régimen demagógico y populista, llevaron al país casi al borde de su disolución, desgracia que pudo ser evitada debido a la intervención militar del 24 de marzo.” 

La  CARBAP  a través de Jorge Aguado  decía enun artículo (de abril del ’76) en la revista Extra : “Las fuerzas armadas argentinas han asumido su responsabilidad de tomar el poder para impedir la continuación de un gobierno que, por obra de su incapacidad e inmoralidad, venía sumiendo el país en una profunda crisis social, económica y política”.

La Federación Agraria Argentina FAA,  el 1º de abril de 1976 en su periódico La Tierra, señala: El largo y penoso proceso de debilitamiento de nuestras instituciones republicanas (…) tuvo su epílogo en la madrugada del 24 de marzo pasado, cuando un pronunciamiento militar determinó la caducidad de todas las autoridades constitucionales y su reemplazo por un triunvirato integrado por los comandantes generales de las Fuerzas Armadas.”

La UCR (Unión Cívica Radical) no acompañó públicamente al golpe, porque apostaban a ganar la presidencia en octubre del 76. Pero el 35% de las intendencias del país fueron ocupadas por dirigentes radicales. Igualmente no estuvieron solos, los partidos provinciales, el MID e incluso el PJ aportaron intendentes municipales.

Las tapas de los diarios

Clarín como si se tratase de un traspaso democrático tituló: “Nuevo Gobierno” “Calabró entregó la Gobernación”. No hay fotos de tanques, ni militares, solo un pequeño grupo de gente en plaza de mayo.

La Nación mas cercano a la verdad tituló : “Las Fuerzas Armadas asumen el poder; detúvose a la Presidente” e ilustran con una foto del helicóptero que lleva a Isabel detenida.

El  diario La Opinión tituló:  “Gobierna la Junta Militar” y en un recuadro “Hallaron armas en la UOM”.

Crónica, en tanto, decía: «Asumió la Junta: Isabel custodiada». Últimas Noticias«¡Cayó Isabel!».

El martes 30 Clarín tituló : “Juraron Videla y sus ocho ministros” “Hubo público en Plaza de Mayo” una foto muestra gente tras los vallados y dice que “unas dos mil personas se dieron cita para saludar a Videla”

El Partido Comunista y  el “carácter democrático y progresista del Presidente Videla”

En este aquelarre histórico que fué el Proceso donde todos los ojos estuvieron y están puestos en los espantos del terrorismo de estado y sus secuelas, a quedado borroneada la conducta del principal partido de la izquierda argentina, el Partido Comunista. Aunque algunos de sus miembros sufrieron las consecuencias de la represión, el PC durante toda la dictadura consideró que Videla era el dictador blando que se oponía la línea pinochetista del Ejercito, por lo tanto dar apoyo  a Videla, nos salvaba de la llegada de un Pinochet.

Recordemos que por el Comunicado 45 de la Junta Militar del 24 de marzo, se prohibieron las actividades de: el Partido Comunista Revolucionario (PCR), Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Partido Política Obrera (PO); Partido Obrero Trotskista, Partido Comunista Marxista Leninista. El único partido de izquierda no prohibido por la dictadura fue justamente el mas grande e importante, el Partido Comunista Argentino (PC).

El 25 de Marzo de 1976, el Comité Central  del PC  emitió una declaración a propósito del golpe del día anterior. En sus principales  párrafos se lee: “El Partido Comunista está convencido de que no ha sido el golpe del 24 el método más idóneo para resolver la profunda crisis política y económica, cultural y moral. Pero estamos ante una nueva realidad. (…) “Los actores de los sucesos del 24 expusieron en sus primeros documentos sus objetivos, que podríamos resumir de la siguiente manera: “Fidelidad a la democracia representativa con justicia social, revitalización de las instituciones constitucionales, reafirmación del papel de control del Estado sobre aquellas ramas de la economía que hacen al desarrollo y a la defensa nacional. El Partido Comunista, aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales, no podría estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su Programa, que se propone el desarrollo con independencia económica, la seguridad con capacidad nacional de decisión, soberanía y justicia social.” Para tomar cierta distancia aclaran que no comparten “todos” los objetivos de la Junta Militar. Muy llamativo es el primero, “fidelidad a la democracia representativa” de los que están dando un golpe…

Finalizan con una felicitacion: “El PC considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una solución «Pinochetista»

Un ribete más oscuro de la misma política fue el rechazo airado, en vena antiimperialista, a la intervención de agencias del gobierno de Carter u otras instancias internacionales en condena de los crímenes cometidos, y el impulsar el voto contrario de los países socialistas en foros internacionales en que se planteaba la cuestión de los derechos humanos en Argentina. “Reconociendo el innegable papel de la solidaridad internacional, negamos sinceridad y autoridad moral al imperialismo yanqui para defender los derechos humanos más allá de sus fronteras, violándolos fronteras adentro y en diversas partes del mundo. Es justo rechazar dicha injerencia, así sea so pretexto de defender derechos legítimos.” Dirían en una declaración sobre el tema. O sea, adherían a calificar de “campaña anti-argentina” las denuncias sobre violación a los DDHH en el exterior.

El 25 de Septiembre de 1976 el Comité Central del Partido Comunista Argentino emitió un elogioso comunicado sobre el discurso pronunciado por Videla en Tucumán a seis meses del golpe: “La opinión democrática de la inmensa mayoría del país, que rechaza el pinochetismo, apoyará decididamente aquellos enunciados programáticos formulados por el Presidente Videla en Tucumán, y que por su carácter democrático y progresista pueden contribuir a la construcción, entre todos, de la Argentina que queremos” 

Para el PST el gobierno de Isabel, no debía durar ni un minuto más

Los documentos del Partido Socialista de los Trabajadores emitidos previo al 24 de marzo de 1976, muestran – no un apoyo al golpe – pero si : “la inconveniencia de que (el gobierno peronista) continúe un solo minuto más”.  Y después del 24/03: “la destitución del peronismo fue un hecho que los militares cumplieron a su manera” .

Esta frase “la destitución del peronismo fue un hecho que los militares cumplieron a su manera,” se acerca bastante a la frase que utilizó en Partido Comunista (PC): “El Partido Comunista está convencido de que no ha sido el golpe del 24 el método más idóneo para resolver la profunda crisis política y económica, cultural y moral. ”

 En la revista semi-legal del PST: Cambio, Nº 1, del 15 de mayo de 1976, una nota analiza el golpe militar bajo el titulo : “Historias breves. La caída del gobierno peronista”. Aquí algunos párrafos de dicha nota:

“Más allá de las razones principistas que llevan a toda opinión sanamente democrática a oponerse a los golpes de estado o del juicio concreto que puedan merecer las medidas del actual gobierno, la destitución del peronismo fue un hecho que los militares cumplieron a su manera, después que la marea popular no alcanzó a hacerlo por la defección de sus dirigentes.”

“¿Cayó el gobierno peronista sólo por el empecinamiento de Isabel Perón, por su negativa a renunciar a tiempo? Porque la alternativa era esa: para no ser destituido debía renunciar.”

“Pero la impaciencia y la indignación popular,(…) siguió manifestándose en forma creciente en una tensión social insufrible y en conflictos que se interiorizaban, a falta de otro canal, dentro de las empresas. En este marco, aguardar otros nueve meses de pesadilla y crisis hasta unas elecciones azarosas resultó imposible.” “Todo un pueblo clamaba contra el gobierno, que terminó sólo sostenido por una fracción de la cúpula sindical, cuyos llamados no escuchó nadie, y por un sector de la ultraizquierda.”

Vean el detalle que hacen mención al “actual gobierno” o sea no lo califican como dictadura, sino que copian a Clarín llamando a la junta militar : “nuevo gobierno”.

“Descartamos la caracterización de fascista” decía el Partido Obrero

Un año después del golpe, el 1º de marzo de 1977,  se publica “Documento de la Conferencia Nacional de PO, como Cuadernos de Estudios Sociales Nº 1”.

El Partido Obrero, en ese documento  (un año después del golpe) afirmaba : “Descartamos la caracterización de fascista del gobierno militar (…) el gobierno militar  es un gobierno burgués contrarrevolucionario de tipo semi-bonapartista”  .

Hemos señalado en otros documentos que el gobierno militar es un gobierno burgués contrarrevolucionario de tipo semi-bonapartista (…) Descartamos la caracterización de fascista debido a que el gobierno no cuenta con el apoyo de un movimiento contrarrevolu­cionario pequeño burgués y a que tampoco constituye la dictadura militar de un solo partido..”

Aclaremos que según la concepción marxista, los gobiernos de Perón fueron “bonapartistas”, entonces, una dictadura “semi-bonapartista” no parecería ser tan negativa.

El PO  también se ocupaba de criticar la posición del PC y PST : “Es así que el PST y el PC sostienen que estaríamos ante un gobierno, si no redondamente democrático, al menos ambiguo, indefinido, y de ninguna manera contrarrevolucionario.”

Lo llamativo es que a un año del proceso militar, en el documento del PO no hay ninguna mención a desaparecidos, centros clandestinos, o terrorismo de estado. El único breve párrafo sobre la represión es el siguiente : “La desorganización del movimiento obrero es muy grande y la represión sigue golpeando duramente a los activistas y a los elementos descontentos de la pequeña burguesía.”

La guerrilla esperaba y deseaba el golpe militar

Tanto el ERP como Montoneros, de 1974 a 1975 habían progresado en sus aparatos militares, pero habían perdido el apoyo político, porque, una cosa era el uso de la violencia contra la dictadura de Lanusse, y otra muy distinta usarla contra los gobiernos populares de Cámpora, Perón e Isabel, lo que ellos denominaban “farsa democrática”.

Entonces, aunque no lo proclamaban, estaban esperando el desenlace de un golpe, en la creencia que el pueblo se iba a sumar masivamente al enfrentamiento contra los militares. Era su visión binaria de la política, de un lado los militares, del otro el pueblo, conducido a la guerra civil por las vanguardias revolucionarias. Como ya sabemos nada de eso sucedió. La guerrilla quedó mas aislada políticamente y fue destruida por el terrorismo de estado.

Pero, el 24 de marzo de 1976 Mario Roberto Santucho estaba exultante y escribió una proclama de alto contenido emocional, pero carente análisis serio de la realidad.  Y como dicen Tarcus y Cernadas dos historiadores de izquierda  “un análisis realista y crítico (…) hubiese permitido resguardar físicamente y armar políticamente a las propias fuerzas” . Pero las organizaciones guerrilleras actuaron en dirección opuesta, y en lugar de resguardar física y políticamente a sus militantes, los convocaron a una guerra civil que nunca existió.

El Ejercito Revolucionario del Pueblo PRT-ERP : “Argentinos a las armas !!”

Con ese titulo el jefe del ERP Roby Santucho escribe el editorial de El Combatiente, con fecha 31 de marzo de 1976:

“La usurpación del gobierno por los militares y el recrudecimiento de la represión antipopular que caracteriza a la nueva Dictadura coloca a todo nuestro pueblo frente a un desafío histórico, en una nueva etapa de la lucha revolucionaria ya iniciada, a las puertas de una época histórica y gloriosa por la que ya marcha erguida y determinada su vanguardia guerrillera.”

“El fracaso final del peronismo y el golpe militar reaccionario, imponen al pueblo argentino la histórica responsabilidad de rebelarse masivamente, tomar en sus manos los destinos de la

patria, afrontar con heroísmo los sacrificios necesarios y librar con nuestra poderosa clase obrera como columna vertebral, la victoriosa guerra revolucionaria de nuestra Segunda y definitiva Independencia.

“Y esa histórica responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros será dignamente cumplida por nuestro pueblo, por nuestro Partido, por nuestro Ejército Guerrillero y todas las fuerzas revolucionarias progresistas y patrióticas…”

Tres meses después de esta proclama, cuando se disponía a salir del país, Santucho muere resistiendo su detención. Y, en los meses siguientes, centenares de jóvenes militantes del ERP van a caer en manos de la represión ilegal y hoy integran las listas de detenidos-desaparecidos.

 Según Montoneros “las Fuerzas Armadas derrocaron a Isabel y sus payasos.”

Dice el Evita Montonera N.º 12 :  “En la madrugada del 24 de marzo las Fuerzas Armadas derrocaron a Isabel y sus payasos. El desenlace del Isabel de todas maneras, ya lo habíamos previsto hace tiempo…”

 “Los comandantes dan el golpe porque el gobierno era superado por la movilización popular y el enfrentamiento armado, especialmente al iniciarse la Tercera Campaña Militar de Montoneros.”

“Con este golpe termina una etapa y otra nueva se inicia. El justicialismo de la integración al sistema de la conciliación de clases, de la traición a los intereses del pueblo ha terminado.”

“Cuando el Frente de Liberación Nacional deje sin apoyo alguno al ejército cipayo, y hayamos avanzado en la edificación del Ejército Montonero y sus Milicias, el enfrentamiento generalizado va a destruir esta carta de dependencia.”

Evidentemente, Firmenich y la conducción de Montoneros, estaba midiendo muy mal la correlación de fuerzas, y su grave error político los precipitaba a una tragedia que nadie imaginaba.

En Abril de 1977, Firmenich declaraba ante Gabriel García Márquez:   “A fin de octubre de 1975, cuando todavía estaba en el gobierno Isabel Perón, ya sabíamos que se daría el golpe dentro del año. No hicimos nada para impedirlo porque, en definitiva, también el golpe formaba parte de la lucha interna en el movimiento peronista. Hicimos en cambio nuestros cálculos  de guerra, y nos preparamos a soportar, en el primer año, un número de bajas humanas no inferiores a 1.500 unidades. Nuestra previsión era ésta: si logramos no superar este nivel de pérdidas, podíamos tener la seguridad de que tarde o temprano venceríamos.”- GM: “¿Qué sucedió?”-MF:  “Sucedió que nuestras pérdidas han sido inferiores a lo previsto. En cambio, en el mismo período, la dictadura se ha desinflado, no tiene más vía de salida, mientras que nosotros gozamos de gran prestigio entre las masas y somos en la Argentina la opción política más segura para el futuro inmediato.”

El diagnostico de la situación de Firmenich era absolutamente errado. La guerrilla no tenía ningún consenso social y  al 1º de abril de 1977, ya había 5200 desaparecidos . La gran mayoría de ellos  militantes vinculados a la organización Montoneros. Y, para fin de ese año 77 ,  los simpatizantes montoneros  que habían quedado en el país, habían sido prácticamente aniquilados.

El Partido Comunista Revolucionario (PCR)  en defensa de Isabel

En esta manía simplificadora de la historia, el PCR ha sido feroz blanco de muchas criticas por su apoyo al gobierno de Isabel Perón. Pero no hay que dejar de mencionar que sus cuadros estuvieron entre las primeras victimas de la Triple A. Rene Salamanca fue secuestrado y desaparecido el mismo 24 de marzo.

El encono tan fuerte con sus antiguos camaradas del PC los llevó a caracterizar al golpe de 1976 como golpe pro-ruso y pro-yanky. Y aunque lo de pro-ruso suene disparatado, cuando analizamos el fuerte apoyo a Videla que dio el Partido Comunista, y el apoyo internacional que recibió la dictadura, por parte de la Unión Soviética, la caracterización deja de sonar tan irracional.

Ya en noviembre de 1974 el PCR advierte que luego de la muerte de Perón se desataron las fuerzas golpistas.

“Es evidente para todos que utilizando la oleada terrorista se ha ido creando un caldeado clima golpista. Hace apenas año y medio se acabó con una dictadura militar que durante siete años escribió algunas de las páginas más negras de la historia argentina. Y ya se habla, de nuevo, de otro posible gobierno militar.”

En el órgano oficial del PCR la revista Nueva Hora,  del día 9 de marzo de 1976 puede leerse un titular grande “Armas para el pueblo”. “No a otro 55”.

En la revista que salió el 23 de marzo, un día antes del golpe dicen: “Frente a la crisis. Todos contra el golpe imperialista” “Coordinar desde las fábricas la acción popular. Toda medida de lucha debe contribuir a la acción ofensiva y combativa de los trabajadores, al levantamiento popular antigolpista y liberador. Cárcel para los conspiradores y libertad a los patriotas antigolpistas presos. En defensa de las conquistas amenazadas y en el camino de la lucha por la liberación definitiva, junto al pueblo peronista y patriotas argentinos defender al gobierno de Isabel Perón.”

“Contra el golpe prorruso y proyanqui. Otro 55 no Pasará.”

Lamentablemente salvo los militantes del PCR pocos argentinos se enteraron de esta convocatoria a defender el gobierno de Isabel Perón.

El Frente de Izquierda Popular contra el golpe

El 26 de agosto de 1975 en una columna – en el quincenario  Izquierda Popular-  Jorge Abelardo Ramos plantea claramente que hay que sostener al gobierno hasta la elección de 1977 . Dice Ramos: “Con la bomba homicida, con la intriga de palacio o con la campaña de prensa amarilla, se pretende derribar con Isabel al movimiento nacional, para regresar a un nuevo 55.”

“Aprovechando las debilidades, las secuelas de la banda de López Rega, y el abandono del programa económico de Perón, otras bandas aliadas a los intereses anti-nacionales, a la vieja Unión Democrática, y al radicalismo moribundo,  aspiran a impedir la conclusión del mandato surgido por voluntad popular en 1973.”

En los días previos al golpe,  Izquierda Popular del 22 de marzo de 1976, bajo el titulo “Hay que preparar la contraofensiva” dice: “Ante la escalada de rumores golpistas la Junta Nacional del FIP emite la siguiente declaración: En las últimas horas se ha reavivado la ofensiva golpista que impulsan las fuerzas de la vieja Argentina. El Frente de Izquierda Popular declara que, cualquier aventura militar estará dirigida no solo contra el actual gobierno, sino contra la posibilidad de que el pueblo pueda decidir libremente su destino en las elecciones convocadas para dentro de ocho meses. Están en peligro la soberanía popular, las conquistas sociales, la vida misma de la clase trabajadora y las grandes mayorías.”

“La historia juzgará a los partidos, las instituciones y los hombres que han contribuido a fomentar la conspiración y aquellos que se sumen a esta quiebra del proceso democrático. (…) El FIP llama al movimiento obrero a oponerse al golpe de estado con la huelga general y las acción unida de la clase trabajadora.”

La posición del FIP frente al golpe es muy clara. Lamentablemente al igual de el PCR que llamaba a la movilización para enfrentar el golpe, el FIP carecía de fuerzas suficientes siquiera para intentarlo.

Pero además la sociedad, incluida la clase trabajadora, ya había bajado los brazos ante tanta agitación conspirativa y no existía voluntad para movilizarse en defensa del gobierno.

Los militares dieron el golpe con el beneplácito de las clase alta y media y con la resignación silenciosa de la clase trabajadora.

*Autor de La Lealtad- Los montoneros que se quedaron con Perón y Salvados por Francisco

1ro de mayo de 1974. Perón entre la unidad nacional y el sectarismo negativo

Por Aldo Duzdevich*

El 1º de Mayo de 1974 por la mañana, centenares de colectivos procedentes de todo el interior del país fletados con dinero de la organización Montoneros llegaban a su punto de encuentro, la Facultad de Derecho.  En esos momentos, el Presidente Juan Domingo Perón inauguraba las sesiones del Congreso Nacional. En su discurso trazaba  las bases del Modelo Argentino que presentó “a consideración de todos los argentinos de buena voluntad”.  La militancia de JP-Montoneros no le interesaba escuchar a Perón, venían con una sola consigna: cuestionar al gobierno del cual eran parte.

 

El Perón de 1973 no era el del 55. Dejaba atrás dieciocho años de exilio, de humillaciones y persecuciones sufridas y  volvía en la inteligencia de cerrar la grieta del peronismo-anti peronismo .  Convocó a sus viejos adversarios: Balbin, Frondizi, Solano Lima. Reconstruyó lazos, y propuso debatir un conjunto de ideas sobre las que una mayoría de argentinos pudiese coincidir. A eso le llamó:  Modelo Argentino .

 

 “Nuestra Argentina necesita un PROYECTO NACIONAL, perteneciente al país en su totalidad. Estoy persuadido de que, si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si entonces comparáramos nuestro pensamiento, obtendríamos un gran espacio de coincidencia nacional. (…)  Como Presidente de los argentinos propondré un MODELO a la consideración del país, humilde trabajo, fruto de tres décadas de experiencia en el pensamiento y en la acción. Si de allí surgen propuestas que motiven coincidencia, su misión estará más que cumplida.” Expresó.

 

“El mundo nos ha ofrecido dos posibilidades extremas: el capitalismo y el comunismo. Interpreto que ambas carecen de los valores sustanciales que permiten concebirlas como únicas alternativas histórico-políticas. Paralelamente, la concepción cristiana presenta otra posibilidad, pero sin una versión política, suficiente para el ejercicio efectivo del gobierno. (…) Alguna vez prediqué la armonía como categoría fundamental de la existencia humana; sigo creyendo en ella como condición inalienable para la configuración de la Argentina que todos anhelamos. Esa básica consonancia excluye la violencia e implica comprender que el único camino para la construcción fértil es partir de ideas, valores y principios, cuya práctica concreta no cercene el cauce de la paz.”

 

“Esto no distorsiona en absoluto la vocación de cambio del Justicialismo, concretado en este Modelo Argentino; ya he afirmado que la doctrina es revolucionaria en su concepción, pero pacífica en su realización.”(…) Surge, también, una experiencia importante para nuestros países: hay sectores internos cuyos objetivos coinciden con los de los imperialismos. Obviamente, la capacidad de decisión de estos sectores debe ser debilitada o anulada.”

 

Perón retomaba los viejos conceptos de justicia social, desarrollo industrial independiente, e incorporaba los nuevos desafíos de los cuales  nadie hablaba hace 47 años: la ecología y las nuevas tecnologías.

 

“Creo que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, (…) y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional.”(…)

 

“La sociedad que anhelamos para el futuro debe comprender que el problema científico tecnológico está en el corazón de la conquista de la liberación. Sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace imposible.” (…) En los centros de más alta tecnología se anuncia, entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casas harán sus compras desde sus hogares por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos.”

 

Esta frase parece hoy una obviedad. Pero recién 20 años después  (en 1995), tuvimos internet en Argentina. Y, en 2003, las amas de casa hicieron sus compras por medios digitales. En estas cosas pensaba Peron 50 años atrás; mientras muchos jóvenes creíamos que era un anciano, detenido en el tiempo de sus glorias pasadas.

 

Mientras Peron hablaba en el Congreso,  en los colectivos fletados por la organización Montoneros. aparte de sus militantes ya decididos a gritarle su bronca, venían cientos de simples simpatizantes peronistas motivados por ver y escuchar a su líder. Solo los gremios y la JP-Montoneros tenían organización y recursos para movilizar gente desde todo el país.

 

Sobre ese 1º de Mayo,  quedo plantado el paradigma : “Perón nos echo de la Plaza”. Pero, los sucesos de  la plaza, no fueron una sorpresa, fue el desenlace de una historia previa. En la historia, un error común, es quedarse en la imagen de un hecho, y  desconocer el antes y el después de un acontecimiento.

 

Comencemos por recordar que Perón había propiciado que los jóvenes de la “Tendencia Revolucionaria” mayoritariamente referenciados con FAR y Montoneros tengan su cuota de poder en el nuevo gobierno.  Los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta, San Luis, Santa Cruz y Formosa eran hombres con distintos niveles de acuerdos con la Tendencia; el Ministerio  del Interior,  el Ministerio  de Educación , y las universidades nacionales estaban en manos del mismo sector.

 

Pero, el proyecto de la cúpula de FAR y Montoneros nunca terminó de coincidir con el que Peron había concebido para esa etapa.  En noviembre del 73 Firmenich expresó ante sus cuadros medios  que:  “La ideología de Peron es contradictoria con nuestra ideología porque nosotros somos socialistas (…)para nosotros la Comunidad Organizada, la alianza de clases es un proceso de transición al socialismo”.(…)La contradicción con Perón es insalvable. La solución ideal sería que Perón optara por admitir que la historia va más allá de su proyecto ideológico y que nosotros somos los hijos objetivos del Movimiento Justicialista; y que  resignara su proyecto ideológico, adecuándose a esa realidad. Perón sabe que nuestra posición ideológica no es la misma que la de él, y de ahí que tiene una contradicción que vaya a saber como la resolverá.”

 

Aunque eran parte del gobierno constitucional, Montoneros nunca abandonó su accionar armado; solo que sus enemigos dejaron de ser los militares, y pasaron a ser los otros sectores del peronismo, en especial la dirigencia sindical.

 

El 25 de septiembre,  dos días después que Perón ganara su tercera presidencia por el 62% de los votos, Montoneros asesinó al secretario general de la CGT José Ignacio Rucci.  Según  Juan Gelman:  “Lo de Rucci se hizo en la concepción de tirarle un cadáver a Perón sobre la mesa para que equilibrase su juego político entre la derecha y la izquierda.” A partir de ese momento, la relación de Montoneros con Perón, tomo un tinte cuasi mafioso. Porque, tirar un cadáver para sentarse a negociar, es una practica común de la mafia. Sin embargo, Perón los siguió recibiendo en publico y en privado.

 

En enero del 74, el gobierno mando al Congreso un proyecto de modificación del Código Penal. Se intentaba frenar a la guerrilla del ERP, que,  aprovechando la derogación  de las leyes represivas , de julio a diciembre de 1973, habían realizado 185 atentados, en promedio uno por día. Los diputados que respondían a Montoneros se opusieron a los cambios. Perón los recibió,  los escucho pacientemente y les explico la necesidad de las reformas. Por orden de Firmenich  ocho diputados renunciaron a sus bancas.

 

Durante el mes de febrero se sucedieron una serie de reuniones de Perón con los distintos grupos de JP en las cuales participaron los Montoneros. El 26 de abril, Perón, los recibió  nuevamente. Alberto Molinas, de Montoneros, habló sobre el acto del 1º, advirtiéndole que: “a la Plaza de Mayo van a concurrir todas nuestras organizaciones, que  se van a expresar en sus canciones y estribillos”. Luego, criticó largamente a la “burocracia sindical”, y otros sectores, y pasó un listado de reclamos al gobierno. Finalizó diciendo, que iban a ir a la Plaza en función de la promesa que Perón había hecho el 12 de Octubre: “cada 1ª de Mayo voy a presentarme en la Plaza de Mayo,  para preguntarle al pueblo si esta conforme con el gobierno que realizamos”. El  30 de abril, Montoneros publicó una solicitada convocando a la Plaza de Mayo, con el listado de exigencias al gobierno peronista. 

 

Mucho antes que Perón pronunciara la palabra “imberbes”, Montoneros ya tenia decidido ir a la Plaza  a cuestionar su gobierno. Esa concepción incluía la idea de confrontarlo y vaciar el acto. No existió esa situación inesperada y sorpresiva, que describen algunos, en la que un Perón ofuscado echó  a los jóvenes de la Plaza.

Montoneros invirtió importantes recursos para movilizar asistentes desde todo el país. Grandes columnas de colectivos confluyeron en Acceso Norte desde la mañana y fueron a concentrar en la facultad de Derecho en la Avenida Figueroa Alcorta, desde donde marcharon  las columnas.

El acto tenía características de fiesta, con artistas populares. La JP-Montoneros gritaba tapando a los cantantes “No queremos carnaval/Asamblea popular”. Cuando llegó el momento de la coronación de la reina del trabajo, fue Isabel la encargada de coronarla. Las columnas la abuchearon y corearon: “No rompan más las bolas/Evita hay una sola”

Ante cada mención de algo que tuviera que ver con los gremios, estallaba la consigna: “Se va acabar/se va acabar la burocracia sindical” y “Rucci, traidor, saludos a Vandor”.  Se estaba cumpliendo la advertencia que Alberto Molina en nombre de Montoneros le había hecho a Perón: “la gente se va a expresar con sus canciones y estribillos”.

La consigna predominante de Montoneros era: “Qué pasa/qué pasa General/esté lleno de gorilas/el gobierno popular”. Cuando Perón salió al balcón, pidió silencio con las manos, y arrancó con su discurso. Dijo: “Compañeros”, una, dos, tres veces… Pero lo seguían interrumpiendo con  el “qué pasa general”. En medio de ese cántico que no lo dejaba hablar, soltó su primera frase: “Hoy hace diecinueve años que en este mismo balcón y en un día luminoso como este, hable por ultima vez a los trabajadores argentinos…”, los bombos y el “qué pasa general” impedían escucharlo. Dijo una frase más, que no llegó a ser escuchada por nadie en la Plaza y, ya enojado, soltó: “pese a esos estúpidos que gritan….”.

A partir de allí, la plaza se convirtió en una batahola de empujones, palos y trompadas entre las columnas sindicales y las de Montoneros, que producida la provocación iniciaban la retirada de la plaza. Fuera del “corralito” de sogas de la columna de JP-Montoneros la mayoría de los asistentes se quedo hasta terminar el acto. Entre ellos el padre Carlos Mugica y don Arturo Jauretche. Bajo las columnas del Cabildo con el grupo de la JP La Plata encabezado por Carlos Negri, también se quedo apoyando a Perón en la plaza, el entonces joven militante Néstor Kirchner.

Esa noche en la Facultad de Derecho donde se concentraban los militantes llegados del interior, se pudo escuchar de boca de  algunos lideres montoneros, una frase medio en serio, medio en broma: “esta noche la conducción de Montoneros, saca un comunicado expulsando a Perón del Movimiento”.

Era lo que en realidad pensaba la cúpula de la organización. Que el pueblo había abandonado a Perón y al peronismo, para “adoptar la identidad política superadora del Peronismo que es la identidad Montonera”.  Así lo manifestaron en un documento publicado en el Evita Montonera de octubre del 76 (ya en medio de la debacle producida por la represión) : “El primero de mayo de 1974, en la Plaza de Mayo, coreando el nombre de Montoneros, la mayoría del pueblo allí presente se retiró enfrentando la política errada del Gral. Perón. Allí en ese hecho, se manifestó la frustración y el agotamiento del peronismo y el nacimiento de su identidad transformadora.”

La verdad era otra. A partir de ese 1º de Mayo de 1974, fue el pueblo peronista el que se alejo cada vez mas de los Montoneros, que luego de pasar a la clandestinidad en septiembre del 74, se convirtieron en un aparato armado, con mucho dinero, muchas armas, pero huérfanos de acompañamiento popular.

Lamentablemente muchos no escuchamos a Perón esa mañana. Su mensaje,  su legado del Modelo Argentino conserva hoy absoluta actualidad. En medio de la crispación actual, 48 años después, sigue marcando un camino: la necesidad de tender puentes  de diálogo y convivencia.

Aquel anciano líder hablando frente a sus viejos adversarios aquella mañana del 1º de Mayo  decía:  “Es un verdadero milagro el que podamos ahora dialogar y discrepar entre nosotros, pensar de diferente manera y estimar como válidas distintas soluciones, habiendo llegado a la conclusión de que por encima de los desencuentros, nos pertenece por igual la suerte de la Patria, en la que está contenida la suerte de cada uno de nosotros, en su presente y porvenir.”

*Autor de La Lealtad – Los montoneros que se quedaron con Perón y Salvados por Francisco

Ha muerto el skald de los peronistas

Por Julio Fernández Baraibar*

Ha muerto Alfredo Carlino. La noticia me llega como una trompada, una trompada esperada y para la que uno tensó los abdominales. Pero la trompada me dobla igual, me quita el resuello.

Ha muerto Alfredo Carlino. Busco a Alfredo Gobbi, el Violín Sentimental del Tango, un nombre, una orquesta y una época a la que Carlino estaba irremediablemente atado. Y escuchando Racing Club me pongo a pensar en Carlino, en el petizo Carlino, en el duende de la noche peronista, en ese gnomo encantado de pueblo argentino, de Perón, de Evita, de 17 de Octubre, de Gatica, de los mitos de la Resistencia, de los caños, del Retorno.

-¡Pero, querido!, me vuelve a sonar en el oído mudo de la memoria la voz carraspienta de Alfredo, con su disnea y su inolvidable, excepcional, única, imbatible e insuperable energía de vivir, de pelear, de discutir, de imponerse sobre el olvido gorila, sobre los fusilamientos, sobre los crímenes de la oligarquía. ¡Querido!, me vuelve a gritar en el oído mudo, son todos gorilas, eso es lo que pasa, ¡querido!

Alfredo fue lo más parecido a un antiguo skald vikingo que pudo haber dado nuestra epopeya argentina. Cantaba con voz gruesa y metáforas transparentes a las sagas populares, a los héroes anónimos de la mersa, a las victorias de su tribu y lloraba por las derrotas, por los muertos en combate, por la desmemoria y el silencio.

El viejo boxeador, el vendedor de libros de psicología, el enamorado de todas las psicólogas -lacanianas o no- de Buenos Aires, fue uno de los últimos argentinos vivos que podía dar testimonio personal de esa tarde única, con el solcito de octubre, en la Plaza de Mayo.

-¡Yo estuve en la Plaza, querido!, decía Alfredo y setenta años de historia pasaban por su relato alborotado, a pura fuerza de un corazon que empujó torrentes de sangre, cataratas de alegría, agitadas tropillas de palabras exaltadas, apasionadas, calientes y turbias, como las multitudes que habitaban su memoria.

-¡Yo lo conocí, querido!, decía Alfredo cuando surgía el nombre de algún viejo peronista, de algún antiguo dirigente gremial, para elogiarlo o para putearlo. Y de nuevo aparecían los años de la lucha resistente, de la proscripción, de fugaces reuniones en olvidados cafés, de encuentros murmurados, sin nombres propios, en sindicatos o en casas de familia convertidas en unidad básica.

Alfredo Carlino fue nuestro poeta, lo quisimos y lo admiramos como nuestro poeta, el hombre destinado por los dioses a contar la saga de nuestra realización como pueblo y como nación. Ocupaba con honor y dignidad ese lugar y sabía que su tarea era para que nada de esto, nada de nuestra epopeya cayese en el olvido.

La ceguera social de Jorge Luis Borges le impidió conocer al gran skald del siglo XX que gestó nuestra ciudad de Buenos Aires, tan ajena, a veces. Este enorme hijo de Buenos Aires, este porteño empedernido, heredero directo de José Hernández, llenó con su palabra, con su irresistible empuje, con su humanidad desbordante, los momentos de gloria y de dolor de la militancia peronista. Su poesía será para siempre el testimonio de varias generaciones argentinas que dedicaron su vida, su inteligencia y su voluntad a la construcción de un país independiente, justo y soberano. Y se las aguantó hasta el día siguiente de que todos saliéramos a la calle a gritarle a estos cajetillas que este pueblo no se olvida de quienes son y lo que hicieron.

Nuestro bardo se ha ido. Todos los atorrantes, todos los trasnochados y todos los madrugadores, todos los insomnes, las putas y las fabriqueras, las muchachas del servicio doméstico, los obreros de la UOM y de la curtiembre, los cartoneros y recicladores, los monotributistas a la fuerza y los pibes que la pucherean como pueden, todos nosotros, en suma, vamos a brindar por vos Alfredo, esta noche.

Que la tristeza no empañe el honor y la alegría de haberte tenido con nosotros, de haber oído tu voz inolvidable, y repetir como si estuvieras delante y haciéndote un poco de burla:

-¡Querido!

Buenos Aires, 25 de marzo de 2018

A 7 años del fallecimiento del Compañero Alfredo Carlino, poeta, exboxeador, periodista, docente y militante peronista.

*Escritor, guionista, documentalista y político.

Homenaje a Roberto Repetto

En la noche del 22 de Marzo de 1978 fue sustraído por la fuerza de su casa en el barrio de Caballito de la Ciudad de Buenos Aires por un grupo de tareas, transformándose desde ese día en uno más de los 30.000 desaparecidos por el terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar que gobernó en nuestro país desde 1976 a 1983.

Roberto era dirigente de nuestra querida Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), representante de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales y miembro de la Juventud Peronista.

Este 22 de Marzo se cumplieron 44 años de la desaparición física de nuestro compañero y la Agrupación Peronista Blanca (UPCN) junto a la Comisión de Trabajo para la recuperación de nuestra identidad y las autoridades comunales del Partido Justicialista de la Ciudad homenajearon su memoria y reafirmaron el compromiso de los trabajadores y trabajadoras y sus organizaciones sindicales en la construcción de la comunidad nacional, justa, libre y soberana que nos enseñará nuestro conductor, el General Juan Domingo Perón.

La dictadura militar, continuadora del golpe de 1955, tuvo como objetivo desarticular la memoria popular de nuestro pueblo y destruir las organizaciones sindicales representativas de los intereses de los trabajadores y los sectores populares.

Miles de dirigentes y trabajadores fueron encarcelados, torturados, asesinados, desaparecidos y eliminados por el terrorismo de Estado, hoy volvemos a demostrar que no pudieron con la voluntad y la memoria de nuestro pueblo que sigue reclamando justicia social, verdad, soberania e independencia.

Gracias a todos los organizadores y a los familiares y amigos de víctimas del terrorismo de Estado que nos acompañaron en la actividad.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑