LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DE TRANSPORTE DECIMOS

ANSV – CNRT – JST – ORSNA

¿A QUIÉN LE INTERESA QUE DESAPAREZCAN LOS CONTROLES O QUE NO SE INVESTIGUEN LOS SINIESTROS?

El control de las empresas de servicios públicos es siempre una función esencial del Estado.

En un proyecto de País en el que se decidió desregular los servicios públicos, esa función resulta radicalmente imprescindible, si como ciudadanos queremos que dichos servicios estén al alcance de toda la sociedad y que además su prestación sea segura y confiable.

No nos estamos refiriendo a la desregulación, experiencia por la que los Argentinos de Bien ya tuvimos la oportunidad de transitar no hace tanto tiempo, sino a sus resultados y a los errores cometidos, los que no tuvieron vinculación con la falta de control.

No queremos ni imaginarnos en esta ocasión, que pasará, si además de la feroz desregulación que el gobierno habilitó para algunos servicios, los mismos sean realizados sin el adecuado control técnico especializado que se ha venido ejecutando a través de los distintos Organismos de Control.

Si faltara ese control, como se va asegurar que las empresas cumplan con la normativa que hace a la calidad y a la regularidad del servicio; de que forma el Estado va a resguardar la protección de los derechos de los usuarios; cómo se va a controlar que todos los ciudadanos del país tengan acceso a los servicios y que sus derechos sean difundidos y respetados; quién va controlar la difusión que se brinde a los usuarios sobre estos servicios y los derechos que les asiste y fundamentalmente; quién va a velar por la seguridad en su prestación.

El Estado puede servirse del sector privado para la ejecución de los servicios públicos, pero no puede nunca deslindar su responsabilidad de supervisar y controlar la prestación de los mismos, debiendo siempre garantizar la calidad y el cumplimiento de sus estándares; el poder de policía del Estado en esta materia es Indelegable.

REALMENTE, ¿A QUIÉN LE INTERESA QUE DESAPAREZCAN LOS CONTROLES O QUE NO SE INVESTIGUEN LOS SINIESTROS?

Por otra parte, no es cierto que en materia de control del transporte existan Organismos Descentralizados que tengan duplicidad de funciones, pensar en ello, es no conocer las competencias atribuidas a los mismos. Cada uno de los Organismos Descentralizados vinculados al transporte tiene una competencia técnica y específica.

En efecto la Agencia Nacional de Seguridad Vial -ANSV- controla y fiscaliza el tránsito de particulares, certificación de centros de emisión de licencia de conducir y capacitación de su personal, administración y cómputo de infracciones en rutas nacionales, administración del sistema nacional de antecedentes viales, observatorio vial que investiga y analiza el entramado vial para contribuir a la toma de decisiones en pos de mejorar la seguridad vial, campañas y formación vial para una movilidad segura, entre otras.

Por su parte la Comisión Nacional de Regulación del Transporte -CNRT-, fiscaliza los servicios de transporte efectuado por los operadores de pasajeros y cargas por automotor y ferroviario de jurisdicción nacional, ejerciendo el poder de policía en materia de transporte automotor sujeto a su control; auditando al servicio ferroviario, emitiendo informes de su gestión y aplicando las sanciones contractuales a las concesionarias, de manera de resguardar la seguridad y la calidad de esos servicios.

La Junta de Seguridad en el Transporte -JST- interviene e investiga en ocasión de producirse un siniestro en el transporte, ya sea vial, ferroviaria, naval o aérea, para determinar las causales del mismo y emitir opiniones técnicas pertinentes, detectando las fallas de los sistemas a efectos de mejorar y evitar los mismos, con la finalidad de garantizar la seguridad de todo el transporte.

Finalmente el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos -ORSNA- se encarga de controlar y fiscalizar la infraestructura y los servicios de los aeropuertos que integran el Sistema Nacional de Aeropuertos. Sus funciones incluyen la supervisión de la infraestructura, la regulación de servicios y actividades comerciales e industriales, la supervisión de concesionarios y administradores aeroportuarios, y la garantía de una operación segura y eficiente.

Este sistema integral e integrado de control e investigación, es la herramienta adecuada para dar efectivo cumplimiento a los preceptos constitucionales enfocados en la protección de los derechos de los usuarios y consumidores, garantizando la seguridad, la salud y sus intereses económicos.

El sistema actual de control reduce claramente los riesgos, mejora la toma de decisiones, aumenta la eficiencia operativa y optimiza el uso de los recursos, contribuyendo ello a la seguridad, a la confiabilidad de la información, el cumplimiento normativo y la confianza por parte de los usuarios.

Frente a la actual política de desregulación de la gestión de los servicios públicos, es cuando más se necesitan a los Organismos de control.

ENTONCES, ¿A QUIÉN LE INTERESA QUE DESAPAREZCAN LOS CONTROLES O QUE NO SE INVESTIGUEN LOS SINIESTROS?

Estos organismos además de controlar producen en forma periódica informes sobre la gestión de los servicios por parte de los operadores, que en muchos casos, nutren a los Organismos de Control Interno y Externo de la Administración Pública Nacional sobre la gestión del transporte por parte del sector privado, sirviendo inclusive de auxiliares en informes periciales requeridos por la Justicia.

Pero sin duda uno de sus cometidos más relevantes radica en “advertir” a las AUTORIDADES DE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL y a la sociedad toda sobre las fallas o riesgos para los usuarios, que pueden ocasionar la inadecuada gestión de los prestadores de los servicios de transporte gestionados por los privados.

Entonces, nos sorprende, que no existan funcionarios en el ámbito de la toma de decisiones que advierta sobre las peligrosas consecuencias de transformar o cercenar las competencias de estos Organismos, lo cual podría generar la obstaculización de la última valla de la defensa de los ciudadanos usuarios, beneficiando únicamente a las Operadoras de esos servicios, los que pueden hacer uso de importantes estudios Jurídicos y Consultoras a los que las personas de a pie nunca podrán acceder, con los consecuentes resultados, que no escaparan de las responsabilidades que como funcionarios les podría caber.

Sin dudas nunca es correcto, ni bien visto, la adopción de medidas que cercenen el control o la investigación.

PENSEMOS: ¿A QUIÉN LE INTERESA QUE DESAPAREZCAN LOS CONTROLES O QUE NO SE INVESTIGUEN LOS SINIESTROS?

En un País con la extensión del nuestro, el cual por su superficie ocupa el 8vo. lugar en el mundo, no podemos desconocer el esfuerzo que significa controlar la totalidad del parque móvil afectado a los servicios de transporte automotor, tanto de cargas como de pasajeros, el material rodante ferroviario, usuarios particulares que transitan en la vía pública, el tránsito en general, todos ellos desarrollados en miles de kilómetros de rutas y vías en todo el país, fiscalizando centenares de estaciones ferroviarias y la mayor parte de los aeropuertos localizados en diferentes ciudades de la Argentina.

Por tales razones, podemos afirmar que los trabajadores de cada uno de los Organismos de transporte mencionados, no solamente no sobramos, sino que gracias al esfuerzo y profesionalismo con el que llevamos a cabo nuestras tareas, es que estamos orgullosos de los resultados que arrojan los controles, fiscalizaciones, auditorías e investigaciones que resultan, siendo nosotros los trabajadores, los principales gestores para que con la escasez de recursos presupuestarios existente, cada una de las Entidades mencionadas pueda cumplir con los objetivos trazados por esa gestión de gobierno.

Nosotros UPCN, y sus afiliados, sabemos quiénes son a los que les interesa que no se controle y se investigue el transporte.

SIN ESTADO NO HAY NACIÓN, SIN TRABAJADORES NO HAY ESTADO.

UPCN

LA RESPONSABILIDAD DE SER MAYORÍA

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