“………Soy el topo que destruye al Estado desde dentro….…Es como estar infiltrado en las filas enemigas: la reforma del estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado….”[1][i]
Nuestra Argentina vive el impacto de una nueva revolución neoconservadora, esta versión renovada del neoliberalismo que lleva al extremo una política que marca el final de la cooperación, la solidaridad ,la tolerancia ante las diferencias y la justicia social como valores constitutivos de una comunidad.
Esta nueva etapa se manifiesta de una manera extrema, en Argentina y en el mundo: la xenofobia, el desconocimiento de las diferencias, el desprecio a los derechos adquiridos por los colectivos más desprotegidos, la destrucción de los derechos laborales y el debilitamiento de los actores sociales y de toda forma de organización solidaria, la entrega irrestricta de nuestro patrimonio y nuestras riquezas naturales, el avasallamiento de los poderes constitutivos de la vida democrática. Estas características convierten a esta gestión en una manifestación más cercana a una dictadura, a una suerte de neofascismo que utiliza el formidable poder del Estado para autodestruirlo.
Según esta ideología, el Estado Nación debe retirarse de la administración de los bienes públicos y desconocer el deber de garantizar la provisión de bienes esenciales para la vida; el mercado, vía privatizaciones y desregulaciones se haría cargo de todo bajo la forma de mercancía: la salud, la educación, la provisión del agua potable, la energía y toda forma de vida en el planeta. En pocas palabras, supremacía del Mercado como actor fundamental de todos los procesos productivos, apertura irrestricta a los flujos financieros y comerciales internacionales, subsidiaridad del Estado como equilibrador de las desigualdades sociales e impulsor del desarrollo económico, configuran un modelo repetido en la historia política de la Argentina, siempre con iguales resultados: ante lo inevitable de la protesta social, conformar un aparato de represión dispuesto a actuar sobre jubilados, docentes, trabajadores : cuando se extingue el Estado de derecho se manifiesta el Estado gendarme y punitivo. Y de ello, lamentablemente, ya tenemos abundantes comprobaciones.
Las políticas aplicadas que le “concedieron” al Estado un rol subsidiario del mercado, barrieron con la institucionalidad previa, con un retroceso sin precedentes en materia de organización pública.
El actual gobierno y la oposición dialoguista apoyan que el pretendido superávit fiscal se obtenga de salarios y jubilaciones de hambre, de la entrega del patrimonio nacional, a costa de la salud y la educación de los que habitan y trabajan en Argentina, produciendo la verdadera riqueza y comprometiendo el presente y el futuro de varias generaciones
El proyecto de Milei
Este proyecto tiene el centro en la especulación financiera, en la entrega irrestricta de la extracción del petróleo, gas y minería. De destrucción de la industria nacional, y consiguiente desempleo. De genocidio de jubilados, de salarios de miseria, de niños y adultos que comen una vez al día.
Esta estafa está también detrás de su política de destrucción de la ciencia y la técnica, de la entrega del desarrollo aeroespacial, de la destrucción del desarrollo atómico nacional, de las universidades, de la entrega energética, de las fábricas militares, de la política de exterminio de los jubilados, de los salarios de hambre, de la destrucción de la industria nacional y las quiebras de las PYMES, camino a la desocupación masiva, de la destrucción de los proyectos cooperativos y mutuales, de la destrucción de la ayuda social, de la destrucción del sistema sanitario, etc.
Se quiere borrar todo atisbo de soberanía e independencia económica y justicia social. Al Plan Milei le sobran veinte millones de habitantes y parecen decididos a lograrlo
Resultó que la casta eran los pobres y los jubilados, los universitarios, los docentes, los obreros, el personal sanitario, el del Estado (con contratos precarios de tres meses y retraso salarial cada vez mayor), las “capas medias”, y sigue la lista…
La salud llega al deterioro de no proveer medicamentos a quienes los necesitan y seguramente muchos se estarán muriendo por esa carencia. Se suspenden operaciones de urgencia. Los salarios del personal sanitario llegan a sus niveles más bajos. Se cierran centros como el Hospital Nacional de Salud Mental «Lic. Laura Bonaparte» (CENARESO). Mientras, el Hospital Nacional de Pediatría Garrahan (como otros) se ve obligado a reutilizar material descartable por falta de presupuesto.
En Ciencia y Técnica se destruye el trabajo de años. Se pretende desguazar la aerolínea de bandera y rematar ARSAT, pilar del desarrollo satelital argentino que además de producción misilística, puede permitir la comunicación satelital del interior extenso ,que da 2.500 millones de dólares de ganancia anual para, dicen, regalárselo a Elon Musk por un tercio de ese monto.
Se entrega el litio y las tierras raras. El RIGI les da a los monopolios mineros, petroleros y cerealeros todo, sin dejar nada. La bicicleta financiera reina.
Es notable que este gobierno, que quiere auditar a las universidades, no quiera que la Auditoría General de la Nación audite lo que hace en las empresas del Estado, amparado por el ilegal Decreto de Necesidad y Urgencia N°70/24 y el RIGI, su principal herramienta de entrega.
Las empresas apuntadas son Arsat, Empresa Argentina de Navegación Aérea, Canal 7, Administración General de Puertos, la Casa de la Moneda, Educar, Aerolíneas Argentinas y Fabricaciones Militares. Son aquéllas que el gobierno busca privatizar y, a partir de ahora, pasarán a tener auditorías privadas con contrato directo.
Están en la mira o ya han iniciado su desguace, un sistema de Ciencia y Técnica que ha producido desarrollos como los de energía atómica, satelital, de vacunas, tecnología agrícola, sanitaria, industrial, etc.
El gobierno paraliza el CAREM (reactor atómico pequeño, 100% argentino), que es de uso dual: podríamos producir en nuestros astilleros un submarino atómico usando ese reactor. Pero, además, podría ser generador de energía eléctrica o de agua calefaccionada para ciudades del interior y sus aledaños. Clave para poblar nuestra Patagonia y facilitar su ocupación nacional y su defensa territorial.
Y ahora mismo se incluye al Banco Nación, entidad superavitaria y herramienta de desarrollo Pyme, entre las empresas privatizables
Otra falacia: no es real que exista un “costo argentino” debido a los salarios de los trabajadores de la educación y la investigación y desarrollos científico técnicos: las universidades nacionales están trabajando con el mismo presupuesto del año 2022, pese a la inflación acumulada en los siguientes años.
Los sueldos de los investigadores son menores que en otros países de América Latina. Entre los docentes un ayudante de primera, diplomado, con dedicación exclusiva (no puede tener otro empleo) es pobre según las distintas escalas del INDEC. Sin embargo esta universidad es la que genera el 80% de las investigaciones científicas.
Hay cuestiones que aglutinan a vastos sectores de la población: la educación en general y la universidad en particular, públicas y gratuitas, las jubilaciones, el acceso a una alimentación adecuada, el problema de la vivienda y la tierra para el que la trabaja, la atención sanitaria de calidad y su accesibilidad económica, geográfica y cultural, el trabajo de calidad según el concepto de la Organización Internacional del Trabajo, el transporte y los servicios y su accesibilidad y costo, etc.
No se puede desarrollar una política de ciencia, investigación y tecnología sin un proyecto de país independiente de desarrollo integral y sin considerar el control nacional de las palancas claves como la energía, la industria pesada y su equilibrio con la liviana, que produce los elementos que sostienen a lo principal de las fuerzas productivas de un país, que es el ser humano que maneja máquinas y aparatos de distinta complejidad. Y no se puede desarrollar un país independiente sin una cultura y un arte propios.
Para llevar a cabo este programa de entrega, se utiliza al mismo aparato del Estado y la Administración, a través de un Ministerio llamado de Reforma y Modernización, a cargo de un Federico Sturzenegger, de triste memoria por su pasaje en gobiernos neoliberales, quien con una precisión asombrosa ha venido interviniendo y desarticulando áreas sustantivas del Estado: no se trata sólo de disminuir la plantilla de trabajadores, aduciendo su condición de pretendidos “ñoquis” , con la secuela de pérdida de saberes adquiridos con el estudio y la experiencia. Esto ha generado no sólo desempleo y desprotección, sino también condiciones de trabajo asfixiantes.
La intervención del Ejecutivo también atenta contra todos los principios del derecho laboral y las relaciones laborales, a través de los topes a la negociación salarial y la parálisis de los mecanismos paritarios que garantizan la igualdad de oportunidades, la salud y ambiente laboral, y el cumplimiento de las normas pactadas en los Convenios Colectivos de Trabajo del Sector Público.
Se desconoce el rol sindical en el Sector Público en todo lo atinente a las negociaciones colectivas, imponiendo un unilateralismo cuasi dictatorial en todas las decisiones atinentes a la vida laboral en organismos y agencias del Estado.
El denominado superávit fiscal logrado por la administración de Milei se ha alcanzado al costo de la persecución a los empleados públicos, el cierre de organismos importantes, paralización total de la inversión pública en infraestructura, abandonando proyectos críticos que, inclusive, estaban en un 75% de ejecución e incumpliendo con compromisos de ejecución pactados con organismos financiadores como el BID y el BM.Las consecuencias de esta política se están viviendo en zonas de emergencia,donde es imposible llegar por la destrucción de las rutas
Algunas áreas implicadas
La creación de la Agencia de Transformación del Empleo Público bajo la órbita del Ministerio de Economía, además de decidir sobre el destino de estas áreas sienta las bases de los mecanismos de desmantelamiento y privatización de las mismas:
La destrucción de áreas sensibles del Ministerio de Salud, como las direcciones de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, Vacunación y Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, no solo están dejando a cientos de compañeras y compañeros, muchos de ellos profesionales de larga trayectoria en la calle, sino también exponiendo a la población a gravísimas consecuencias.
Las responsabilidades de la Subsecretaría de Ambiente, luego de ejecutar sólo un 22 % de su presupuesto, lo que implica la anulación de todas las actividades de intervención en el manejo del fuego y catástrofes ambientales, desmantelando a la vez todos los mecanismos de alerta temprana y prevención, se han derivado al Ministerio de Defensa, incrementando el ya desmesurado presupuesto asignado, sin transferir la expertez de quienes desarrollaban tareas en ese campo.
La catástrofe de Bahía Blanca es un buen ejemplo de las consecuencias de esta política
La Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) ,cuya actual conducción eliminó de las prestaciones a más de 200.000 personas de manera arbitraria.
Se eliminaron programas de vivienda, tales como Fonavi, Procrear, Lotes con Servicios y Casa Propia, varios de ellos con aportes de organismos multilaterales acordados y no ejecutados.
La Secretaría de Derechos Humanos ha desmantelado todas las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, a partir de los despidos de los abogados y abogadas que prestaban servicios en el área. A los que aún permanecen se les redujo el salario en un 60%.
Podríamos seguir enumerando áreas sustantivas de política pública que han sido aniquiladas bajo el imperio de reducir el déficit fiscal: han sido víctimas de estas decisiones los sectores más vulnerables de la población pero también lo son los colectivos que se ven privados de acceso a la educación pública en todos sus niveles.
La pérdida de calidad en las prestaciones de salud y las políticas de educación es una carga a futuro para la sociedad: se destruyen proyectos y áreas que será muy difícil recuperar, pero la pretendida “libertad “ es sólo una manifestación del “darwinismo social de mercado” la supervivencia de los “más aptos”
Las reales causas de esta política residen en, tal como se realizara en la década de los ´90s, la obtención de divisas a través de la venta de estos activos para sostener la política financiera de este gobierno, habilitando negocios para los fondos de inversión y el gran capital internacional, mandantes y principales beneficiados por la misma. Y como broche de oro: la estafa cripto como acción de gobierno.
Necesitamos, desde cada uno de nuestros lugares, defender el Estado como impulsor del crecimiento económico y equilibrador de las desigualdades sociales, y resguardar a sus trabajadores, capital humano logrado en muchos años de formación y acciones concretas, para formar parte de un modelo de Estado virtuoso que necesitaremos para la reconstrucción de nuestra Argentina
[1] Entrevista concedida por Javier Milei al sitio de noticias estadounidense The Free Press…
*Docente grado y posgrado UBA,USAL,UNLZ,UNPAZ,UMSA
Puede haber sido en el año 1967, antes de la creación de la CGT de los Argentinos, que fue en marzo de 1968. Yo tenía veinte años y era un estudiante de derecho de la Universidad Católica Argentina. Ya no recuerdo por qué razón, asistí a una reunión en la CGT, en el salón Felipe Vallese. En ese momento, el movimiento obrero, bajo la dictadura del general de Remonta, Juan Carlos Onganía, sufría profundas escisiones. Los “participacionistas”, los “vandoristas”, las “62 Organizaciones de Pie junto a Perón”, el “Grupo de los 8” eran los principales agrupamientos en que estaban divididas las direcciones sindicales.
Como digo, concurrí no recuerdo a qué reunión en el salón Felipe Vallese. Y es día tuvo para ese pibe de Tandil, que era yo entonces, un efecto que aún golpea mi memoria. Fue la primera vez en mi vida en que presencié que hombres grandes, hechos y derechos, se dirigían a otros hombres diciéndoles, sin tutearse, “compañero”. Realmente, ese descubrimiento tuvo en mí un impacto espiritual, digo por no encontrar otro adjetivo, inolvidable.
Eso pensaba ayer cuando, una vez más, entré al salón Felipe Vallese al cierre del Primer Congreso Nacional “Papa Francisco” de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular. Estaba repleto de hombres y mujeres de lo que se han dado en llamar “movimientos sociales”, las organizaciones sindicales de quienes tienen un impreciso patrón o buscan, día a día, un nuevo patrón que le compre su fuerza de trabajo y le permita llevar algo a la casa, los millones de desocupados, desindicalizados, trabajadores y trabajadoras en negro, cocineras de comederos populares, socios y socias de cooperativas de servicios o de producción que la paulatina desindustrialización del país ha generado, desde 1976 hasta hoy.
Mi amigo, el diputado santafesino Eduardo Toniolli me había invitado y le acepté de inmediato.
Me senté y empecé a mirar a mi alrededor. Tuve la sensación de que conocía esos rostros, que esas pibas ya las había encontrado en otra asamblea, que aquel gordito con una camiseta de Boca había estado alguna vez conmigo en una reunión similar. Sentí, emocionado, que en los últimos 55 años había estado en miles de reuniones como esta, con cánticos similares, con abrazos de compañeros que viven distantes, con reclamos iguales y con la misma pasión militante por hacer del mundo un lugar un poco mejor. Como en una teofanía laica, de pronto tomé conciencia que buena parte de mi vida había transcurrido en asambleas, en congresos, en reuniones a veces pequeñas, a veces multitudinarias, cuyo único tema había sido preguntarse: ¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo seguimos? ¿Qué programa nos damos?
Fue en ese estado que tomé esta foto del frente del Salón Felipe Vallese y escribí en las redes: “Siempre es un honor estar en el Salón Felipe Vallese de la CGT”.
Había un canto que primaba sobre todos los otros:
“Unidad de los trabajadores
y al que no le gusta
se jode, se jode”.
Que era inmediatamente seguido por otro, que todos voceaban:
“Unidad de las trabajadoras
y al que no le gusta
que se joda, que se joda”.
La tan llevada y traída cuestión de género en clave obrera se desplegaba en el Salón Felipe Vallese y era aplaudida y refrendada por el conjunto de la asamblea.
Tres o cuatro cosas me quedaron grabadas de la reunión.
Una, el respeto y el amor que el pueblo trabajador profesa por nuestro compatriota, el padre Jorge Bergoglio, el Papa Francisco de la Iglesia Católica. El congreso se realizó bajó su nombre y el acto se inició con un homenaje y el descubrimiento de un retrato de nuestro hombre en Roma. Hoy hay tres rostros en el salón Felipe Vallese: el de Perón, el de Evita y el de Francisco. Todos los oradores lo recordaron, lo citaron y le ofrecieron sus respetos.
Dos, la importantísima presencia de mujeres en las filas de la UTEP, a punto de que de los cinco oradores de la organización, tres eran mujeres. Y sus discursos, llenos de fervor militante, eran la voz de las miles de mujeres que diariamente dan de comer a los niños en las barriadas humildes, cosen en sus talleres cooperativos, cartonean junto a su pareja o a sus hijos, limpian empresas u oficinas con sus cooperativas de servicio. Y que, además, mantienen y organizan su hogar, muchas veces sin presencia masculina, cuidan a sus viejos y se encargan de los problemas del barrio, de los desagües, de las zanjas y, hasta de la seguridad.
Tres, la firmeza de Alejando Gramajo, a quien se lo conoce como El Peluca, y que ayer, el presentador de los oradores aclaró: “El Peluca bueno”. Dio un informe sobre el camino recorrido por la organización y expresó, varias veces, la voluntad de la UTEP de unir sus esfuerzos a los de la CGT, poniendo como eje político, justamente, la unidad de los trabajadores.
Cuatro, el sólido discurso de Octavio Argüello, quien representa a los camioneros en el secretariado de la CGT. Generando un clima de expectación, cerró sus palabras con una cita de Francisco: “El tiempo es superior al espacio”, dijo y agregó: “El tiempo ha llegado”.
Finalmente Héctor Daer cerró la asamblea, comprometiendo a la CGT a acompañar a los jubilados el próximo miércoles, dando todo el apoyo institucional a la jueza de la justicia penal de la Ciudad de Buenos Aires, Karina Andrade y, como broche de oro, con el llamado a un paro general de 24 horas, cuya fecha será puesta por el Consejo Directivo de la CGT el próximo jueves, como ya es de conocimiento público.
Un cerrado aplauso recibió la propuesta. El Himno Nacional y la Marcha Peronista cerraron la reunión.
Me iba del Salón Felipe Vallese sintiendo realmente que era un honor estar en ese lugar y haber estado tantas veces en estas asambleas, reunido con esta gente, mis compatriotas de patria y de ideales.
El 1º de Mayo de 1974 por la mañana, centenares de colectivos procedentes de todo el interior del país fletados con dinero de la organización Montoneros llegaban a su punto de encuentro, la Facultad de Derecho. En esos momentos, el Presidente Juan Domingo Perón inauguraba las sesiones del Congreso Nacional. En su discurso trazaba las bases del Modelo Argentino que presentó “a consideración de todos los argentinos de buena voluntad”. La militancia de JP-Montoneros no le interesaba escuchar a Perón, venían con una sola consigna: cuestionar al gobierno del cual eran parte.
El Perón de 1973 no era el del 55. Dejaba atrás dieciocho años de exilio, de humillaciones y persecuciones sufridas y volvía en la inteligencia de cerrar la grieta del peronismo-anti peronismo . Convocó a sus viejos adversarios: Balbin, Frondizi, Solano Lima. Reconstruyó lazos, y propuso debatir un conjunto de ideas sobre las que una mayoría de argentinos pudiese coincidir. A eso le llamó: Modelo Argentino .
“Nuestra Argentina necesita un PROYECTO NACIONAL, perteneciente al país en su totalidad. Estoy persuadido de que, si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si entonces comparáramos nuestro pensamiento, obtendríamos un gran espacio de coincidencia nacional. (…) Como Presidente de los argentinos propondré un MODELO a la consideración del país, humilde trabajo, fruto de tres décadas de experiencia en el pensamiento y en la acción. Si de allí surgen propuestas que motiven coincidencia, su misión estará más que cumplida.” Expresó.
“El mundo nos ha ofrecido dos posibilidades extremas: el capitalismo y el comunismo. Interpreto que ambas carecen de los valores sustanciales que permiten concebirlas como únicas alternativas histórico-políticas. Paralelamente, la concepción cristiana presenta otra posibilidad, pero sin una versión política, suficiente para el ejercicio efectivo del gobierno. (…) Alguna vez prediqué la armonía como categoría fundamental de la existencia humana; sigo creyendo en ella como condición inalienable para la configuración de la Argentina que todos anhelamos. Esa básica consonancia excluye la violencia e implica comprender que el único camino para la construcción fértil es partir de ideas, valores y principios, cuya práctica concreta no cercene el cauce de la paz.”
“Esto no distorsiona en absoluto la vocación de cambio del Justicialismo, concretado en este Modelo Argentino; ya he afirmado que la doctrina es revolucionaria en su concepción, pero pacífica en su realización.”(…) Surge, también, una experiencia importante para nuestros países: hay sectores internos cuyos objetivos coinciden con los de los imperialismos. Obviamente, la capacidad de decisión de estos sectores debe ser debilitada o anulada.”
Perón retomaba los viejos conceptos de justicia social, desarrollo industrial independiente, e incorporaba los nuevos desafíos de los cuales nadie hablaba hace 47 años: la ecología y las nuevas tecnologías.
“Creo que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, (…) y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional.”(…)
“La sociedad que anhelamos para el futuro debe comprender que el problema científico tecnológico está en el corazón de la conquista de la liberación. Sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace imposible.” (…) En los centros de más alta tecnología se anuncia, entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casas harán sus compras desde sus hogares por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos.”
Esta frase parece hoy una obviedad. Pero recién 20 años después (en 1995), tuvimos internet en Argentina. Y, en 2003, las amas de casa hicieron sus compras por medios digitales. En estas cosas pensaba Peron 50 años atrás; mientras muchos jóvenes creíamos que era un anciano, detenido en el tiempo de sus glorias pasadas.
Mientras Peron hablaba en el Congreso, en los colectivos fletados por la organización Montoneros. aparte de sus militantes ya decididos a gritarle su bronca, venían cientos de simples simpatizantes peronistas motivados por ver y escuchar a su líder. Solo los gremios y la JP-Montoneros tenían organización y recursos para movilizar gente desde todo el país.
Sobre ese 1º de Mayo, quedo plantado el paradigma : “Perón nos echo de la Plaza”. Pero, los sucesos de la plaza, no fueron una sorpresa, fue el desenlace de una historia previa. En la historia, un error común, es quedarse en la imagen de un hecho, y desconocer el antes y el después de un acontecimiento.
Comencemos por recordar que Perón había propiciado que los jóvenes de la “Tendencia Revolucionaria” mayoritariamente referenciados con FAR y Montoneros tengan su cuota de poder en el nuevo gobierno. Los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta, San Luis, Santa Cruz y Formosa eran hombres con distintos niveles de acuerdos con la Tendencia; el Ministerio del Interior, el Ministerio de Educación , y las universidades nacionales estaban en manos del mismo sector.
Pero, el proyecto de la cúpula de FAR y Montoneros nunca terminó de coincidir con el que Peron había concebido para esa etapa. En noviembre del 73 Firmenich expresó ante sus cuadros medios que: “La ideología de Peron es contradictoria con nuestra ideología porque nosotros somos socialistas (…)para nosotros la Comunidad Organizada, la alianza de clases es un proceso de transición al socialismo”.(…)La contradicción con Perón es insalvable. La solución ideal sería que Perón optara por admitir que la historia va más allá de su proyecto ideológico y que nosotros somos los hijos objetivos del Movimiento Justicialista; y que resignara su proyecto ideológico, adecuándose a esa realidad. Perón sabe que nuestra posición ideológica no es la misma que la de él, y de ahí que tiene una contradicción que vaya a saber como la resolverá.”
Aunque eran parte del gobierno constitucional, Montoneros nunca abandonó su accionar armado; solo que sus enemigos dejaron de ser los militares, y pasaron a ser los otros sectores del peronismo, en especial la dirigencia sindical.
El 25 de septiembre, dos días después que Perón ganara su tercera presidencia por el 62% de los votos, Montoneros asesinó al secretario general de la CGT José Ignacio Rucci. Según Juan Gelman: “Lo de Rucci se hizo en la concepción de tirarle un cadáver a Perón sobre la mesa para que equilibrase su juego político entre la derecha y la izquierda.” A partir de ese momento, la relación de Montoneros con Perón, tomo un tinte cuasi mafioso. Porque, tirar un cadáver para sentarse a negociar, es una practica común de la mafia. Sin embargo, Perón los siguió recibiendo en publico y en privado.
En enero del 74, el gobierno mando al Congreso un proyecto de modificación del Código Penal. Se intentaba frenar a la guerrilla del ERP, que, aprovechando la derogación de las leyes represivas , de julio a diciembre de 1973, habían realizado 185 atentados, en promedio uno por día. Los diputados que respondían a Montoneros se opusieron a los cambios. Perón los recibió, los escucho pacientemente y les explico la necesidad de las reformas. Por orden de Firmenich ocho diputados renunciaron a sus bancas.
Durante el mes de febrero se sucedieron una serie de reuniones de Perón con los distintos grupos de JP en las cuales participaron los Montoneros. El 26 de abril, Perón, los recibió nuevamente. Alberto Molinas, de Montoneros, habló sobre el acto del 1º, advirtiéndole que: “a la Plaza de Mayo van a concurrir todas nuestras organizaciones, que se van a expresar en sus canciones y estribillos”. Luego, criticó largamente a la “burocracia sindical”, y otros sectores, y pasó un listado de reclamos al gobierno. Finalizó diciendo, que iban a ir a la Plaza en función de la promesa que Perón había hecho el 12 de Octubre: “cada 1ª de Mayo voy a presentarme en la Plaza de Mayo, para preguntarle al pueblo si esta conforme con el gobierno que realizamos”. El 30 de abril, Montoneros publicó una solicitada convocando a la Plaza de Mayo, con el listado de exigencias al gobierno peronista.
Mucho antes que Perón pronunciara la palabra “imberbes”, Montoneros ya tenia decidido ir a la Plaza a cuestionar su gobierno. Esa concepción incluía la idea de confrontarlo y vaciar el acto. No existió esa situación inesperada y sorpresiva, que describen algunos, en la que un Perón ofuscado echó a los jóvenes de la Plaza.
Montoneros invirtió importantes recursos para movilizar asistentes desde todo el país. Grandes columnas de colectivos confluyeron en Acceso Norte desde la mañana y fueron a concentrar en la facultad de Derecho en la Avenida Figueroa Alcorta, desde donde marcharon las columnas.
El acto tenía características de fiesta, con artistas populares. La JP-Montoneros gritaba tapando a los cantantes “No queremos carnaval/Asamblea popular”. Cuando llegó el momento de la coronación de la reina del trabajo, fue Isabel la encargada de coronarla. Las columnas la abuchearon y corearon: “No rompan más las bolas/Evita hay una sola”.
Ante cada mención de algo que tuviera que ver con los gremios, estallaba la consigna: “Se va acabar/se va acabar la burocracia sindical” y “Rucci, traidor, saludos a Vandor”. Se estaba cumpliendo la advertencia que Alberto Molina en nombre de Montoneros le había hecho a Perón: “la gente se va a expresar con sus canciones y estribillos”.
La consigna predominante de Montoneros era: “Qué pasa/qué pasa General/esté lleno de gorilas/el gobierno popular”. Cuando Perón salió al balcón, pidió silencio con las manos, y arrancó con su discurso. Dijo: “Compañeros”, una, dos, tres veces… Pero lo seguían interrumpiendo con el “qué pasa general”. En medio de ese cántico que no lo dejaba hablar, soltó su primera frase: “Hoy hace diecinueve años que en este mismo balcón y en un día luminoso como este, hable por ultima vez a los trabajadores argentinos…”, los bombos y el “qué pasa general” impedían escucharlo. Dijo una frase más, que no llegó a ser escuchada por nadie en la Plaza y, ya enojado, soltó: “pese a esos estúpidos que gritan….”.
A partir de allí, la plaza se convirtió en una batahola de empujones, palos y trompadas entre las columnas sindicales y las de Montoneros, que producida la provocación iniciaban la retirada de la plaza. Fuera del “corralito” de sogas de la columna de JP-Montoneros la mayoría de los asistentes se quedo hasta terminar el acto. Entre ellos el padre Carlos Mugica y don Arturo Jauretche. Bajo las columnas del Cabildo con el grupo de la JP La Plata encabezado por Carlos Negri, también se quedo apoyando a Perón en la plaza, el entonces joven militante Néstor Kirchner.
Esa noche en la Facultad de Derecho donde se concentraban los militantes llegados del interior, se pudo escuchar de boca de algunos lideres montoneros, una frase medio en serio, medio en broma: “esta noche la conducción de Montoneros, saca un comunicado expulsando a Perón del Movimiento”.
Era lo que en realidad pensaba la cúpula de la organización. Que el pueblo había abandonado a Perón y al peronismo, para “adoptar la identidad política superadora del Peronismo que es la identidad Montonera”. Así lo manifestaron en un documento publicado en el Evita Montonera de octubre del 76 (ya en medio de la debacle producida por la represión) : “El primero de mayo de 1974, en la Plaza de Mayo, coreando el nombre de Montoneros, la mayoría del pueblo allí presente se retiró enfrentando la política errada del Gral. Perón. Allí en ese hecho, se manifestó la frustración y el agotamiento del peronismo y el nacimiento de su identidad transformadora.”
La verdad era otra. A partir de ese 1º de Mayo de 1974, fue el pueblo peronista el que se alejo cada vez mas de los Montoneros, que luego de pasar a la clandestinidad en septiembre del 74, se convirtieron en un aparato armado, con mucho dinero, muchas armas, pero huérfanos de acompañamiento popular.
Lamentablemente muchos no escuchamos a Perón esa mañana. Su mensaje, su legado del Modelo Argentino conserva hoy absoluta actualidad. En medio de la crispación actual, 48 años después, sigue marcando un camino: la necesidad de tender puentes de diálogo y convivencia.
Aquel anciano líder hablando frente a sus viejos adversarios aquella mañana del 1º de Mayo decía: “Es un verdadero milagro el que podamos ahora dialogar y discrepar entre nosotros, pensar de diferente manera y estimar como válidas distintas soluciones, habiendo llegado a la conclusión de que por encima de los desencuentros, nos pertenece por igual la suerte de la Patria, en la que está contenida la suerte de cada uno de nosotros, en su presente y porvenir.”
*Autor de La Lealtad – Los montoneros que se quedaron con Perón y Salvados por Francisco
La Disposición Transitoria Primera de nuestra Constitución Nacional, sancionada por unanimidad hace más de tres décadas en las ciudades de Santa Fe y Paraná, afirma:
“La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.
La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
Esta manda constitucional, sin embargo, se choca con el Artículo 22, también constitucional, que prescribe “el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución”.
¿Qué hicieron nuestros representantes políticos con la Causa de recuperación de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes?
Más allá de las recurrentes protestas formales ante los organismos multilaterales, de las declaraciones altisonantes cada 2 de abril, y de la retórica reivindicatoria vacía, es evidente que nuestras élites han actuado –por acción u omisión-, en complicidad con los continuos avances británicos para consolidar su ocupación colonial en el Atlántico Sur.
La claudicación de nuestra dirigencia política ante el principal conflicto de Soberanía territorial que afecta a nuestro país evidencia también su renuncia a defender el conjunto de los intereses de nuestra comunidad nacional.
Por ello, en vísperas de un nuevo aniversario de la recuperación transitoria de nuestros territorios usurpados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, los abajo firmantes creemos necesario convocar a cada uno de los integrantes de la comunidad argentina, sin diferencias partidarias, religiosas, sociales, étnicas, o de cualquiera otra naturaleza, para reclamar enfáticamente ante las autoridades de los tres Poderes del Estado, la adopción de las medidas que entendemos deben concretarse para aproximarnos al objetivo establecido en nuestra Constitución, y que constituye una de las principales Causas de Unidad Nacional.
Sin el ánimo de agotar la agenda de demandas y propuestas, entendemos que los representantes transitorios del Estado Nacional -cualquiera sea su signo partidario-, deben encarar las siguientes acciones políticas:
1. Derogación por parte del H. Congreso de la Nación de la Ley 24.184 y denuncia por parte del Poder Ejecutivo Nacional del Tratado Bilateral de Inversiones con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de 1992. Resulta inconcebible que la potencia que ocupa ilegalmente y por la fuerza nuestros territorios del Atlántico Sur, goce de los privilegios de Nación más favorecida, explotando los recursos estratégicos de nuestra economía (minería, energía, alimentos, finanzas, etc.).
2. Cancelación por parte del Poder Ejecutivo de los llamados “Acuerdos de Madrid I y II” (1989-90) porque constituyen verdaderos Tratados no aprobados por el H. Congreso de la Nación, violan la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional y funcionan como dispositivos de sumisión colonial de nuestro país ante las potencias anglosajonas.
3. Derogación del Acuerdo Di Tella-Rifkind sobre cooperación petrolera de 1995 por ser contrario a los intereses argentinos y de todas las concesiones realizadas por los sucesivos Gobiernos en las cuencas marítimas del Atlántico Sur, porque violan la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional y la Ley 26.659.
4. Cancelación definitiva y completa del Pacto Foradori-Duncan de 2016 y del Pacto Mondino-Lammy de 2024 y todas sus normas conexas, por ser unilateralmente favorables al Reino Unido de Gran Bretaña.
5. Derogación de la Ley 25.290 por la que se aprobó el “Acuerdo sobre la Aplicación de las Disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar del 10 de diciembre de 1982 relativas a la Conservación y Ordenación de las Poblaciones de Peces Transzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorios”, porque su ratificación por Decreto permitiría legitimar como Estado ribereño al ocupante ilegal de los archipiélagos australes en disputa, el cual, sin perjuicio de las reservas y declaraciones que se hicieren, obtendría el reconocimiento como tal por otros Estados miembros de dicha organización o arreglo subregional, dando lugar a un proceso difícilmente reversible destinado a socavar la soberanía territorial y marítima de la República Argentina en el Atlántico Sur.
6. Reglamentación del Artículo 92, inciso b) de la Ley 26.206, estableciendo con precisión los contenidos, materiales pedagógicos, actividades de actualización y formación docente, y demás acciones tendientes a la enseñanza de la Causa de recuperación de nuestra Soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, en todas las jurisdicciones y niveles del sistema educativo. Habiéndose cumplido más de dieciocho años de la sanción de esta Ley, se comprueba su incumplimiento por parte del Estado Nacional y los Estados Provinciales para adecuar sus contenidos a la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, cristalizando los contenidos desmalvinizadores emergentes de la inmediata posguerra por el II Congreso Pedagógico Nacional, durante el gobierno alfonsinista.
7. Denuncia de la condición de la República Argentina como “Aliado Extra-OTAN” y repudio de la solicitud efectuada por el actual Gobierno Nacional para incorporarnos como miembro pleno de la Alianza Occidental, por ser ésta la garante de la presencia militar británica en los territorios suratlánticos ocupados ilegalmente por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
8. Replanteo de nuestro reclamo diplomático ante la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos multilaterales, poniendo énfasis en la aplicación de la Resolución AGNU 1514 (XV) de Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, intensificando la denuncia sobre la militarización operada por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en el Atlántico Sur y la aplicación de medidas unilaterales británicas para la concesión de explotaciones ilegales en materia pesquera y petrolera en nuestros territorios usurpados en el Atlántico Sur.
9. Exigir la desclasificación de toda la documentación existente en los archivos del Estado Nacional relativa al conflicto bélico de 1982, asegurando el acceso a la información a investigadores, docentes, alumnos y al resto de los ciudadanos de nuestro país.
10. Cumplimiento inmediato de la Ley 26.659, así como de las incompatibilidades y penalidades entre empresas que participen – directa o indirectamente – en negocios en las Islas y a la vez tengan intereses en la Argentina continental.
11. Exigir al Poder Ejecutivo Nacional que inicie acciones legales contra las empresas extranjeras que realizan la pesca ilegal en aguas jurisdiccionales argentinas alrededor de Malvinas o capturan las especies migratorias en la llamada “milla 201”, y reclame ante los Gobiernos de origen de esas flotas pesqueras, por la violación de la Res. 31/49 de la Naciones Unidas, la Leyes 24.922 y 24.543 y la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.
12. Cumplimiento de la Ley 24.517 para la inmediata conformación de la Comisión Investigadora de Crímenes de Guerra, integrada por representantes de los tres poderes del Estado Nacional.
13. Denuncia de la Declaración Conjunta bilateral del 14 de julio de 1999, cancelando los permisos otorgados por el Estado Nacional para el tránsito de su espacio aéreo a aeronaves que se dirijan a las Islas Malvinas desde cualquier punto de la Argentina continental, o de aeronaves procedentes de cualquier país del subcontinente suramericano.
14. Aplicación estricta de las Leyes “Gaucho Rivero” para impedir que amarren en puertos continentales argentinos, aquellos buques que procedan de, o se dirijan a nuestras Islas Malvinas, para participar en actividades tendientes a sostener el régimen colonial ilegal británico en nuestros territorios usurpados.
15. Promoción de gestiones ante los países suramericanos, para extender el bloqueo naval a nuestras Islas usurpadas, impidiendo el amarre de buques de cualquier bandera en sus puertos, que naveguen desde y hacia las Islas Malvinas para sostener la ocupación ilegal.
Somos conscientes que existen muchos otros asuntos que hacen a la Soberanía integral de nuestra Patria. En este escrito, nos limitamos a enumerar los que entendemos como prioritarios y urgentes para la Causa de recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, para el cumplimiento de nuestra Constitución Nacional y para la honra a nuestros Héroes caídos en su defensa.
Adhieren:
VGM ALVAREZ Pedro Guillermo, DNI 6.138.409
VGM ÁVALOS Santos Alfredo, DNI 16.104.758 (Pte. Centros de Veteranos de Guerra –Lanús)
VGM BERNABÓ, Roberto BERNABÓ, DNI 11490.616
VGM BESANCON Gustavo César, DNI 14.874.007 (PAMI)
VGM CANGIANO Fernando Pablo, DNI 14.189.366 (Grupo de Reflexión La Malvinidad)
VGM CASTRO Ricardo Raúl, DNI 16.044.118
VGM CEREZO Carlos Rogelio, DNI: 11.959.650
VGM COLINO María Liliana, DNI 12.093.530 (Ex Alférez FAA)
VGM CUCCI Omar Rubén, DNI 10122427
VGM DÍAZ Carlos Alberto, DNI 16.815.089
VGM DORREGO Sergio, DNI 11.773.408 (Miembro de la CD del Centro de Capitanes de Ultramar y oficiales de la Marina Mercante)
VGM FANUCHI Juan Carlos, DNI 16.145.381
VGM FERNÁNDEZ Jorge Andrés, DNI 14.493.184
VGM FERREYRA Héctor Jorge, DNI 16.402.973
VGM FLORES, Ricardo Benjamín, DNI 14.241.393 (Observatorio Malvinas Argentinas y Dirección Provincial de Veteranos de Guerra de Río Negro)
VGM GAFFURI Alberto, DNI 4.447.178
VGM GONZÁLEZ TREJO César, DNI 14.886.219 (Director Observatorio Malvinas UNLa)
VGM GROSSO Carlos Arturo DNI 11.055.036
VGM GRÜNBLATT Fernando Héctor, DNI 14.992.444
VGM GUZMÁN Jorge Daniel, DNI 14.727.324 (Director-Editor de Agenda Malvinas, periodismo anticolonial)
VGM LAPIERRE Miguel, DNI 10.784.734
VGM DOMINGO LEAL, DNI 16.296.892 (Tripulante sobreviviente del Crucero Gral. Belgrano)
VGM MARTINEZ Roberto, DNI 7.620.635
VGM ONTIVEROS Daniel, DNI 16.248.937
VGM PABLÓS, Rubén, DNI 16.044.545 (Director de Veteranos de Guerra, Gobierno de la Provincia de Río Negro)
VGM PAGNANELLI Gustavo, DNI 14.699.768
VGM PARADA José “Pepe”, DNI 93.398.613
VGM PATERLINI Mario Alberto, DNI 5.084.821
VGM PEDEMONTE Gustavo, DNI 14.882.609
VGM RAMOS Rolando Walter, DNI 12.427.407
VGM RIAL Avelino F., DNI 7.638.135
VGM RODRÍGUEZ Lorenzo DNI 7.898.835 (Foro Patriótico y Popular)
VGM ROMANIN David Alberto, DNI 14.275.686
VGM ROMERO Mario DNI 14.617.971 (Secretario General Asociación Personal de Inta-APÌNTA)
VGM ROPERTO Eduardo, DNI 14.999.628
VGM ROHT Rubén Darío, DNI 16.180.233 (Presidente de la Agrupación de Ex Combatientes de Malvinas de Carmen de Patagones)
VGM SAIQUITA Félix, DNI 5.537.542
VGM SOPEREZ Juan Marcos 12.565.166 (Foro Patriótico y Popular)
VGM TETTAMANZI Santiago, DNI 6.023.112
VGM TRINIDAD, Miguel Ángel DNI 16.557.532
VGM VERA Juan Roberto, DNI 10.135.921(Tripulante sobreviviente del Crucero Gral. Belgrano)
VGM VERRI Jorge, DNI 14.884.689
VGM VILLARREAL Tomás, DNI 4.599.930
VGM VILLEGAS Manuel Ángel, DNI 12.258.196
VGM WEIGEL Francisco, DNI 11.048.323
ACEVEDO Eduardo Maximiliano, DNI 34.766.752
ACEVEDO Franco Osvaldo, DNI 32.650.358
ACEVEDO Leiton Andrés, DNI 37.150.873
ACOSTA Edgardo, DNI 17.526.880 (Jubilado)
ACUÑA Mariana Alejandra, DNI 35.384.618
ADDISI Federico, DNI 23.771.049
AGUILAR Patricia, DNI 40.761.542
AGUILAR Sergio Andrés “Tuni” DNI 26.495.103
AGÜERO Iris, DNI 10.915.821 (Médica Mendoza)
AGUIRRE Héctor Aníbal, DNI 18.370.181 (Ferroviarios de Pie)
AIELLO Diego Cristian, DNI 25.958.308 (Cámara de Empresas de Seguridad e Investigaciones)
AIMETTA DE COLOTTI, Ana María, DNI 4.927.215 (Directora de la Revista “Hechos e Ideas”)
ALANIS Oscar Daniel, DNI 24.744.590
ALARCON Débora Antonella DNI 42.479.646
ALARCÓN Matías Gabriel DNI 41.793.801
ALARCON Martín Eduardo, DNI 41.267.279
ALARCÓN Mirtha Andrea, DNI 24.612.740 (Docente universitaria. Univ. Nac. Jujuy)
ALBA Emilio Hugo, DNI 11324223 (Jubilado, CABA)
ALBA Aideé Delgadillo, DNI 95.148.890
ALE Juan, DNI 16.395.431
ALFARO Laura, DNI 12.552.573
ALI Mustafá, DNI 16.348.520
ALLER Alberto, DNI 7.796.681
ÄLVAREZ Emilce, DNI 21.752.557
ÁLVAREZ Juan Cruz, DNI 32.952.880
ÁLVAREZ María Fernanda, DNI 10.697.857
ÁLVAREZ MALDONADO Servando, DNI 27.006.133
AMICO Lucía, DNI 27.626.210 (Lic. en Trabajo Social, Pergamino)
ANDINO Renzo Adrián, DNI 42.898.848
ANDREATTA Adrián, DNI 13.368.852
ANDRIJIC Sebastián, DNI 25.887.425 (Comerciante)
ANTICHIPAY Daniela Johanna, DNI 34.962.355
ANTINAO Luis Rodrigo, DNI 38.800.198
ANTINAO Orfelio, DNI 17.297.423
ANTIPAN Karen Cecilia, DNI 39.442.198
ANZALDI Pablo DNI 22.695.256 (Renacimiento Nacional)
APAZA, Martha Paco DNI 94.339.060
ARAMBUENA Micaela Elizabeth , DNI 42.315.894
ARAMBURÚ Isidoro J.M., DNI 13.138.791 (Director del Departamento Asuntos del Atlántico Sur UEJN)
ARANDA, Plácida Cristina, DNI. 12.490.043 (Misiones)
ARAUJO Karina Daniela, DNI 22.046.036 (Hospital Evita Pueblo de Berazategui)
ARGAÑARÁS Valeria Viviana, DNI 23.548.309
ARGAÑARAZ Aurelio, DNI 7.996.839
ARIAS Jonatan Brian Paul, DNI 39.475.509
ARNAL Sergio Luis, DNI 17.237.083 (Instituto Universitario Patagónico de las Artes, Río Negro)
ARTERO Ricardo, DNI 26944586 (MLN Córdoba)
ARRÚE Wille, DNI 5.757.962. (Médico, Neuquén)
ATTORRESI Julián, DNI 33.319.607
AUER, Ricardo DNI 4.600.340
AUTON Omar Alfredo, DNI 10.162.721 (UPCN Secc. TPN y del Gob. de CABA)
AUTUORI Fabián, DNI 14.868.406 (Editor)
AYBAR Rebeca Itatí, DNI 35.281.973
AYERBE Martín Miguel, DNI 25187661(Conducción Movimiento de Liberación Nacional)
AVILÉS José, DNI 24.138.782 (Foro Patriótico y Popular)
BAIGORRIA Daniel DNI 13.313.648
BALESTRI Luis Alejo “Toto”, DNI 5.527.688
BANZER RIVERO Lorena, DNI 95.096.624
BALMACEDA Marcelo Andrés, DNI 21.781.235
BALMACEDA Roberto Omar, DNI: 7.575.210 (Docente, Rio Negro)
BALCAZAR Almazan Cipriana, DNI 95.314.226
BALCAZAR Romina Alejandra, DNI 38.165.526
BALDERRAMA TORRICO Maritza, DNI 94.126.883
BARAB Marcelo, DNI 11.675.732
BARBONA Lilian, DNI 27.461.020
BARCESAT Eduardo, DNI 4.308.304 (Abogado)
BARRERA Fernando Adrián, DNI 21.731.368 (Secretario de Relaciones Institucionales y Vicepresidente del Congreso Metropolitano del Partido Justicialista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
BARRIA Analía, DNI 34.665.368
BARRIONUEVO Fabián Orlando, DNI 17.890.247
BARRIONUEVO Luis, DNI 27.990.010
BARUZZO Antonella Maribel, DNI 35.383.081
BATHORY Beatriz, DNI 5.591.603 (Foro Salud Educación, y Trabajo)
BEMBIBRE Gabriel, DNI 17.902.789
BENEDETTI Jorge, DNI 8.263.824 (Movimiento Político, Social y Gremial Primero La Patria.)
BENITEZ Jorge de Jesús, DNI 36.193.230
BERMANI Carlos Daniel, DNI 12.708.265
BERMANI María Alejandra DNI 12.708.560
BERNARDO Horacio, DNI 16.129.873
BERTOLDI Sandra, DNI16.959.175 (Universidad Nacional del Comahue)
BERRA Santiago, DNI 22.775.055
BERRON, Marta, DNI 10.874.127
BIANGARDI DELGADO Carlos Alberto, DNI 10.668.897
BORDA Fanny Elizabeth, DNI 26.265.888
BORELLO Lito, DNI 13.632.922 (Secretario DDHH-UTEP. Coordinador Nacional del Movimiento Popular Los Pibes).
BORENHOLTZ Bernardo, DNI 4.408.746
BORINI Mario, DNI 4.398.636 (Médico. Prof. Titular Salud Pública -UBA- 2003-2008)
BORRAS Mariano Andrés, DNI 30.722.373 (3era Posición, Resistencia Peronista)
BRANDAN Giselle, DNI 29.752.507 (José C. Paz, Bs As)
BRANDAN Myriam Yolanda, DNI 20.311.574
BRECCIA Enrique, DNI 7.767.268 (Historietista nacional)
BROCHADO Luis, DNI 18.762.035 (Empresa de Salvamento y Buceo El Austral, Río Negro).
BULLEJOS Ana María, DNI 4.976.387
BULO BRAS Vinicius, DNI 40.829.812
BURGOS Roberto Edgardo, DNI 28.004.779
BURICO Daniela, DNI 26.079.952
CABALLERO Roque Domingo, DNI 14.402.328 (Asoc. Civil Vecinal Barrio Chalet Santa Fe)
CABANELLAS Fabián Amílcar, DNI 16.733.112
CÁCERES Cristian Virginio Rafael, DNI 34.593.965 (MLN Las Palmas Chaco)
CÁCERES Isabel Gerónima, DNI 6.066.291
CÁCERES José Domingo, DNI 21.945.322 (Periodista)
CÁCERES María Concepción, DNI 5.005.306
CAFFERA Nicolás, DNI 17.672.264 operador de sistema
CAFFERA Valentina, DNI 21.947.600 (Docente CABA)
CAIHUARA Danita Sara Aldana, DNI 94.875.636
CAIHUARA Ester Magdalena Aldana, DNI 94.146.307
CALAFAT Ana Lelia DNI 13.870.769 (Gral. Roca, Río Negro)
CALBUCOY Ana del Carmen, DNI 16.757.045
CALZADA Marcelo Abel, DNI 14.444.618
CALZADA Raúl Eduardo, DN 13.794.803
CAMACHO LAIME Elizabeth, DNI 94.897.772
CAMILLI Gabriel Aníbal, DNI 16.776.567 (Coronel Mayor (R), Ejército Argentino)
CAMPANELLA María Laura, DNI 24.821.781
CAMPOS Emiliano, DNI 29.319.459
CANO, Carlos Ramón, DNI. 12.038.117 (Ferroviarios de Pie)
CARBONE YAGODNIK Hernán Gustavo, DNI 28.497.440
CÁRCAMO Silvia Noemí, DNI 6.159.131
CARDONA Orellana Gloria, DNI 95.082.108
CARDOZO Mariano, DNI 29.932.042
CARRASCO María Susana , DNI 24.100.942
CARRILLO Ana Silvina, DNI 21.631.687 (Fundación «Dr. RAMÓN CARRILLO»)
CARRILLO Augusto Raúl, DNI 11.008.964
CARRILLO María Cristina, DNI 6.045.256 (Fundación «Dr. Ramón Carrillo»)
CARRILLO María Salomé, DNI 6.545.789
CARRILLO María Verónica, DNI 16.802.674 (Fundación «Dr. RAMÓN CARRILLO»)
CARRILLO Miguel Ángel, DNI 14.217.490
CARRILLO Teresita, DNI 16.432.380 (Fundación «Dr. Ramón Carrillo»)
CARRIZO CARNICEL ROSALIA, DNI 94.339.238
CARRIZO PARI Guillerma, DNI 94.549.228
CARRUEGO Mario Alberto, DNI 40.20.9213
CARZOGLIO, Luis Silvio, DNI 7.663.739 (Presidente de Agrupación Peronista «21 DE JUNIO», Avellaneda)
CASALS Pablo, DNI 25.554.396
CASCELLA Osvaldo, DNI 8.607.532 (TV SINDICAL).
CASCO Norma Graciela, DNI 16.349.166
CASTRO Neri, DNI 1.768.415
CASTRO Walter, DNI 14.566.814 (Actividad naval)
CASTRONUOVO Juan Carlos, DNI 8.790.111 (Carlos Paz, Córdoba)
CEJAS Carlos Clemente, DNI 11.546.543
CAVIASCA Guillermo, DNI 18.390.417 (Docente e investigador UBA-UNLP)
CEJAS Carlos Clemente. DNI 11.546543
CELANO Emilia López, DNI 20.226.677
CEÑAL Adriana Ana, DNI 13.190.798
CËSPEDEZ TERRAZAS Litzi, DNI 94.279.854
CIVEYBEL Ariel, DNI 26.720.687
CÓCERES Gabriel, DNI 23.361.597
COLIMODIO Osvaldo, DNI 4.423.420
COLOM María Cristina, DNI 13.215.727
COMETTO Isabel, DNI 10.240.234 (Carlos Paz, Córdoba)
CONDORI Dovanith Cruz, DNI 94.532.519
CONDORI Eudalia, DNI 94.643.682
CONDORI Rosmery, DNI 94.528.869
CONDORI BALCAZAR Celia, DNI 94.668.051
CONDORI BALCAZAR Celina, DNI 95.502.007
CONTRERAS Elizabeth Yanet, DNI 34.427.359
COPPOLA Silvio, DNI 5.153.070 (Foro Argentino de la Deuda Externa)
CORBACHO Auria, DNI 1.338.246 (Jubilada, CABA)
CORIA Marcela, DNI 21.638.357 (Docente)
COUTO Robi, DNI 17.591.144 (Agrup. Los Patria).
CRESPO María Cecilia, DNI 14.008.880
CRIVISQUI Alejandro, DNI 17.532.045 (Periodista de Formosa-Periodismo Patriótico)
CRUZ CONDORI, Vilma Rosa, DNI 94.532.594
CRUZ Gregoria, DNI 24.248.768
CRUZ MIRTA Fabiana, DNI 28.498.513
CUEVAS María Antonia, DNI 26.842.156 Universidad Nacional de Río Negro)
CURIN Verónica Fabiana, DNI 28.026.610
CHAGARAY Maximiliano Martín Miguel, DNI 22.185.402 (Contador Público)
CHÁVES Daniel Fabián. DNI 26.169.783 (Director Semanario Huellas)
CHÁVES Gustavo Héctor, DNI 11.614.057
CHÁVEZ Mariela, DNI 95.520.098
CHELLEBAUM Celeste Beatriz, DNI 37.764.404
CHICUI RUTH Abigail, DNI 42.479.522
CHINIELLATO Adriana Elsa, DNI 17. 375. 230
CHOQUE COLQUE Simona, DNI 94.719.029
CHOQUE QUISPE Virginia, DNI 95.815.398
DA SILVA Ricardo R., DNI 16.587.647
DAMASCO Luis Asís, DNI 29.434.876 (Foro Patriótico y Popular)
DAMIANI Aliza, DNI 5.988.528. (Diputada /mc/ Santa Fe. Mediadora prejudicial y comunitaria. Defensoría del Pueblo Rosario)
DANELLI Maximiliano, DNI 26.351.095
DARCACHA Ana María, DNI 18.161.675
D’ANTONIO, Fabián Alberto, DNI 17.032.192 (Editor)
DELUCCHI Diana, DNI 14.205.330. (Universidad Nacional de Río Negro)
DE FREIIJO Ana, DNI 5.896.884 (Foro Patriótico y Popular)
DE LA TORRE Raúl Mario, DNI 10.133.698
DE AMBROSIO Matías, DNI 28.563.838
DE LA VILLA Marta Cristina, DNI 6.428.942
DE ROSA Cristian Javier, DNI 22.409.764
DESCALZO Damián, DNI 26.735.403
DIANTI Rosa Beatriz., DNI 4.876.939
DIAZ César Luis, DNI 13. 787. 271
DIAZ Florencia Luciana, DNI 35.171.935
DÍAZ María Alejandra DNI 16.961.159 (Biblioteca Especializada “Malvinas Argentinas”, Santa Clara del Mar, Pcia. de Buenos Aires)
DIAZ Miriam Noemí, DNI 29.212.261
DIAZ Mirta Noemí, DNI 25.722.251
DÍAZ, Orlando Pedro, DNI 12.402.653 (Tucumán)
DIAZ BUSTI Carlos Alberto, DNI 8.272.019 (Movimiento Unidad Nacional Independencia)
DUFOUR Ernesto, DNI 20.620.367 (Docente-investigador UNLa)
DRKOS Jorge, DNI 12.758.706
EGUABURO Cesar José, DNI 4.430.089 (Foro Patriótico y Popular)
ELIZALDE Mario, DNI 12.756.152
ESCALANTE, Luciano, DNI 13.874.008
ESCOBAR Carlos Rubén, DNI 11.031.606
ESCORCIA Pablo, DNI 20.298.786 (Docente universitario. Rosario)
ESCOBAR SALAZAR Miguel Eladio, DNI 25.245.790
ESPINGUINHA Ulises Ariel, DNI 25.128.775
ESPINOLA MIGUELA Concepción, DNI 33.962.163
ESPINOZA Roberto, DNI 23.887.820 (Periodista)
FALCON Dulio Benjamín, DNI 17.283.394 (Ferroviarios de Pie)
FANTI Atilio, DNI 12.104.583 (Rector Univ. Pop. Resistencia)
FARMACHE LEIVA María Teresa Angélica, DNI 12.187.143
FERMIN Gloria Élida, DNI 34.962.385
FERREIRA DE MONGES Irma Ramona, DNI 95.602.769
FIGUEROA LAGOS Gissela Elizabeth, DNI 94.951.927
FLORES Alberto, DNI 39.443.589
FLORES Carnicel Celia, DNI 94.706.845
FLORES Coila Maribel, DNI 94.977.550
FLORES Daniel Ernesto, DNI 29.404.605
FLORES Daniela Agostina, DNI 42.209.089
FLORES Elena Esperanza, DNI 29.226.303
FLORES Mamani Susana, DNI 95.352.881
FLORES Ortiz Marfinda Ana, DNI 95.223.459
FLORES Pinto Martha, DNI 94.672.590
FLORES Tenorio Victoria, DNI 94.089.541
GARAY Antonia Ceferina, DNI 26.449.174
GARCIA GUEVARA Bertha, DNI 95.369.212
GAUTA María Cristina, DNI 33.616.249
GUEICHA Ángela Ana Delia, DNI 20.843.433
GÜENUMAN Paulina Daniela, DNI 40.908.111
GUERRA SAIQUITA Elsa Rosa, DNI 93.096.713
GUERRERO JAZMIN Alejandra, DNI 46.671.756
GUIÑEZ Hugo Daniel, DNI 26.633.048
GUZMÁN María Rosa, DNI 33.467.003
FEDERICO, Gustavo Ariel, DNI 18.125.752
FELIZIA Pablo, DNI 30.292.393 (Periodista. Editor/ director del semanario El Telégrafo de Paraná)
FENOGLIO Abel, DNI 12.948.876 (Centro José Gervasio Artigas, Reconquista Santa Fe)
FERNÁNDEZ Daniel C., DNI 12.278.051
FERNÁNDEZ Jorge Ramón, DNI. 18.477.193 (Ferroviarios de Pie)
FERNÁNDEZ Nélida Graciela DNI 11.416.733
FERNÁNDEZ Oscar, DNI 16.087.123 (Ferroviarios de Pie)
FERNÁNDEZ Pablo Luis, DNI 23.425.858 (Comisión Directiva, Instituto Domingo Jorge Collia)
FERRARI IRISARRI Luis Eduardo, DNI 13.968.475 (Universidad Nacional del Comahue)
FIDANZA Viviana Inés, DNI 11.759.729
FIGUEROA Ángela Adelina, DNI 6.544.080 (Jubilada)
FIGUEROA Rodrigo José, DNI 35.591.560 (Profesor en secundaria, Provincia de Bs.As.)
FLOCCO Mariela Paola, DNI 25.370.444
FORERO Néstor, DNI13.566.133 (Foro Argentino de la Deuda Externa)
FORMENTO Walter, DNI 16.274.266
FREYRE Carlos, DNI 18.046.402
FRITZLER Javier Federico, DNI 17.724.375
GAIDO Alfredo Alberto, DNI 23.906.298
GALARZA Juan José, DNI 13.976.595 (Agrupación Volver a Perón)
GALERA Eduardo Sergio, DNI 14.992.178
GALÍNDEZ Roberto, DNI 10.147.636 (Foro Patriótico y Popular)
GALVÁN Miguel, DNI 8.084.915 (Presidente de la filial Tucumán, del Instituto Sanmartiniano del Perú en Argentina)
GARAY Daniel, DNI 14536848 (Periodista, Río Grande, Tierra del Fuego)
GARCIA Fernando, DNI 30.008.844
GARCÍA María Victoria E., DNI 17.631.605 (Río Negro)
GARCIA DE CARRIZO María Cruz, DNI 95.972.901
GARZÓN Jorge Alejandro, DNI 23.359.624 (Presidente de Unidad Popular de Santa Cruz)
GASCÓ Oscar DNI 8.487.698
GENTILE Sergio Adrián, DNI 16.009.844 (CONICET/CIIPME).
GEREZ Silvio Marcelo, DNI. 20.314.140 (Ferroviarios de Pie)
GESUALDI Luis Alberto, DNI 16.059.415
GHILINI Horacio, DNI 10.230.775
GIANA Marta Mónica, DNI 5.591.288
GIAQUINTA Daniel, DNI 16.699.338
GIORGIS Alberto, DNI 12.859.767
GIULIANO Héctor, DNI 4.406.405
GOLINI Lucas Javier, DNI 33.115.171 (Polo Industrial de Luján INLU)
GÓMEZ Gabriel Hernando, DNI 13.914.951
GÓMEZ Héctor, DNI 7.701.918
GÓMEZ Jorge Alberto, DNI 13.685.375 (Biblioteca Especializada “Malvinas Argentinas”, Santa Clara del Mar, Pcia. de Buenos Aires)
GÓMEZ Virginia DNI 25.666.585 (Docente)
GONZÁLEZ Carmen, DNI 14.144.424 (Periodista, San Luis)
GONZALEZ Eugenia, DNI 30.980.971
GONZÁLEZ Julio César, DNI 17.019.163 (Ministerio de Educación y Derechos Humanos, Río Negro)
GONZÁLEZ ASUREY Luis Alberto, DNI 11.386.657 (Poeta y músico)
GONZALEZ BARBIERI Carlos, DNI 5.081.288 (Director Academia de Formación de Cuadros para el Movimiento Nacional)
GONZÁLEZ BARBIERI Miguel Alejandro, DNI 22.467.789
GOTTE Luis, DNI 20.041.255
GRASSO Angélica Beatriz, DNI 10.159.686
GRILLO Manuel Orlando, DNI 12.722.057 (Villa Mercedes, San Luis)
GROSHAUS José DNI 11.121.840 (Psicólogo Social, Córdoba)
GUERRERO Carlos Alberto, DNI 25.047.042 (Carmen de Patagones, Pcia de Bs. As.)
GUIDI Dionela, DNI 32.378.614 (Delegada DPPyP UNLa)
GULLO OMODEO, Juan Marcelo, DNI (Escritor, docente, polítólogo. Rosario)
GUTIÉRREZ Karina, DNI 22.466.745 (62 Organizaciones Gremiales Peronistas)
GUTIK Claudio Adrián, DNI 21.526.621
GÜTTNER Carlos H., DNI 23.468.102 (Renacimiento Nacional)
HARISPE Gastón, DNI 20.750.605 (Movimiento Octubres. Peronismo de la Soberanía)
HELMFELT Betania Daniela, DNI 26313502 (MLN Córdoba)
HEREDIA Osvaldo A., DNI 10.219.753 (Foro Argentino de la Deuda Externa)
HERNÁNDEZ Daniel José, DNI 27.598.653
HERNÄNDEZ Karina Alejandra, DNI 46.534.811
HERNÁNDEZ Silvia María, DNI 4.507.929 (Médica jubilada)
HERNÁNDEZ Verónica Paola, DNI 46.534.809
HERRERA, Héctor Víctor, DNI. 16.681.038 (Ferroviarios de Pie, Bahía Blanca)
HERRERA Martín Elías, DNI 43.480.843
HONORES Laura Beatriz, DNI 28.466.718
HUENCHUEQUE María Cristina, DNI 28.637.393
IGNACIO Cristela Maricel, DNI 21.540.074
IGNACIO ÍItalo Argentino, DNI 31.475.411
ILLANES Claros Edith Jazmín, DNI 44.794.783
IGLESIAS Sebastián DNI 30.424.867
INFANTE CAMAÑO Juan Domingo, DNI 24.881.801 (Fundación «Dr. Ramón Carrillo»)
IRIGARAY Fernando, DNI 17360367
IRISARRI Luis Eduardo Ferrari, DNI 13.968.475 (Dpto Geografía Univ Comahue)
ISASMENDI Héctor Raúl, DNI 16.336.951 (Soldado aeronáutico clase 63)
JELUSICH Gustavo Javier, DNI 35.383.239 (Trabajador Petrolero y músico)
JENKS Lía Claudia, DNI 39.442.508
JENKS Margarita Tatiana, DNI 37.994.146
JORA Agustina, DNI 94.912.331
JORGENSEN Susana Berta, DNI 4.164.919 (Río Negro)
JUÁREZ Ricardo, DNI 23.846.549
JUÁREZ CAMPOS Nicolás Roberto, DNI 8.467.232 (Corriente Belgraniana, Salta)
JURADO Jorge, DNI 20.021.360
KARALITZKY Damián, DNI 30.082.667 (Coordinador del Proyecto «Malvinas en Tu Barrio»)
KEENA Mariano, DNI 25.926.502
KORKES, Georgina, DNI 30.082.564 (Docente, UNLa)
LAIME ZARATE María Margarita , DNI 95.721.881
LARRAGGIONE Pedro Adrián, DNI 22.915.925
LARRORY Silvia, DNI 11.078.495
LAUNAY Luis Oscar, DNI 7.829.866
LECCHI Agustín, DNI 31.896.803 (Sec. Gral. SIPREBA)
LERA Máximo, DNI 7.010.571
LERENA César Augusto, DNI 8.704.230 (Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana)
LESCANO Daniel Eduardo, DNI 13.053.933 (Cruz del Eje, Córdoba)
LEZCANO VILLANUEVA Yanina Elizabeth, DNI 95.063.041
LIEMICH Octavio Abel, DNI 18.526.924
LIENDRO Carlos DNI 13.443.530 (Psicólogo, Prov. Bs. As.)
LILLO MANSILLA Ruth Mabel, DNI 24.811.345
LOMBARDO Diego Nicolás, DNI 34.482.500
LÓPEZ Carlos Alberto, DNI 8.481.065 (Director de la Cátedra Libre Malvinas Argentinas UTN-FRLP)
LÓPEZ Carlos Javier, DNI 27.089.834
LÓPEZ Daniel Alejandro, DNI 16.145.171
LORENTE Elvecia, DNI 12.165.650 (Médica, San Luis)
LOURÉS Virginia Nora, DNI 10.138.989
LOZITA Juan Manuel, DNI 28.428.213 (Presidente de la Fundación 20 de Noviembre)
LUALDI Eduardo Mariano, DNI 13.654.499 (Foro Patriótico y Popular)
LUCERO Esteban, DNI 4.516.358 (dirigente político)
LUCERO Horacio, DNI 27.580.262
LUX Juan Manuel, DNI 24.733.327
MAFFEIS Roberto, DNI 7.604.339
MAGIRENA Ariel, DNI 16.979.082
MAGNO Carlos, DNI 23.032.255 (Docente Sec. Gremial ATECH Chubut)
MANCILLA Erika Karina, DNI 42.209.283
MANSILLA Daniela Tamara, DNI 39.438.720
MANSILLA Micaela Janet, DNI 43.934.560
MANSILLA Rocío Belén, DNI 42.408.737
MANRIQUE Diego Abel, DNI 35.384.424
MALDONADO Roberto Juan, DNI 24.998.090 (Secretario General APINTA, Seccional Anguil),
MALDONADO CLAURE Ramiro, DNI 14. 708.578
MALOBERTI Carina, DNI 22.964.333 (ATE)
MAMANI Cayo Ermelinda, DNI 95.010.908
MAMANI María Paula DNI 21.586.768
MAMANI ALVAREZ Liliana Virginia, DNI 94.696.395
MAMANI CALDERON Quintina, DNI 94.598.295
MAMANI CHAMBI Genoveva, DNI 95.099.834
MAMANI MOLINA Santuza, DNI 94.906.551
MAMANI RODRIGUEZ Efraín César, DNI 95.790.274
MANCINELLI Edgardo José, DNI 20.180.418
MARGELICH Ricardo, DNI 21.706.813 (Docente y Prefecto del SPB)
MARINELLI Álvaro, DNI 31.061.223
MARIONI Humberto, DNI 6.556.208 (Foro Patriótico y Popular)
MARTÍN Marcelo Adolfo, DNI 13.108.631
MÁRQUEZ Manuel, DNI 7.080.494
MARTÍNEZ Andrés Ciro, DNI 20.005.013
MARTÍNEZ Angélica Soledad, DNI 33.681.220
MARTINEZ, Marleny, DNI 94.698.660
MARTÍNEZ Yolanda Isabel, DNI 29.933.024
MARTÍNEZ Vanina Tatiana, DNI 41.996.447
MARTINEZ CORREA Cecilia, DNI 92.94.506
MARTÍNEZ DE PHILIPPEAUX Virginia del Valle DNI 4.595.375 (Foro Patriótico y Popular)
MÁRQUEZ Horacio Fabricio, DNI 18.305.332
MARZOCCHI Victorio Ángel, DNI 8.508.162
MAURI Eduardo Javier, DNI 16.215.694
MAURI, Julieta Luna, DNI 45.608.997
MAURI Malena Lourdes, DNI 44.337.027
MAZZIERI Diego, DNI 33.868.809
MAZZITELLI Mario, DNI 12.666.947
MEDRANO Jorge Omar, DNI 13.979.166 (Presidente de la Asociación Civil Ferroviarios de Pie)
MEINARDY Mario, DNI 8.500.480
MELAJ María Magdalena, DNI 10.730.744 (Ama de casa. Esposa Soldado movilizado)
MELARA Pablo, DNI 22.007.905 (Docente, Mar del Plata)
MELE Marcos Manuel, DNI 33.985.478. (Docente UNLa)
MELGAREJO Hugo, DNI 11.122.026 ((Renacimiento Nacional)
MELIÑANCO GALAZ María de los Ángeles, DNI 44.146.868
MENCHACA Omar, DNI 12.030.196 (Jubilado Fanazul)
MENCHACA YAMPA Catalina, DNI 94.866.030
MÉNDEZ Daniel, DNI 12.782.483
MENDOZA Marcela Liliana, DNI 31.211.682
MENDOZA Nimia Isaura, DNI 41.219.202
MENDOZA Yanina Judith Luciana, DNI 40.820.217
MENDOZA MAMANI Santos, DNI 95.629.182
MENDOZA SULLCA Soledad, DNI 95.108.147
MENECES HERRERA Eustacia, DNI 95.180.963
MERCADO Ana, DNI12.922.109 (Dir. Esc. de Psi. Soc. Neuquén)
MERCADO CLAROS Arminda, DNI 93.936.875
MERCADO ROJAS Rosmery, DNI 94.525.963
MESTORINO Walter, DNI 8.383.723 (Coord.GIA Mendoza)
MICUCCI Horacio, DNI 4.644.318 (Foro Patriótico y Popular)
MILLANAHUEL Rodrigo Lucas, DNI 43.825.730
MIKHNÓ Oleg, DNI 10.111.364 (Miembro de Grado del Instituto de Derecho Constitucional del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal)
MIGO Luis Benigno, DNI 4.635.869 (Foro Argentino de la Deuda Externa)
MILANO Analía, DNI 13.708.899
MICHELI Ricardo, DNI 8.565.285
MILITELLO Yanina, DNI 33.401.429
MILLALONCO María Cristina, DNI 20.211.773
MILLANAHUEL Brian Emanuel, DNI 41.722.458
MILLANAHUEL Rodrigo Lucas, DNI 43.825.730
MILLAPI Andrea Celeste, DNI 37.347.636
MILLAPI Matías Daniel, DNI 40.208.233
MILLAPI Daniela Leticia, DNI 36.393.205
MIRALIA César Leonel, DNI 27.024.694 (Docente nivel secundario y terciario)
MITTON Ángel Gabriel, DNI 25.557.147
MOLINA MARTÍNEZ Elza, DNI 95.844.484
MOLINA TORRES Claudio Fabián, DNI 35.090.915
MOLINA VILLA Teresa, DNI 93.930.298
MONAGO LÓPEZ Nelly, DNI 94.520.114
MONSALVES Natalia Vanesa, DNI 33.222.434
MONTAÑO ALCOCER Nicolasa, DNI 94.668.260
MOLINA María Jimena, DNI 32792260 (Docente Univ. AT Prov. de Bs.As.)
MOLINARI Lucas, DNI 30.278.528
MOLTONI Estela, DNI 12.875.579 (Médica, San Luis)
MONARCA Martha, DNI 3.688.537
MONTAÑO NAVARRO Antonia, DNI 94.566.602
MONTIEL Jessica Celeste, DNI 38.955.071
MORALES Fernando Adrián, DNI 33.466.955
MORALES Rosaria Lida, DNI 34.782.411
MORENO Víctor Gabriel, DNI 2.016.227
MOSQUERA GARCIA Celida,.DNI 95.493.795
MORALES Juana Menacho, DNI 94.020.949
MORO Antonio Segundo, DNI 11.563.992
MORO Luis Alberto. DNI 23.676.666
MOUTEIRA Ramiro Javier, DNI 12.280.559 (Lic. en Historia UBA)
MOYANO Pablo Oscar, DNI 14.316.507
MÜLLER Martín, DNI 26.838.725 (Docente, plástico, investigador. Esquel)
MUÑOZ Ariel, DNI 25.955.046 (Concejal Frejupa, Victorica, La Pampa)
MUÑOZ Damián, DNI 24.753.149 (Observatorio Malvinas, UNLa)
MUÑOZ Daniela Vanesa, DNI 37.994.119
MUÑOZ Daniela Alejandra, DNI 42.408.598
MUÑOZ Graciela Carolina, DNI 44.084.063
MUÑOZ Valeria Elizabeth, DNI 40.383.791
MUÑOZ AZPIRI José Luis, DNI 13.416.829
MURPHY Daniel Esteban, DNI 23.032.288 (Docente, Sec. Gral ATECH)
MURUCHI MAMANI Evelyn Griselda, DNI 41.353.331
MURUCHI MAMANI Belén Micaela, DNI 43.678.469
MUSCIA Luis, DNI 4.445.918
NAHUEL Marcela Susana, DNI 29.858.138
NAHUELCHEO Rocío Ailen, DNI 40.206.911
NAHUELQUIR Leocadia del Valle, DNI 39.443.588
NAHUELQUIR Gabriel Alejandro, DNI 39.443.583
NAHUELQUIR Johanna Magali, DNI 38.803.851
NAHUELQUIR Juana Ludmila, DNI 43.754.667
NAHUELQUIR Milton José, DNI 43.754.688
NARDOZZA, Roberto Daniel, DNI 14.009.253 (Jubilado)
NAVARRO Alexis Daniel, DNI 43.934.572
NAVARRO Betiana Elizabeth, DNI 37.150.091
NAVARRO Gonzalo, DNI 27.155.137
NIETO Jorge David , DNI 29.858.227
NOVO Elena, DNI 16.684.794 (Córdoba)
OLAVARRIA GONZALEZ ANDRÉS EZEQUIEL. DNI 38799145
OLGUIN Facundo Nicolás, DNI 37.954.061
OLIMA Ramón Gregorio, DNI 31.773.249
OLIVERA Sirley, DNI 13.343.920
OLIVERA Teresa Irene DNI 16.686.559 (Coord. GIA. San Martin, Mendoza)
OLMOS GAONA Alejandro, DNI 8.479.682
OLMOS RACH Juan Manuel, DNI. 22.786.826 (Ferroviarios de Pie)
ORTEGA Federico Ezequiel DNI 36.630.084 (Prof. de Historia. Observatorio Malvinas-UNLa)
ORTELLADO María Inés, DNI 17.999.195 (Lic en Acompañamiento Terapéutico, Santa Rosa, La Pampa)
ORTEGA CARRIZO Aribel, DNI 95.359.051
ORTEGA CARRIZO Silvia, DNI 95.359.043
ORTIZ Carlos Andrés, DNI 8.102.446
OSSORIO Alfredo A., DNI 4.435.124 (Profesor y Director del Centro de Estudios en Planificación, Estrategia y Gestión Pública-UNLa).
OTAL LANDI Ariel Julián, DNI 28.753.701
OTTONE Jorge, DNI 11.386.532
OYHENART Edgardo, DNI 8.533.022 (Jubilado)
OYHENART Jorge Raúl, DNI 10.230.940 (Jubilado, La Plata)
OYARZUN Gisela Vanesa, DNI 36.307.460
OYARZUN María Ester, DNI 22.632.955
OVANDO DE SERRANO Avelina Lampa, DNI 94.673.460
OVIEDO Gustavo Daniel, DNI 21.868.142
PADRÓ Raúl, DNI 11.076.818
PACO Mamani Cristina, DNI 94.161.091
PÁEZ Hugo Alberto, DNI 16.168.138
PARABA Flores Alejandra Vanesa, DNI 95.204.968
PARCERO Daniel 11.714.115
PAREDES Enriqueta, DNI 92.584.371
PARGA Marcos, DNI 8.287.033
PARIENTE César Marcelo, DNI 23.297.409 (Secretario General de ASIMM y de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas)
PARRA Dalma Anahí, DNI 37.347.605
PARRA Cristela Maricel, DNI 38.806.289
PARRA María Rosa, DNI 36.903.324
PASOTTI José Luciano, DNI 20.203.783 (Sindicato Obreros del Caucho-62 Organizaciones Gremiales Peronistas)
PASSARINI Mario A, DNI 7.736.967
PATAGUA Antonela Mailén, DNI 44.815.891
PATAGUA Daiana Noelia DNI 41.401.724
PAZ Abdul Karim, DNI 13.881.684 (Sheij-Miembro del Consejo Religioso de la Federación de Entidades Islámicas de la República Argentina -FEIRA)
PAZ Nancy Beatriz, DNI 36.853.984
PECCINETTI Adriana, DNI 22.979.975 (Trabajadora Social)
PEDELHEZ Miguel, DNI 7.309.810 (62 Organizaciones Gremiales Peronistas)
PEÑA, Yoselie Alejandra, DNI 39.439.579
PEÑAS Callapa Alberta, DNI 94.944.091
PELLEGRINI Jorge Luis, DNI 4316968
PEÑA Gerardo Luis, DNI 13.305.905
PERALTA Sergio, DNI 12.756.782
PEREIRA Mónica Cecilia, DNI 17.195.059 (Lic. en Trabajo Social, Río Negro)
PEREIRA Oscar, DNI 20.242.227
PEREIRA Walter Gustavo, DNI. 21.454.378 (Ferroviarios de Pie)
PÉREZ Félix Manuel, DNI 11.934.404 (Río Tercero, Córdoba)
PÉREZ Mabel Viviana, DNI 25.697.306
PÉREZ Martín DNI 20.620286 MOPOSI Morón
PÉREZ Martín Ezequiel, DNI 44.626.949
PÉREZ HELTNER Eduardo Oscar, DNI 14.367.267
PEREZ MENESES Ayda, DNI 94.048.651
PESTANHA Francisco José DNI16.920.144
PI Mariano, DNI 27.240.630 (Organización Par a la Liberación Argentina)
PICCONE Néstor, DNI 10.591.278 (Periodista)
PIERGENTILI Stella Maris, DNI 12.680.429 (Docente, Río Negro)
PIETRANGELI María Inés, DNI 5.807.199
PIRIS César, DNI 18.762.864 (Docente, San Luis)
PISARELLO María Cecilia, DNI 12.471.960
POLICELLA Daniel, DNI 14.972.068 (Ex conscripto naval clase 1982 y actual personal superior (civil) en la Armada Argentina)
PONCE Pablo, DNI 23.822.187 (Gastronómico)
POÓ Carlos Mariano, DNI 23.236.574, (Foro Argentino de la Deuda Externa)
PORTERO Jorge Luis, DNI 12.289.792
PRESA Norma Susana, DNI 5.459.975
PROTTI Atilio César, DNI 20.101.183
PUNTEL Claudio Guido, DNI 17.076.489 (Foro Argentino de la Deuda Externa)
QUELINCOY SANDRA Mabel, DNI 20.844.195
QUEZADA CARLOS Manuel, DNI 41.722.067
QUIÑONES Rodrigo, DNI 39.700.901
QUIROGA Andrea Soledad, DNI 30.936.313
QUIROGA CLAUDIA Alejandra, DNI 32.697.392
QUIPILDOR LIDIA Janet, DNI 33.090.820
QUISPE PACHACOPA Alejandra, DNI 94.651.944
QUISPE PACHACOPA Inés
RACHID Jorge DNI 4.623.812
RAFFOUL Norberto, DNI 4.424.244
RAMIREZ Diego Eloy, DNI 29.521.835
RAMÍREZ Guillermo, DNI 24.876.723 (SOMU)
RAMOS ELENA Ysabel, DNI 20.072.264
RECALDE Ramón, DNI 13.943.350
RENGIFO Marleni Alejandro, DNI 94.426.014
REQUEJO Isabel DNI 6.184.649 (Psicóloga, Tucumán)
REY José, DNI 20.729.486 (Movimiento Peronista Auténtico).
REYES Fernando Daniel, DNI 14.711.991 (Médico, San Luis)
RICCA Juan Carlos, DNI 11.952.584
RICHARDS Juan Carlos, DNI 32.507.404
RIENZI Daniel, DNI.8.268.233.
RIVAS, Hugo, DNI 16.466.496
RIZZO Oreste Pablo, DNI 17.778.531 (Docente)
RIVERO Guillermo José, DNI 5.875.583 (Fundación «Dr. Ramón Carrillo»)
ROBLEDO, Guillermo, DNI 13.754.752 (Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe)
RODAS Matías, DNI 35.919.414 (Historiador, becario doctoral de CONICET)
RODRIGUEZ Eulalia, DNI 9.587.1740
RODRÍGUEZ Felipe Santiago, DNI 14.602.992
RODRÍGUEZ José Gabriel, DNI 38.170.113
ROJAS MOLINA Tamara, DNI 26.152.629
ROLDÁN Laura María, DNI 11.933.014
ROMERO Martin Oscar, DNI 12.602.372
ROSELLI Marco Aurelio, DNI 20.186.974 (Director del Instituto Superior Dr. Arturo Jauretche de Merlo, Provincia de Buenos Aires).
ROSSELLI Rodolfo, DNI 8.071.563
ROTTA Alejandro, DNI 14.175.598
RUBINO Grisel Patricia, DNI 26437103 (Bibliotecaria/ Centro de Información Eduardo Savino Centro Atómico Constituyentes CNEA)
RUGGIERO, María Eva, DNI 18.553.196
SÁENZ Carlos, DNI 10.732.892 (Médico. Ex legislador Prov. Chubut)
SAIN Rosario Anabell, DNI 41.362.655 (Universidad Nacional de Santiago del Estero)
SALCEDO Elio Noé, DNI 11.276.538 (Jubilado)
SANTILLÁN Félix Enrique, DNI 7.998.811
SANTOS Darío, DNI 12.999.920 (Comerciante, Río Negro)
SARMIENTO Jorge Diego, DNI 27.284.136
SANTOS Carina, DNI 23.316125
SANTILLÁN Carlos «Perro», DNI 8.468.875 (Sindicalista SEOM Jujuy)
SANTILLÁN Félix Enrique, DNI 7.998.811 (Córdoba)
SANTOS Hugo Alberto DNI 12.776.559
SASSETTI Fernando, DNI 24.559.640 (Foro Patriótico y Popular)
SCARAFIA Jorge Alejandro, DNI 14.839.658 (Vocal de la Fundación Villa Allende Solidaria, miembro de la Universidad Popular Brigadas Vanni)
SCARANO Susana, DNI 6136686 (Lic. T. Social, Chubut)
SCHIAVETTI Marcelo, DNI 16.059.083
SECCHI Antonio Hildebrando, DNI 16.764.836
SILVETTI Alberto Antonio DNI 8.235.414
SOAJE PINTO Juan Manuel, DNI 13.417.278
SOLERES Pablo A., DNI 29.855.969
SOLIS Carlos Víctor, DNI 4.446.510
SOLIS Cristina, DNI 6.282.330
SOSA Horacio Gabriel, DNI 23.155.725 (Trabajador de la Escuela Secundaria Pública y en contexto de encierro: e integrante de la Comisión de Archivo de la Mesa de Trabajo del ex CCDTyE Pozo de Banfield)
SOSA Marcelo, DNI 25.092.744 (Diseñador gráfico)
SOSA Rosa Hilda, DNI 22.390.746 (Enfermera)
STEIN Enrique, DNI 5.620.955 (Médico y Psiquiatra. Atención a Veteranos de Guerra de Malvinas, Univ. Nac. del Comahue )
STOYANOFF Magalí, DNI 25.280.606 (Docente, Secretaria Comunicación Reg. Sur Atech)
STROK Luis Felipe, DNI 4.520.193 (Arquitecto)
SUÁREZ CARRILLO Federico Manuel, DNI 25.965.038
SZCZYGOL Elizabeth Susana, DNI 17.371.800 (Docente, Río Negro)
TAHA Beatriz, DNI 13.150.942
TEDESCO Saverio, DNI 4.697.667 (Médico, Chubut)
TEGLIA DAL POGGETTO Marcos Emiliano, DNI 38.536.487TENORIO Mayerly Cruz, DNI 46.981.025
TERZAGA Gustavo Matías, DNI 26.728.068 (Presidente de la Comisión de Desarrollo Cultural e Histórico Arturo Jauretche de la Ciudad de Río Cuarto, Córdoba).
TOBAL Sonia, DNI 11.529.263 (Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe)
TORRES Anselmo, DNI 17.240.147 (Rector de la Universidad Nacional de Río Negro)
TORRES Mirta, DNI 11.128.620
TORRES Ricardo, DNI 4.979.167 (Médico legista. San Luis)
TORRICO Francisca Andia, DNI 95.001.653
TRUJILLO Héctor, DNI 5.519.084
URRUTIA Oscar, DNI 13.919.034
URTIAGA Gabriel Alejandro, DNI 25.918.060
YAPUR Ester J., DNI 4.823.096 (Foro Santafesino por la Salud y el Ambiente. Santa Fe Ciudad)
URDINEZ Guillermo, DNI 8.527.990
VALENTINI Juan Domingo, DNI 16.599.820
VARELA Adriana, DNI 16.114.536.(ISFD N 11, Lanús)
VEGA RIVERAS Daniela, DNI 31.929.581 (Universidad Nacional de Río Negro)
VELÁZQUEZ Miguel Ángel, DNI. 20.013.288 (Ferroviarios de Pie)
VERNET Jimena Soledad, DNI 30.895.784 (Chozna del Gobernador Luis Vernet)
VILLANUEVA Ernesto, DNI 4.521.085
VILLATORO Gastón Eduardo, DNI 23.072.952
VIOR Eduardo J., DNI 8.298.514
WASSAN Javier, DNI 27.079.824
ZACCAGNINI, Jorge, DNI 7.752.108
ZARA Marisa, DNI 17.838.240 (Lic. en AT Prov. Bs.As.)
ZAVALLA Carlos María, DNI 11.076.511
ZAYAS FERREIRA Germán, DNI 92.199.407
ZORZI Ricardo Gustavo, DNI 14.998.270
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Nuestro país enfrenta una de las crisis más profundas de toda su historia. Pero resulta que no es una crisis coyuntural más, cíclica, sino el resultado de un proceso de desintegración nacional que se profundiza casi sin pausas desde el 24 de marzo de 1976 cuando el país fue sometido a una reconfiguración económica, política y cultural orientada a su sometimiento definitivo al capital financiero internacional. Lo que hoy presenciamos no es una crisis más, es la fase final de un modelo que lleva casi 50 años destruyendo la Argentina.
Pero la crisis no es solo económica o política, es primero cultural. Y, en efecto, el objetivo del trastoque deliberado de nuestro sentido histórico es el ocultamiento del crimen oligárquico. Desde la historia oficial de Mitre hasta la prédica colonial y cipaya de baja estofa de nuestros tiempos, el relato ha sido siempre el mismo: el país nació dependiente y está condenado a seguir siéndolo. Nos cuentan la historia de una Nación imposible, siempre al borde del colapso, como si fuera su naturaleza misma la que la empuja al fracaso. Al respecto, no falta nunca un argentino medio de fuerte vocación aspiracional sentado a la punta de la mesa, decir que “el problema de la Argentina somos los argentinos, que esto afuera no pasa”.
Malvinas
Malvinas fue el último gran acto de soberanía de la Argentina moderna, pero en su análisis, se omite el hecho de que el avance de una causa no está determinado exclusivamente por quienes la conducen, sino por el impulso y la esencia misma de su realidad histórica. Esta incomprensión es la que funda el prejuicio antimilitarista que pretende hacernos sentir seguros, completamente indefensos. Sin embargo, la Guerra de Malvinas fue, en su naturaleza política, la antítesis de todo lo que la dictadura había sostenido, promovido y ejecutado en términos antinacionales. El pueblo y los trabajadores organizados lo entendieron perfectamente en un momento de profunda autoconciencia popular en aquellas plazas de marzo y abril de 1982, en repudio contra la dictadura y luego apoyando la reconquista de nuestro territorio, respectivamente. Pero esta aparente contradicción es precisamente el tipo de paradoja ante la cual las élites intelectuales progresistas suelen quedar desconcertadas, incapaces de reconciliar su marco teórico enciclopedista con la complejidad del suceso histórico. Por eso afirman que el pueblo se equivocó. ¡La pucha!
Lo cierto es que en el minusvalidante relato impuesto, Malvinas es reducida a un episodio irracional de la dictadura, deshistorizada y desvinculada de su verdadero contexto y, producto de ello, emerge la imposibilidad de la valoración correcta respecto de los intereses geopolíticos concretos de las potencias occidentales que justifican su presencia en nuestro Atlántico Sur, y la identificación de sus antecedentes en la línea histórica para completar el cuadro, como las invasiones inglesas de 1806 y 1807 o la ocupación ilegítima británica de 1833. Vale decir, en su real dimensión, Malvinas es un eslabón más en la continuidad histórica de la lucha por la independencia y, en términos subjetivos, un hecho irreductible en nuestra identidad nacional que proporciona al pueblo con todo su vigor, la autoestima necesaria para la forja de la convicción suficiente para autodeterminarse. Pero esto no se ha comprendido de manera clara e integral y, evidentemente, la falta de brújula que permite situarnos en tiempo y forma, disminuyó el potencial político que necesita ser antecedido por un diagnóstico racional.
El 2 de abril de 1982, por primera vez en décadas, el país dejó de mendigar y tomó la historia en sus propias manos. Y esa cruzada contra la OTAN, no resultó gratis.
Terminada la guerra, el imperialismo no castigó a la dictadura, castigó a la Nación. La derrota de Malvinas inauguró para la Argentina un estado democrático formal como dispositivo sutil y eficaz de sujeción colonial en su despliegue multidimensional: en lo historiográfico, en lo político, en lo económico, jurídico y normativo, en lo geográfico y en lo cultural. La división, el mareo y la desorientación ideológica del conjunto, es su resultado.
Pregunta: ¿Dónde se encuentra el centro geográfico de la Argentina?. Una inmensa mayoría encuestada dirá: “cerca del Cucú, en Villa Carlos Paz”.
La estafa del Estado democrático
Nuestra política no puede reducirse a disputas institucionales vacías ni a la simple conservación de un andamiaje democrático desprovisto de contenido real. Una democracia puramente formal basada en el sostenimiento de estructuras que no representan la voluntad popular, es apenas una fachada de legitimidad que sirve para perpetuar el poder de quienes controlan el sistema desde las sombras. La verdadera democracia no se agota en la rosca del parlamento, en una justicia domesticada o en la “libertad de prensa”, sino que reside en el ejercicio efectivo del poder por parte del pueblo. La democracia real es el ejercicio del poder por las mayorías populares, no un simple ritual electoral que legitima el saqueo del país con la naturalización de la alternancia. En síntesis, 50% de pobreza institucionalizada en el país desde el retorno de la democracia hasta hoy. Y la verdad es que el peronismo encuentra su razón vital en el Estado soberano, con industria pesada, astilleros y flota mercante propia, fabricaciones militares, orientación del crédito para el desarrollo nacional, FFAA en alianza con el pueblo, sindicatos, obra pública, etc. Todo lo que se viene destruyendo sistemáticamente con el tiempo. ¡ Ahh, pero que instituciones tenemos!
La dictadura y sus enseñanzas
Nos enseñaron que la dictadura fue obra de los milicos, pero ¿quién la financió? ¿Quién redactó sus leyes económicas, que siguen vigentes hasta hoy? ¿Quiénes se quedaron con el país mientras el pueblo era perseguido, torturado y desaparecido?. No fueron los Videla ni los Massera los que saquearon la Argentina- inteligencia militar son términos contradictorios cuando la formación castrense es cipaya y antinacional- sino los mismos apellidos de los civiles que incluso nos gobiernan, disfrazados de republicanos. Decimos con esto que la dictadura de 1976 no fue un golpe del “partido militar”, sino la ofensiva definitiva de la histórica oligarquía para aniquilar el Estado peronista, desarticular la organización obrera, diezmar a una generación a fuerza de terror e imponer un nuevo modelo de acumulación basado en la valorización financiera y la extranjerización de la economía. Recuperar en el tiempo lo que Perón en parte les arrebató; una vil reacción al 17 de octubre de 1945, que nos desliza en el tiempo hacia el bombardeo de 1955 como antecedente para entender lo que nos pasó.
Con el retorno de la democracia, muchos de los responsables militares del genocidio fueron juzgados, pero los verdaderos artífices del plan de devastación –integrantes de los directorios de las grandes corporaciones nacionales y extranjeras como TECHINT, ACINDAR, CLARÍN, BUNGE & BORN, INGENIO LEDESMA y MERCEDES BENZ– quedaron impunes, o peor aún, ocuparon la presidencia de la Nación o la consideraron un “puesto menor”.
Con la caída de la dictadura, Alfonsín, lejos de reconstituir una estructura militar nacional ante la posibilidad que emergió de la experiencia misma de la guerra- y si, Radical- prefirió apoyarse en el viejo ejército liberal del 55, asegurando la continuidad del modelo de subordinación y permitiendo que los verdaderos beneficiarios del golpe del 76 siguieran dominando la escena. Geopolíticamente, la desmalvinización fue una estrategia deliberada con un propósito económico y político claro: integrar a la Argentina en la arquitectura del nuevo orden global del capitalismo financiero encabezada por el presidente norteamericano Ronald Reagan y la Primer Ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, que surgió tras la caída de la URSS. Su mensaje es inequívoco: la resistencia está prohibida, la subordinación es el único camino y cualquier intento de autodeterminación y desafío al orden global será castigado.
Fue recién con Néstor Kirchner que se empezó a desmontar el andamiaje simbólico de la dictadura, bajando los cuadros de los genocidas y promoviendo juicios e imputaciones que revelaron la complicidad civil en el terrorismo de Estado, por caso, la pugna con CLARÍN, Magnetto y el tema de Papel Prensa. Sin embargo, el kirchnerismo careció de un programa integral, de visión y de voluntad política que se propusiera arrancar de raíz el poder de los grupos económicos que fueron el núcleo organizador del golpe.
Sin prejuicios ni limitaciones. La construcción de un verdadero proyecto nacional en esta Argentina exige dos premisas fundamentales como pilares de su sustentación: la recuperación de unas Fuerzas Armadas con doctrina nacional y el enfrentamiento directo contra la oligarquía; asumir que no somos “distintos” o “rivales políticos” en términos republicanos, sino que estamos en guerra con ellos, ya que no podemos convivir ni se los puede domesticar. Al no avanzar en esta dirección, y más allá de un puñado de importantes medidas nacionales que disputaron terreno a los agentes de la usura local e internacional (Fondos Buitres, AFJP, YPF, Aerolíneas Argentinas, trenes, etc), los Kirchner dejaron intacta la estructura de poder, por caso, la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz, que era civil.
En términos históricos, el gran obstáculo para la construcción de un Estado Nación soberano en la Argentina, nace de la fibra de la miserabilidad humana de los sin patria, que ha sido, desde siempre, el desprecio de las clases dominantes hacia el pueblo. Esa élite portuaria nunca quiso gobernar al conjunto ni a toda la extensión del país, sino administrar la dependencia con la lógica rentista del siglo XIX. Más acá en el tiempo, sus hijos y sus nietos, de Alsogaray a Milei, pasando por Martínez de Hoz, Cavallo, Macri y Caputo, se suceden figuras que expresan la misma matriz antinacional: la negativa a construir un proyecto propio y el empeño en someter al país a intereses ajenos. Milei, en este recorrido, no es una anomalía sino su consecuencia lógica extrema, un personaje grotesco que representa el fracaso histórico de una clase dirigente incapaz de estar a la altura de la potencia de una Nación que desprecian pero que pretenden dominar. La obscena impunidad que los envuelve los ha vuelto elementales. Y si no los detenemos, no es joda, nos hará bullying el Mago sin dientes.
Lo cierto es que los vencedores de Malvinas y los responsables del golpe del 76 están nuevamente en el poder, tal vez nunca se fueron, encarnados en figuras como Javier Milei, que rinde culto a los íconos más nefastos del colonialismo británico, como Margaret Thatcher.
La tragedia de la Argentina es que aquellos que entregaron la Nación y nos impusieron la dictadura económica, no sólo no fueron derrotados, sino que siguen gobernando y dominando los resortes de poder. Esto no está del todo esclarecido en las pancartas del 24 de marzo.
Hoy, el mismo modelo que se impuso con las botas en 1976 se presenta con la estética del mercado, el individualismo y la libertad. Y, aunque muchos en nuestras filas ahora les digan Fascistas, en realidad son los liberales con la conducta cruel, antinacional y mezquina de siempre. Este gobierno no es más que el regreso de la oligarquía en su versión más burda y agresiva. Ya no necesitan intermediarios, ya no precisan generales que hagan el trabajo sucio ni tanques en las calles, ¿para qué?, si es más efectivo y barato dividir como posibilidad al alcance de la mano, ante la evidencia del bajísimo nivel de anticuerpos del peronismo. Ahora han logrado que el pueblo vote por su propia miseria, que los trabajadores defiendan a sus explotadores y que los argentinos aplaudan la venta de su propio país. Y esto mismo nos ofrece la dimensión justa del avance de la colonización pedagógica de la posguerra y del repliegue identitario del peronismo en el marco de este Estado democrático.
La Argentina está llegando a su última encrucijada: o se organiza para recuperar su destino, o se convierte en un territorio vacío, sin Nación, sin pueblo y sin futuro, en apenas un lugar.
Estamos en la era de la muerte de las categorías políticas. Desde el retorno de la democracia, el dilema ha sido planteado falsamente entre “democracia o dictadura”, cuando en realidad, la verdadera disyuntiva es entre soberanía o dependencia. El falso dilema y la incomprensión nos ha llevado a consignas vacías como “El amor vence al odio”, o “La Patria es el otro”, desorientando el planteo de la lucha para las nuevas generaciones de militantes trazado en un plano horizontal entre derechas e izquierdas; mientras que en la consigna “Patria sí, colonia no”, por caso, se encierra todo el drama histórico nacional, que sigue inconmovible, verticalizando la pugna entre lo nacional y lo antinacional, pueblo, anti pueblo, como es y debe ser.
En cuanto a la dirigencia política, el problema no es solo lo que pasó, sino lo que sigue pasando. Porque lo que está roto y fragmentado no es solo el espacio político, sino la propia conciencia de lo ocurrido. No hay un diagnóstico unificado sobre por qué se perdió, ni sobre lo que se hizo mal en todo este tiempo, ni sobre lo que se debe hacer para recuperar el rumbo, nadie se asume como parte del problema pero todos quieren ser parte de la solución. Sin conducción, la oposición no será más que una fuerza testimonial, atrapada en la nostalgia de lo que pudo ser y en la impotencia de lo que no supo construir. Y en política, la nostalgia no suma, la impotencia no convoca y la indefinición solo allana el camino a quienes sí tienen un proyecto claro, aunque sea para destruirlo todo.
No permitamos enterrar a Perón como los radicales enterraron a Yrigoyen. No permitamos que Menem sea definitivamente nuestro Alvear. A diferencia del radicalismo, el peronismo aún conserva —dada la potencia y la vigencia del legado del General de la Patria, Juan Domingo Perón— la capacidad de representar al pueblo, pero atraviesa una crisis de identidad profunda. Mientras el oficialismo impone un discurso claro, aunque violento y regresivo, la oposición peronista sigue dispersa, sin conducción ni narrativa que convoque. No se trata solo de reorganizar estructuras, sino de recuperar una idea-fuerza que le devuelva sentido y dirección. El peronismo puede resignarse a ser un administrador dócil del orden vigente o reconstruirse como una fuerza soberana con un programa nacional de liberación nacional, volviendo a Perón. La buena noticia es que ese trabajo depende de nosotros.
El tiempo de la indefinición se acabó.
*Gustavo Matías Terzaga es Presidente de la Comisión de Desarrollo Cultural e Histórico ARTURO JAURETCHE de la Ciudad de Río Cuarto, Cba.
Ha muerto Alfredo Carlino. La noticia me llega como una trompada, una trompada esperada y para la que uno tensó los abdominales. Pero la trompada me dobla igual, me quita el resuello.
Ha muerto Alfredo Carlino. Busco a Alfredo Gobbi, el Violín Sentimental del Tango, un nombre, una orquesta y una época a la que Carlino estaba irremediablemente atado. Y escuchando Racing Club me pongo a pensar en Carlino, en el petizo Carlino, en el duende de la noche peronista, en ese gnomo encantado de pueblo argentino, de Perón, de Evita, de 17 de Octubre, de Gatica, de los mitos de la Resistencia, de los caños, del Retorno.
-¡Pero, querido!, me vuelve a sonar en el oído mudo de la memoria la voz carraspienta de Alfredo, con su disnea y su inolvidable, excepcional, única, imbatible e insuperable energía de vivir, de pelear, de discutir, de imponerse sobre el olvido gorila, sobre los fusilamientos, sobre los crímenes de la oligarquía. ¡Querido!, me vuelve a gritar en el oído mudo, son todos gorilas, eso es lo que pasa, ¡querido!
Alfredo fue lo más parecido a un antiguo skald vikingo que pudo haber dado nuestra epopeya argentina. Cantaba con voz gruesa y metáforas transparentes a las sagas populares, a los héroes anónimos de la mersa, a las victorias de su tribu y lloraba por las derrotas, por los muertos en combate, por la desmemoria y el silencio.
El viejo boxeador, el vendedor de libros de psicología, el enamorado de todas las psicólogas -lacanianas o no- de Buenos Aires, fue uno de los últimos argentinos vivos que podía dar testimonio personal de esa tarde única, con el solcito de octubre, en la Plaza de Mayo.
-¡Yo estuve en la Plaza, querido!, decía Alfredo y setenta años de historia pasaban por su relato alborotado, a pura fuerza de un corazon que empujó torrentes de sangre, cataratas de alegría, agitadas tropillas de palabras exaltadas, apasionadas, calientes y turbias, como las multitudes que habitaban su memoria.
-¡Yo lo conocí, querido!, decía Alfredo cuando surgía el nombre de algún viejo peronista, de algún antiguo dirigente gremial, para elogiarlo o para putearlo. Y de nuevo aparecían los años de la lucha resistente, de la proscripción, de fugaces reuniones en olvidados cafés, de encuentros murmurados, sin nombres propios, en sindicatos o en casas de familia convertidas en unidad básica.
Alfredo Carlino fue nuestro poeta, lo quisimos y lo admiramos como nuestro poeta, el hombre destinado por los dioses a contar la saga de nuestra realización como pueblo y como nación. Ocupaba con honor y dignidad ese lugar y sabía que su tarea era para que nada de esto, nada de nuestra epopeya cayese en el olvido.
La ceguera social de Jorge Luis Borges le impidió conocer al gran skald del siglo XX que gestó nuestra ciudad de Buenos Aires, tan ajena, a veces. Este enorme hijo de Buenos Aires, este porteño empedernido, heredero directo de José Hernández, llenó con su palabra, con su irresistible empuje, con su humanidad desbordante, los momentos de gloria y de dolor de la militancia peronista. Su poesía será para siempre el testimonio de varias generaciones argentinas que dedicaron su vida, su inteligencia y su voluntad a la construcción de un país independiente, justo y soberano. Y se las aguantó hasta el día siguiente de que todos saliéramos a la calle a gritarle a estos cajetillas que este pueblo no se olvida de quienes son y lo que hicieron.
Nuestro bardo se ha ido. Todos los atorrantes, todos los trasnochados y todos los madrugadores, todos los insomnes, las putas y las fabriqueras, las muchachas del servicio doméstico, los obreros de la UOM y de la curtiembre, los cartoneros y recicladores, los monotributistas a la fuerza y los pibes que la pucherean como pueden, todos nosotros, en suma, vamos a brindar por vos Alfredo, esta noche.
Que la tristeza no empañe el honor y la alegría de haberte tenido con nosotros, de haber oído tu voz inolvidable, y repetir como si estuvieras delante y haciéndote un poco de burla:
-¡Querido!
Buenos Aires, 25 de marzo de 2018
A 7 años del fallecimiento del Compañero Alfredo Carlino, poeta, exboxeador, periodista, docente y militante peronista.
Muchos lectores recordarán la aventura del Clavileño (capítulos XL y XLI de la segunda parte del Quijote). Pero aun siendo célebre, es notable que haya pasado un poco desapercibida la situación muy compleja que en ella el autor, por cierto Miguel de Cervantes Saavedra, ha creado, sin haberla explicitado. Cuando digo desapercibida, aclaro, estoy seguro de que a lo largo de los siglos cientos de miles de lectores, quizás millones, la han comprendido, pero al parecer no forma parte, tal complejidad, del conocimiento común, expresamente compartido, sobre la obra. ¿Nadie puso en blanco y negro esa complejidad?
En este, como en muchos otros pasajes del Quijote, Cervantes se incorpora al contingente de los autores esotéricos, en el sentido de Leo Strauss, puesto que el texto discurre en dos niveles, el de lo dicho y el de lo que se da a entender a través de lo que se dice, o sea que también se dice porque el texto lo transmite implícitamente y para quien lo pueda captar.
Esta aventura en sí es sencilla. Un duque y su señora duquesa (a quienes Cervantes jamás menciona por su nombre ni ducado), muy ricos, poderosos y al parecer bastante liberales, toman a Quijote y Sancho bajo su amparo y magnífica hospitalidad y les dispensan el tratamiento señorial del que un caballero andante y su escudero son merecedores. La gracia del episodio, si recuerda el lector, es que los duques le siguen la corriente al Quijote, hacen como si tomaran en serio, sin cortapisas, lo que dice y hace. Aparentan creerle absolutamente como a un auténtico caballero andante autor de las más variadas hazañas tanto posibles como imposibles, con enemigos naturales y sobrenaturales, víctimas, él y su amada Dulcinea, de crueles maleficios y encantamientos. En otras palabras, los duques se meten de cabeza en el mundo de don Quijote, sin dejar de saber que lo están haciendo. No hay ningún propósito de escarnio en esto (aunque en un punto estos nobles, como veremos, sucumben a alguna tentación), es una burla que por supuesto Quijote no percibe como tal, y sumamente gratificante para él (no tanto por el excelente pasar de esos días sino por la consideración que le estiman los duques). Aquí se presenta ya una cierta disonancia, porque en conversaciones entre Sancho y la duquesa – que lo adopta casi se diría con especial predilección, fascinada con su refranería y sus ocurrencias simplonas (“no pudo la duquesa… dejar de admirarse en oír las razones y refranes de Sancho”) – el escudero, cuyo afecto por Quijote y su lealtad para con él están fuera de toda sospecha, deja entrever sus dudas por el equilibrio mental de su señor. Pese a que duque y duquesa cultivan el extravío de don Quijote (tienen “por cosa cierta y más que averiguada” todo su desvarío), Sancho trasluce, frente al entusiasmo ducal, un acatado escepticismo. Pero este escepticismo, que la duquesa no puede dejar de percibir, en la práctica es doblegado por ella. Al menos es lo que la duquesa estima una vez alcanzado el grado de cooperación suficiente de Sancho para que se pueda continuar la farsesca pero plácida relación establecida entre los cuatro. Para continuar con ella, un escepticismo sistemático y activo de Sancho habría sido importuno. Sancho muestra sus dudas de siempre, la duquesa le expresa firmemente su certeza sobre las aventuras y desventuras de don Quijote, el propio Sancho reconoce que son auténticas, y, en su necedad (veremos), se deja convencer (ya veremos), y se muestra prestativo («quiero creer… lo que mi amo cuenta…”). El juego se prefigura, pero aún no ha comenzado. Se suceden breves aventuras, más y más estrafalarias, nacidas de la fértil imaginación de los duques, que no alteran sustancialmente la índole lúdica esbozada ni su continuidad diaria. Aunque una de ellas estuvo al borde de quebrar el equilibrio y vale la pena que nos detengamos sobre la misma un instante. Aparece (teatral y logísticamente pergeñado por los duques, por supuesto) el célebre Merlín encabezando un imponente cortejo. El mago explica que para desencantar a Dulcinea es indispensable que Sancho se dé por su propia voluntad un número sideral de azotes (3300). El rechazo de Sancho es de inicio tajante, aunque tras muchas y elocuentes negativas termina consintiendo – bien que fijando sus propias condiciones, que tornan la azotaina prácticamente simbólica (entre otras, no asume plazo alguno). Sin embargo el episodio es muy sugestivo, porque Sancho no pone en duda ni por un instante la veracidad de los hechos (la presencia de Merlín y su séquito). Podría haberse inclinado hacia el lado de su escepticismo, para negarse al sacrificio necesario para desencantar a Dulcinea (¿azotes, por una farsa?), pero no lo hace, no. Asume la veracidad de todo, la cordura del Quijote, el encantamiento de Dulcinea, la presencia de Merlin y hasta la de Dulcinea encantada. En última instancia, lo que hace que Sancho deponga su actitud no es sino la presión del duque (o te comprometes o te dejaré sin el gobierno de la ínsula que te he prometido, palabra más palabra menos, le dice a Sancho con todo respeto).
Patear el tablero está para el escudero fuera de lo que se puede concebir. Sancho, el muy necio (según don Quijote, que a nadie quiere más en el mundo después de Dulcinea) acepta y negocia. Y dado que los que exigen la auto flagelación de Sancho, consienten también que esta se convierta en mero trámite, lo único que cuenta al cabo es la humillación de Sancho, tenido por todos por un buen tonto y, para la duquesa, un bufón.
En este estado de cosas llegamos al episodio, más complejo, del Clavileño. En pocas palabras, un numeroso grupo de dueñas (amas de casa con control de criados) se ha presentado a rogar al caballero don Quijote, único capaz de romper el maléfico encantamiento que afecta a todas ellas: el crecimiento indetenible de hirsutas barbas viriles. Para ello, Quijote deberá viajar esa misma noche, por el aire, recorriendo 3227 leguas (sic), para liberar a una tal princesa Magalona, exigencia de un tal encantador Malambruno. Pero debe hacerlo indefectiblemente acompañado por su escudero. Para tal proeza, los valientes, que aceptan, tras el desconcierto inicial y no sin reticencias (diferentes en intensidad las de Quijote y las de Sancho), deberán montar en Clavileño, un mágico caballo volador de madera. Sancho, que como a los azotes, primero se ha negado, acaba sometido a la misma presión moral (sin él su amo no romperá el encanto de la princesa) y a un descarado cohecho por parte del duque (si quieres tu ínsula…). Con los ojos tapados por indicación de las dueñas, Quijote y Sancho se montan en Clavileño, que ultraveloz, de paso «llano y reposado», en pocos minutos hará el camino. Cumplirá Quijote entonces su confuso cometido (con su sola presencia), Malambruno disolverá el encantamiento y nuestros héroes regresarán (habrán recorrido más de 30.000 kilómetros). Ya en tierra, Clavileño estalla y ellos terminan en el suelo, algo maltrechos y bastante chamuscados. El lector más distraído sabe que Quijote y Sancho no se movieron del lugar y que los duques se valieron de diversos artefactos y un batallón de calificados sirvientes para producir ruido, olores, humo, calor, movimiento, explosiones, necesarios para convencer a caballero y escudero de que la aventura ha sido real.
Y aquí llegamos al nudo del relato. Porque, con la mayor naturalidad, muy segura de sí misma, mientras don Quijote paladea su nuevo triunfo conversando con el duque, la duquesa pregunta a Sancho que cómo le ha ido en ese largo viaje. Lo hace esperando, cae de su peso, una respuesta risible y refranera, fiel a la necedad levemente ocurrente de Sancho. Pero no ocurre nada de eso.
Sin vacilaciones – ya sabe el lector que Sancho no demora nunca jamás en dar sus respuestas – relata el escudero que había pedido licencia a su amo para descubrir sus ojos, sin obtenerla. Pero, así y todo había apartado el pañuelo cuanto pudo y, mirando «hacia la tierra, parecióme que toda ella no era mayor que un grano de mostaza, y los hombres que andaban sobre ella poco mayores que avellanas; porque se vea cuan alto debíamos de ir entonces».
Evidentemente no era ésta la respuesta esperada por la duquesa, que se desconcierta («Sancho amigo, mirad lo que decís»). Sancho o miente o es aún más delirante que el Quijote. Y como lo último debe ser descartado, miente. Descaradamente. Descaradamente no porque mienta a sabiendas (no se miente de otro modo) sino porque sabe que la duquesa, que ha sido insobornable testigo de la inmovilidad de Clavileño, sabe que está mintiendo. Y por su parte sabe, la duquesa, que Sancho sabe que ella sabe que él es consciente de su tácita complicidad (tan es así que la duquesa se escapa por la tangente de la incongruencia de imagen, casi cómica: pero Sancho, “¿cómo te confundes, al ver hombres mayores que avellanas andando todos sobre un grano de mostaza?”). Esta perfecta oposición de espejos con imágenes infinitas se ha producido inaugurando un juego cuyas reglas elementales, aunque los participantes no sean conscientes de ellas, no pueden romper y cumplen perfectamente. Claro que es cierto que Sancho ha observado a hurtadillas… y no puede decir la verdad, pero quiere transmitir la información de que la sabe y encuentra el modo de transmitirla: a través de la mentira.
No puede decir la verdad porque si lo hiciera derribaría el dorado y cómodo castillo de naipes en que los duques, siguiéndole el hilo de la chifladura a don Quijote, los han colocado a ambos. Y claro que la duquesa sabe que Sancho miente descaradamente, precisamente ese ha sido su propósito, transmitir una verdad tácita a través de una mentira explícita, pero no puede tampoco ella decir la verdad porque eso acabaría con el exquisito divertimento de ambos duques a costillas de sus huéspedes, comenzando por el hecho de tener que admitir una conducta no demasiado honrosa, la burla constante que toma a un loco y un tonto, sus huéspedes, por víctimas. Por no hablar del menoscabo que acarrea haber sido pescada in fraganti por quien se supone es un necio.
Sancho se burla, pues. La burladora ha salido burlada. Se ha establecido entre ellos un hilo del que es imposible hablar, que consiste en que ambos son jugadores de un juego imprevisto (y del que no sabemos si son conscientes, pero lo juegan bien). Es así porque Sancho no ha dejado pasar la oportunidad: Ya ves, no soy tan tonto como parezco – es esa la verdad transmitida a través de la mentira. Y Sé que no eres tonto, pero puedo y quiero seguir tratándote como tal – esa es la verdad transmitida del mismo modo, por la duquesa.
En la aventura del Clavileño se crea una situación bastante compleja: todos saben, y todos saben que todos saben. Es un juego de engaño en el que nadie es engañado pero una regla inquebrantable es que no se puede hacer explícito este conocimiento. Si algún jugador dijera la verdad se pasaría a otro juego. Sucede en las mejores familias, dirá el lector. Probablemente, pero la diferencia es que se ha entrado en el juego, mediante palabras manifiestamente mentirosas, para revelar la verdad. Sancho miente a la duquesa perfectamente al corriente de que ella lo advierte en el mismo instante y de que, como es inteligente, no podrá acusarlo de estar mintiendo. O sea Sancho miente (vi la tierra desde las alturas, etc.) y transmite la verdad sin decirla (sé que nos engañas, crees que nos engañas, no me engañas) todo uno con su mentira. Esto no sucede en las mejores familias, salvo excepcionalmente. Y aunque sucediera, el núcleo de la cuestión, esto es, que se pueden transmitir verdades a través de mentiras en ciertas circunstancias, y que en esos casos se crea un juego en el que todos saben que todos saben, y a nadie le conviene romper con la regla de no hacer explícita la verdad por todos sabida, ese núcleo no se alteraría.
Ese es el núcleo de la cuestión. Pero el núcleo del núcleo de la cuestión es que este juego puede establecerse si a ningún jugador le conviene hacer explícita la verdad. Digamos que esto supone algunas cosas, como que alguno de los actores potenciales (es decir, que tiene algo para él valioso en el juego) lo es precisamente por ser vulnerable debido a haber mentido/estar mintiendo y por subestimar la capacidad de otro de los actores potenciales para meterlo en aprietos. El subestimado puede ser el primero que haga saber la verdad mintiendo, y de ese modo cree el juego. Sabe que gracias a crear el juego puede ganar (reputación, capacidad de acción, etc.).
Creo que puede ser interesante pensar la política – ¿la política contemporánea o la política a secas? – en términos del juego del Clavileño y su ruptura. Esto no equivale en absoluto a que este juego sea el único de la política. Ese reduccionismo despojaría de todo valor a cualquier esfuerzo analítico volcado a desentrañar lo que el diálogo entre la duquesa y Sancho a todas luces encierra para el autor del romance y para cualquier lector atento. La política da lugar a otros juegos, que no intentaré discutir aquí.
Comenzando porque en algún momento, el juego del Clavileño puede ser roto; mejor dicho puede pasarse a otro. El primero es un complejo juego de hipocresías, establecido a través de distintos niveles de fingimiento. En la mano del Clavileño cervantino: finjo no saber (Sancho abre el juego: finge no saber que no hubo vuelo alguno); finjo creer en tu mentira (la duquesa finge creer que Sancho no sabe, y huye por la tangente de las avellanas); finjo no advertir que sabes que yo sé que no hubo vuelo alguno (Sancho finge creer que la duquesa ha sido engañada por su relato); finjo asumir que eres tonto (la duquesa finge creer que Sancho ha sido engañado en toda la línea); finjo no saber que sabes que yo sé que sabes que me hago el tonto (Sancho finge no darse cuenta que la duquesa no ha sido engañada ni con su relato ni con su supuesta necedad).
El juego cervantino del Clavileño no se cierra – la aventura abierta en los capítulos XL y XLI no tiene la ruptura del juego por desenlace – y será eterno por los siglos de los siglos. Obviamente no podría haber sido de otro modo. Así, no podemos contar con el genio de Cervantes para pensar los juegos que podrían abrirse tras su ruptura. Pero, la eternidad de las letras cervantinas nos evoca la política, en una de sus dimensiones, aun cuando esté lejos de ser la única o la más relevante. Se trata más que nada de las interacciones personales (individuales o colectivas) que dan forma a la trama en constante movimiento (no siempre estéril) del poder, la coerción, el consentimiento, la cooperación, el conflicto. En esta dimensión de la política, el juego del Clavileño es mucho más viejo que el Quijote, connatural como es de la política.
Es un modo eficiente, aunque costoso, de cooperar, porque lo que no se puede decir no se dice y a través de las hipocresías se transmite información confiable y necesaria. Establece un equilibrio en el que los participantes obtienen beneficios de distinta índole. Ciertas variables contextuales (independientes del juego) pueden cambiar y esto puede impedir a los participantes seguir jugando. En el caso cervantino que nos inspira hay un personaje que viene de perlas para ilustrar esta posibilidad: un “grave eclesiástico” (Cervantes no le hace el honor de nombrarlo) que indignado por el comportamiento extraviado de Quijote y Sancho y la frivolidad cortesana de los duques, decide retirarse (“me escusaré de reprehender lo que no puedo remediar”). De haber decidido permanecer y dar batalla los costos que habría impuesto a los jugadores superarían los beneficios.
En suma, el juego del Clavileño establece un equilibrio, pero este no es estable. Tarde o temprano se rompe, porque la extracción de los beneficios que proporciona a los participantes erosiona las propias bases del juego. Su sucesor no es ya, como diría Groucho Marx, el negocio de la mentira, sino el negocio de la verdad. El juego del Clavileño se rompe por deserción de uno y luego varios de los jugadores, que resuelven que no están ya ganando (lo que sea, bienestar, poder, dinero, rectitud moral, reputación, etc.), o que están perdiendo, con ese juego, y que pueden ganar saliendo de él, sobre todo si se anticipan a otros. La hipocresía es sustituida entonces por el cinismo.
El cinismo es algo difícil de definir – tanto es así que es improbable que si el lector recurriera a nuestra gloriosa RAE quedara satisfecho con lo que encontrara. No importa, siempre y cuando se me acepte un esfuerzo ad hoc para emplear aquí el término. Distinguiré así, en primer lugar, el cinismo de los antiguos del cinismo de los modernos. El primero es el de los filósofos cínicos (post socráticos, siglo IV a. C., parresiastas), que no estaban ni ahí con las convenciones y le decían a la ciudad verdades (pongamos) incómodas, cosas que precisamente por ser verdaderas o porque así eran consideradas, eran muy mortificantes y la ciudad no quería escuchar. No sé si complica o aclara el argumento, pero podría agregar que estos filósofos hinchapelotas no eran precisamente populistas, no eran demagogos, no se caracterizaban por saber ganarse el aprecio de la ciudad (con un poco de cinismo insistiré, volviendo a Groucho, que su negocio era el de la verdad, no el de la mentira). Entre tanto, al cinismo de los modernos me autorizo a clasificarlo en dos corrientes. La primera es: sé cuales son mis valores, y trato de vivir y hacer en arreglo a los mismos, pero también sé que no debo tomármelos absolutamente al pie de la letra en todo tiempo y lugar, porque en ese caso vivir y hacer sería imposible. Este es, quizás, un cinismo pragmático: si los valores se abrazan de un modo absoluto, se destruyen. Y la segunda es: sí, sé cuáles deberían ser mis valores, están bien, pero el mundo no es para ellos, definitivamente no se puede ni vivir ni hacer en arreglo a los mismos. Los valores pasan a ser escrúpulos, lastres que arrojar por la borda, o recordarlos delante de una copa de ginebra.
Sin duda, la política más convencional, normal, en las democracias representativas de Occidente, no está dominada por el negocio cínico de la verdad, sino por el negocio hipócrita de la mentira, una de cuyas variantes es el juego del Clavileño. Esto puede quedar más claro con algunos ejemplos: uno es el imperio del corto plazo. Todos saben que todos saben, todos se benefician en el corto plazo postergando la atención de los problemas que tenemos en común, continuamente, para un incierto largo plazo. Lo que significa, cosa que también es poco dicha pero por nadie ignorada, que estamos obteniendo los beneficios del juego y pasándole los costos a las próximas generaciones. En casi todos los estados nacionales, estas verdades muy pocos la dicen, y aunque a veces estos pocos sean bien considerados según sus reputaciones, y hasta premiados, nadie se toma en serio qué dicen; en la práctica nadie los escucha. De hecho, las organizaciones internacionales, que son una de las pocas cajas de resonancia más o menos amplias de temas tales como el medio ambiente, los derechos humanos, y otros, han sido crecientemente desprestigiadas y ellas mismas no han podido evitar quedar sometidas al juego de los intereses inmediatistas más feroz de gobiernos y estados (después de todo, ese es su diseño) y han perdido reputación.
Pero, ¿qué pasaría si una de las partes con voz que no pueda dejar de ser escuchada, comenzara a hablar? En ese caso el juego del Clavileño se rompería. Pero por lo general el juego se rompe para el lado malo. Del negocio de la mentira se pasa al negocio de la verdad, que tal vez sea peor. Una mezcla de cinismo de los antiguos y moderno negacionismo cínico.
Trato de dar alguna precisión a mi argumentos. Empiezo seleccionando algunos problemas:
* no vivimos en un capitalismo de mercado en tensión con lo público casi en ningún lado, sino en un capitalismo cuyo principal producto es la desigualdad social y de poder y en el que la hiper especulación ha sustituido a la innovación tecnológica (por muy poderosa que esta sea) en la vanguardia. Para este proceso social hay un peligro muy grande de irreversibilidad. Su emblema probablemente sea la escisión de la (condición de) humanidad, con el surgimiento de seres post humanos. El coupling entre inteligencia artificial y super riqueza ya está bastante avanzado y produciendo efectos. Y no faltan intelectuales y publicistas que normalizan todo esto. Cuando sea demasiado tarde, será demasiado tarde.
* no vivimos en un mundo humano reconciliado con la naturaleza y el medio ambiente. Desde luego, eso fue, es y será siempre demasiado pedir. No me escandalizo porque algunas especies desaparezcan, porque el Mediterráneo esté sucio, ni siquiera por la reducción de la Amazonia (alarmante pero aún a tiempo de ser detenida). Pero el “todavía usamos carbón” ha sido ya reemplazado por el “hemos vuelto a usar carbón” y esta sí es una regresión terrorífica. Más que políticas ambientales tenemos una sola política de ruptura ambiental, la del empleo a full de fuentes energéticas que marchan derecho viejo al calentamiento global. Y a colapsar la ecuación entre performance económica y equilibrio ambiental (la desigualdad social en sí, por definición, es hiper consumista; podía no serlo en el siglo XIX, pero no en el XXI, y desde hace tiempo). Aquí tampoco faltan los normalizadores cuyo argumento es, básicamente: ya pasamos el punto en que todavía tenía sentido pensar en el costo y el sacrificio colectivo necesario para evitar los dos grados centígrados. La palabra de orden debe ser, ahora “adaptación”. ¿No será una luz verde para que sigan ganando, para el mundo de los negocios, de los trabajadores, de los estados? ¿No? Ah, bueno, mejor.
* el gasto armamentista ha sido un ejemplo del juego hipócrita pero no es fácil de abordar en pocas líneas. Unas novedades son, sin embargo, el regreso cínico de la retórica armamentista (todos necesitamos más armas y eso está muy bien) y, sobre todo, la banalización de las armas nucleares, que rápidamente están alcanzando un lugar legitimado para las guerras convencionales, como armas nucleares tácticas. Claro, todo el mundo conoce, ha visto fotografías, del reloj del Armagedón. Pero nadie lo mira.
* somos un mundo presentista, venimos siéndolo desde hace mucho tiempo, y eso está en la condición humana y en los incentivos que la vida ofrece a la vida. Carpe diem. Pero la intensidad del presentismo a mi juicio debería ser moderada mucho, a compás de cambios que han madurado o están madurando al galope, como el envejecimiento poblacional, la gran transformación tecnológica, etc. Uno de los pilares de la vieja sabiduría conservadora (no reaccionaria) es que las generaciones en vida no tienen el derecho de apagar para las generaciones futuras el legado que han recibido. Y tienen el deber más general de contribuir a crear las condiciones por las que las nuevas generaciones (aquellas que conocemos y las que los que estamos vivos hoy no conoceremos) puedan vivir una vida siquiera algo mejor que la nuestra en el meridiano entre el pasado y el futuro. Y otro es que hay que propiciar procesos de cambio lentos y graduales, selectivos, de ensayo y error, asignando por principio y hasta que se demuestre lo contrario un valor positivo a lo que ha sido y todavía es. El facilismo presentista nos empuja irresponsablemente a lo contrario.
* vivimos, desde hace años ya, un claro y potente reflujo de las oleadas de democratización representativa desde la última conocida de ellas, inaugurada por la caída del muro de Berlín. Era esto tan patente hace algunos años, que costaba entender el silencio generalizado al respecto. En la actualidad, el patrón de deterioro del régimen democrático dominante, en el que los avances autocráticos crecen desde adentro y progresan encarnados en presidentes que se creen y/o son super poderosos, ese patrón, digo, es demasiado evidente y proyecta sus temibles sombras de tornarse perdurable más allá de la vida limitada de estos protagonistas. Y se hace aún más llamativo debido a que sociedades/culturas políticas tan disímiles como Estados Unidos, y Rusia, Hungría y Argentina, Turquía y la India, por ejemplo, tienen al frente líderes de rasgos autocráticos comunes muy marcados.
Las élites políticas de casi todos los países occidentales han estado durante décadas bien dispuestas al juego del Clavileño, adquirieron para ello cierta maestría y quizás, como en Italia pentapartidaria, se convencieron – equivocadamente – de que este podía ser el único y definitivo juego en la ciudad (otro ejemplo podría proporcionarlo Brasil, en donde por más de un siglo – desde la Abolición, Ley Áurea de 1888 – se naturalizó y se administró políticamente un racismo de imposible verbalización pero no por eso menos real o menos reconocido por todos). Simplificando mucho las cosas, dieron, esas élites, respuestas mentirosas a una contraparte – los electorados – que entendía demasiado bien aquello que, sobre cada uno de los cinco temas que acabo de mencionar, y por supuesto sobre otros, prefería no escuchar. De esta manera, tanto las élites políticas como la opinión pública obtenían beneficios inmediatos y disponían la incubación de una acumulación de costos a futuro. A futuro incierto, es decir, con desentendimiento sobre qué generaciones habrían de pagar la cuenta. Pero creo que es innegable que, en términos generales, todos tenían un conocimiento de la verdad: que esos procesos no estaban yendo bien, que postergar hacerse cargo de ellos era muy cómodo, pero que tarde o temprano, si no se hacía nada, nos iban a golpear la puerta, o se la golpearían a nuestros nietos. Pero las élites políticas y la opinión pública no estaban solas. Estaban también presentes los cínicos de corte antiguo: irritaban con sus verdades que nadie quería escuchar, y hacían un poco el ridículo (un muy respetable ejemplo: Al Gore). Confieso haber estado lejos de la política convencional pero también de los cínicos antiguos. Siempre fui un aspirante a cumplidor de mi deber cívico de defender la política y la democracia.
Pero las cosas empeoraron. Quizás antes de lo previsto. Esto creó oportunidades tangibles a otros cínicos, los peores.
El cinismo moderno ha aparecido en su variante negacionista, no pragmática. El negacionismo cínico hace plataforma en pseudo verdades – como poner el acento en la crisis de representación para desfigurar completamente la política, los políticos, los partidos políticos y sobre todo las instituciones. O apoyarse en un probable ciclo natural de calentamiento planetario para impugnar irracionalmente toda necesidad de respuesta frente al peligro se colapso ambiental. Presenta esas seudo verdades como verdades de a puño, y con el mayor énfasis, y puede hacerlo porque porta en sí tan pocos valores como mucha voluntad de poder.
Y su argumento es simple y poderoso porque constituye una sola respuesta para todos los problemas por diferentes que sean: absolutamente más mercado y nada de estado, y “con ustedes” (se trate de los otros políticos, se trate de aquellos que quiero que me voten) ningún orden es posible como no sea el que yo establezco de arriba abajo (dolarización, liquidación del BC, dominio personal de las instituciones, etc.). Paradójicamente, cuando más se necesita de lo público (una de cuyas dimensiones, sólo una, es estatal) y de lo político, más las sociedades execran de lo público y lo político y creen poder depositar su confianza en unas instituciones imposibles, un mercado, una moneda, sin estado y sin política, y unos presidentes constituidos en dueños de la Presidencia. Así, libertad de mercado es entendida no en un sentido clásico o neoclásico sino en uno que pervierte ambas palabras, porque “el mercado no tiene fallas” salvo cuando se mete con él el estado, y la extraordinaria concentración de riqueza de las últimas décadas no merece objeción alguna, como tampoco lo merece la colusión rampante entre gobernantes de estilo autocrático y las cúspides de esa concentración económica. Lo peor es que estas tonterías se están encarnando en los políticos, que peroran sobre ellas, luego de sentirse reconfortados con esparcir sus verdades sobre la corrupción, la ineficiencia estatal, la decadencia del proteccionismo, la rapacidad de los propios políticos, etc. El cinismo negacionista no se pregunta por la crisis de la política y de la representación, simplemente califica al Congreso de “nido de ratas” (y literalmente intenta detonarlo, como en Washinton y en Brasília), y no discute con un opositor sus argumentos, simplemente lo descalifica con un me en frega. Dudo mucho que estos protagonistas se sientan dueños de un verdad de índole religiosa; de lo que se sienten dueños es de la capacidad de convicción y la voluntad de poder para imponer los dogmas que sean necesarios – no han vuelto las religiones políticas, sino algo quizás peor. El negacionismo cínico no tiene ningún empacho por exhibir una sorprendente roña interior, precisamente porque cree, y no sin cierta razón, que una parte de la opinión pública aprecia ese comportamiento cínico. Como han sido los casos del criptogate en Estados Unidos y Argentina, o de arrasar valores elementales (con la coartada de la incorrección política), con infames ataques a los homosexuales, los inmigrantes, etc. Este tipo de cinismo niega la política, niega las instituciones, niega el cambio climático, niega toda necesidad de argumentar posiciones, tolerar al otro, construir un espacio público. En suma, el cinismo negacionista es expresivo. Y cree que el cultivo y la afirmación de su base popular radica precisamente en serlo. Puede afirmar, sin vergüenza, que el suyo “es el mejor gobierno de la historia”. Y muchos están quizás dispuestos a admitirlo, en base a la expresividad de sus líderes, porque en esa expresividad son ellos mismos los expresados. El mejor gobierno es así el que insulta y desprecia a sus por ahora más fieles votantes y moviliza su indignación con quienes les han mentido durante tanto tiempo mientras ellos se dejaban mentir.
En Argentina, en los 90, no podíamos muchos sino asombrarnos al descubrir la destreza de hacer política con la anti política. Pero ahora, y por ahora, las cosas cosas han cambiado. La necedad de la anti política se ha entronizado y no es imposible que acabe destruyendo la política. No tengo mucho que agregar que el lector no intuya o no sepa: la destrucción de la política le abre paso a la fuerza desnuda (aunque, lamentablemente, no del todo desprovista de consentimiento), cuyo reinado puede tener lugar bajo distintas formas, desde la amenaza verbal reiterada hasta la autocracia en modo régimen.
No tengo una solución para eso. Sólo una disposición a luchar contra eso. Quizás Sancho pueda recuperar su astucia sin necesidad de montar el Clavileño, aunque precise emplear de cuando en cuando el lenguaje esotérico.
*Sociólogo y ensayista, fundador del Club Político Argentino.
En el artículo anterior he tratado de resumir los desatinos, defraudaciones a la confianza popular, hipocresía, falta de coraje y de auténtica identidad ideológica, además de soberbia y sectarismo, que los gobiernos democráticos han exhibido en estos 40 años y explican el hartazgo de las grandes mayorías populares con los partidos políticos, sus dirigentes y hasta la política en sí misma, lo más grave, ya que todo lo demás es más sencillo de revertir.
Sin embargo, todo ello ha tenido gravísimas consecuencias en la comunidad nacional, un profundo deterioro en los niveles de calidad de vida, en la educación, la salud, la seguridad, el derecho a acceder a la vivienda, en la confianza que tenían nuestros padres en que sus hijos iban a vivir mejor que ellos y sus nietos mejor que sus padres, la idea del ascenso social, de la llamada “movilidad social ascendente”. Hoy casi nadie cree que estudiar y trabajar pueden asegurar una mejora en los niveles de vida propia y de nuestra descendencia, eso es terrible porque entran en descomposición valores, identidades, pertenencias, sentido comunitario etc, no es casual que el poder económico-mediático hayan ido consolidando en los jóvenes y no tan jóvenes un individualismo, un egoísmo social, un sentido de “primero yo y los demás que se jodan” que ahora todos lamentan.
En 1982 se reconocía un porcentaje de pobreza del 22% en el Gran Buenos Aires, vamos a tomarlo, más allá de la poca confianza que nos merecen los índices de la dictadura genocida, ya que no había nadie que se atreviera a dar a conocer índices propio, con ese porcentaje se reinicia la vida democrática y el primer presidente (Alfonsín) finaliza su mandato con el 38%, el segundo presidente (Menem) logra, al principio de la convertibilidad reducirla al 22%, pero finaliza su segundo gobierno con el 44% (según el Cedlas de la Universidad nacional de La Plata) o el 30% (según el Ceped de la UBA).
En este siglo, luego de la crisis del 2001 que la llevó al 66%, vemos que se reduce el índice y festejamos que Cristina Fernández de Kirchner asumía con “sólo” el 37%, aquí ya empezamos a tener además de los estudios de las universidades nacionales, los datos del INDEC, en 2011 la presidenta es reelecta y ahí se habla de un 28%, sin embargo, el organismo oficial, fuertemente cuestionado por sus estudios de inflación y de pobreza, deja de publicar datos entre 2013 y 2016.
En 2016 Macri asume con un índice (según la UNLP) del 30%, llevándolo en 2019 al 35,5% (según el Indec). Finalmente, según las universidades, el Indec y la UCA (A través de su Observatorio Social) 37,3 % a un 40,6% según las fuentes, pandemia de por medio en 2021, 40,7% en 2023 y 52,9% en el primer trimestre de 2024 (60% en chicos) con casi un 17% de indigencia.
Más allá de culpas recíprocas, cuestionamiento a los índices cuando suben y su celebración cuando bajan, la hipocresía de negar estos análisis cuando son gobierno y cuando son oposición difundirlos fervorosamente, de tal manera que quiénes eran manipuladores, falseadores de datos, o militantes del desánimo, se trastocan, cuando me conviene, en fieles, certeros y honestos reveladores del drama nacional, lo cierto es que la democracia recuperada ha agravado severamente los peores índices de la dictadura en este terreno.
Si hablamos de hábitat en la ciudad más rica del país, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el gobierno reconocía 14 asentamientos o villas miseria en 2011 y hoy se habla de 50, en provincia de Buenos Aires había 385 en 2001 y en 2017, la gobernadora María Eugenia Vidal reconocía 1134, con unas 6467 para todo el país, y hablamos de las reconocidas.
Según el último censo los datos anteriores se confirman si tomamos en cuenta que:
Un 56% de los argentinos carece de desagües, vereda o pavimento.
Un 54% carece de servicio de gas domiciliario.
Un 38% carece de cloacas.
Entre un 15 y un 30% según la zona, carece de agua de red.
En 2018 un 33% carece de acceso al sistema de salud.
Si usted quiere tomar conciencia de lo que esto significa SAQUE ESOS PORCENTAJES EN 47 MILLONES DE HABITANTES, en el tema de salud, por ejemplo eso quiere decir que 15 millones de argentinos no tenía en ese año obra social, ni prepaga, ni hospital público que lo atienda como Dios manda, si tomamos en cuenta la cantidad de argentinos que han perdido su prepaga (por no poder pagarla), su obra social (por despido o cierre de la empresa, considerando que se han perdido más de 200.000 puestos de trabajo en 2024) son números escalofriantes.
Pero estamos mucho peor de lo que usted piensa, preguntados vecinos de distintos barrios si consideran seguro el ámbito en que juegan y se mueven sus hijos un 77% dijo que no, un 54% que hay presencia de drogas en el mismo y el 48% vive en zonas con alta contaminación ambiental (Estos datos surgen del Observatorio Social de la UCA), son reconocidos por el 73,4% de los habitantes del Gran Buenos Aires, un 76,3% del Gran Tucumán, mientras que varían alrededor de un 15% para CABA y Ciudad de Mendoza.
Este desastre social se agrava si incluimos que un 20% de los argentinos vive en condiciones de hacinamiento, si leyó bien más de 9 millones.
Argentina afronta además un serio déficit en la creación de empleo, si en lo que va de este gobierno y en el cuatrienio 2016-2019 se destruyeron empleos, es necesario reconocer que desde 2011 la economía no crece, la incidencia de las manufacturas industriales en el PBI cae o permanece estancada, y cuando aumenta el PBI es por la incidencia de actividades extractivas (pesca, minería o productos agropecuarios) que no son generadores de empleo registrado (el campo es históricamente el gran generador de trabajo no registrado).
Por si esto fuera poco, en los últimos 9 años ha caído fuertemente el poder adquisitivo del salario, ya sea por efectos de la inflación o por el disciplinamiento de la caída en la oferta de empleo, sin embargo una gran parte de los economistas y analistas, pero también de la dirigencia política cuando hablan de “pobreza” se refieren a los trabajadores informales o desocupados, ignorando o fingiendo ignorar que una parte importante de los trabajadores argentinos registrados se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.
Ante este drama de proporciones aterradoras el peronismo gobernante parecería que modificó la frase “Donde hay necesidad, existe un derecho”, por “Donde hay una necesidad, creamos un programa u organismo”, pareciendo creer que los problemas hay que debatirlos, aunque no se resuelvan, más aún si eso sirve para dar empleo a militantes de las agrupaciones de turno, pero eso merece un artículo aparte
Los derechos de segunda generación.-
Durante los gobiernos de Cristina Kirchner y de Alberto Fernández se instaló fuertemente el impulso a los así llamados derechos, que expresaban básicamente las agendas feministas y de las diversidades sexuales. Quiero aclarar, antes de ser “cancelado”, que quién esto escribe militaba en 1983 en el FIP y levantaba para las elecciones la idea de la municipalización de las tareas domésticas y la sindicalización de las amas de casa así como su derecho a la jubilación, en base a considerar que el trabajo de la mujer en el hogar es una actividad socialmente necesaria, (tanto así que cuando una mujer sale a trabajar y esas tareas las hace el llamado “servicio doméstico” se paga por ello), pero que se ocultaba ese carácter.
Asimismo siempre apoyé la despenalización del aborto, ya que esa mujer que debe vivir la tragedia de tener que hacerlo además podía ir a la cárcel, reclamando que el estado debía amparar y proteger de todas las formas posibles el que la mujer pudiera llevar adelante su embarazo, tener y criar a sus hijos.
Se afrontaba un verdadero problema político, social y económico, las mujeres pobres eran las que al no poder sostener a sus hijos iban al aborto en las peores condiciones psicológicas, médicas y de riesgo, mientras que los sectores medios y altos conseguían pagar a quiénes lo hacían y más allá del dolor de la situación no ponían en riesgo sus vidas.
A fines de la década pasada comenzó a llegar a nuestro país la agenda feminista impulsada desde los países centrales y sostenida por algunas fundaciones, caracterizada por una virulencia y agresividad que uno podía justificar en los años de victimización por el machismo de la sociedad patriarcal, sin embargo se la desvinculaba de la agenda de los demás derechos.
Respecto de los colectivos LGBTQ o como se los llama “las diversidades”, si hablamos de derechos de “segunda” generación, reconocemos que hay otros de primera, serían el derecho a un techo, a trabajo digno, al descanso, a las vacaciones, a una educación de calidad para los hijos, a poder pensar en un futuro, a una vejez sin sobresaltos o angustia, a servicios públicos de calidad para todos, vivan donde vivan, a la seguridad frente al delito, todo eso no es utopía, es lo que el pueblo argentino logró con el peronismo entre 1943 y 1955, y aún con dificultades hasta 1976. Nada de eso está asegurado hoy al 80% de nuestro pueblo, ya lo hemos descripto, nos preguntamos ¿Es posible convocar a luchar por los derechos de segunda generación cuando se han perdido los de primera, para el grueso del pueblo argentino?, ¿No será que solamente el avance popular en el camino de la recuperación de los derechos básicos es dónde se van a dirimir, conjuntamente y al mismo tiempo, los derechos de ciertos grupos particulares de nuestra sociedad? En democracia se debe atender prioritariamente las necesidades y reclamos de las grandes mayorías sin perder de vista, por supuesto, a los colectivos particulares.
Pero además se instaló entre nosotros un nivel de violencia y de agresión, mediante las llamadas “cancelaciones” que llegó hasta la locura de eliminar los viejos programas de Olmedo “por cosificar a la mujer” y el humor “machista”, claro esto es un chiste ante similares pretensiones en otros lugares del mundo como sacar del Museo del Prado obras que se consideraban “machistas” o el Otelo de Shakespeare por “promover la violencia de género”, hasta una facultad de la UBA estableció como oficial el llamado “lenguaje inclusivo”.
¿Era necesario en las marchas feministas defecar en la puerta de la Catedral metropolitana, o exhibir imágenes como esta?
Aprendí hace años aquello de “Conducir no es mandar, conducir es persuadir”, es decir nada más y nada menos que desarrollar el arte de la política, dialogar, debatir, argumentar y escuchar estar dispuesto a hacer concesiones en aras de la concordia y eso es la Democracia, en un país donde en una encuesta de un área del Conicet de septiembre de 2021 revelaba que el 62,9% de los argentinos se reconocían como cristianos, solo el 27,3 aprobaba el aborto por la simple decisión de la mujer mientras el 51,8 lo hacía solamente en ciertos casos, en los barrios populares el apoyo era minoritario lo mismo que en grueso de las provincias, ¿bastaba el apoyo movilizado e intenso de sectores de clase media en algunas grandes ciudades para llevar adelante un proyecto, sin admitir cambios, a riesgo de provocar una fractura más?
Si bien era cierto que numéricamente los opositores aparecían minoritarios, lo cierto es que las grandes mayorías permanecían en silencio, pero cuando además sectores de las agrupaciones promotoras de la ley lanzaron una convocatoria a la “apostasía” en un país donde la encuesta citada mostraba que un 44% de la población aprobaba que hubiera una materia donde se estudiaran las religiones, se promoviera la “separación del Estado y la iglesia” algo que en Argentina hiciera Julio Argentino Roca hace más de un siglo y finalizara con cuestionar que los médicos se negaran a practicar abortos por cuestiones de conciencia, estableciendo que había conciencias buenas y conciencias malas, olvidando el juramento de Hipócrates que realizan. ¿Podía ignorarse que se generaba resentimientos? Todo esto en medio de insultos, agravios, descalificaciones etc. Ahora se deja trascender la posibilidad de derogar la ley y la sociedad, en general no se conmueve, cuánto daño innecesario, ¿no?.
He elegido deliberadamente el tema del aborto porque creo que de todos los “derechos de segunda generación” es el que razonablemente resulta mas indiscutible, nadie en su sano juicio puede aprobar su penalización, negar que se pueda hacer en hospitales, que los médicos que están dispuestos a practicarlo lo hagan en las máximas condiciones de seguridad, que las mujeres tengan el apoyo psicológico imprescindible, pero siempre y cuando el Estado asegure la misma protección y amparo a las que quieran llevar el embarazo adelante, demagógicamente se aprobó junto con la ley IVE la llamada de los 1000 días para acompañar a la futura madre con empleo, atención médica y alimentaria, capacitación para su empleabilidad posterior, es letra muerta, no se hizo nada, típico de un gobierno (que se autodenominaba peronista) que se dedicó solo a quedar bien con Dios y con el diablo, a decir que sí a todo el mundo.
Nadie advirtió que comenzaba a instalarse una reacción peligrosamente violenta, muchos jóvenes no se atrevían a buscar un acercamiento con las chicas por miedo a ser rechazado, agraviado o hasta denunciado o golpeado, si alguno cree que exagero que hable con los pibes de las escuelas secundarias, cualquier gesto podía ser tachado de “violencia machista”, en la Universidad de Quilmes fueron a dar charlas sobre igualdad de género, se incorporó el tema del fenómeno “trans”, el lenguaje y la actitud fue tan autoritaria que se formaron corrillos de empleados furiosos con lo acontecido, ¿alguien analizó cuanto influyó todo esto en el voto a Milei de los jóvenes de menos de 30 años?, Perez Reverte en una nota reciente decía que el crecimiento de cierta ultraderecha en España y el retroceso de los partidos de izquierda comenzó cuando estos últimos abandonaron las necesidades y reclamos de la clase trabajadoras para abrazar el relato Woke.
Pero no satisfechos con esto, se alimentó, además, el “indigenismo”, la idea de los estados plurinacionales, sí, la idea de dividir aún más una Sudamérica balcanizada, hombres y mujeres de clase media, porteños, que de las provincias solo conocían los lugares turísticos comenzaron a usar la whipala o a poner a sus hijos nombres araucanos, reclamar la destrucción de todos los monumentos de Roca por “genocida de los pueblos originarios” ignorando que por ejemplo la llamada “Nación Mapuche” tiene su sede en Brístol, Gran Bretaña, los demiurgos de la división de América.
Llamativamente no se formó ningún grupo que reclamara, por caso, que ninguna calle llevara el nombre de Bartolomé Mitre, que ninguna plaza tuviera su estatua, él sí fue el responsable de dos verdaderos genocidios, el del pueblo paraguayo en la vergonzosa guerra de la Triple Alianza, el de los gauchos de las montoneras provinciales con fuerzas comandadas por oficiales uruguayos y que para que se pudiera federalizar Buenos Aires obligó a que murieran más de 3000 hombres en la batalla librada frente al Ejército Nacional.
Alguien debería explicarles que en la denominada “Campaña al Desierto” prácticamente no hubo batallas, que dos regimientos estaban integrados por indios tehuelches y otros que habían sido desplazados y masacrados durante años por los araucanos y que habían muerto más indios en la campaña de Rosas o en la guerra de los fortines de Alsina que en la Campaña al desierto.
Lo más lamentable fue que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner a través de sus funcionarios en lugar de encarrilar todas estas cuestiones y resolverlas con información adecuada, diálogo y escucha, la búsqueda de puntos medios razonables, que es al fin de cuentas el alma de la democracia, se dedicaron a tomar partido públicamente.
Seguramente miles de trabajadores informales, pequeños comerciantes y empresarios, arrasados por la pandemia, sin trabajo o fundidos por la crisis sanitaria cuando el presidente lanzó una cadena nacional en julio de 2021, supuso que era para anunciar medidas, aunque sean paliativos, NO… era para entregar 3 DNI donde cuando dice “sexo”, había una X en lugar de los tradicionales “hombre” o Mujer”, un “DNI no binario”, como reconocimiento a las nuevas identidades, mejor me callo, chamigo, mejor me callo, cantaba Teresa Parodi.
¿Cuántas veces hemos escuchado esta pregunta en los últimos meses?, siempre acompañada de decepción, incredulidad y buscando alguna voz que permita comprender el drama que vive la Argentina.
Hay razones, más allá de disponer de un apoyo inédito de los medios de comunicación, que se dividen entre los que lisa y llanamente ocultan todas las barbaridades políticas y económicas del gobierno y las consecuencias sociales y económicas de las mismas y los medios más “progresistas” cuestionan sus excesos verbales, insultos y amenazas a artistas y/o periodistas, pero suelen culminar sus columnas con “Aunque hay que reconocer que la inflación baja”, “Hay que reconocer que mantiene un amplio apoyo de la gente”, etc. Como es habitual cuestionan los “abusos” pero no los “usos “del Gobierno.
Cuenta además con un apoyo firme del llamado “Círculo rojo” empresario que sueña con que al fin se cumpla su sueño dorado de liquidar la legislación laboral, se flexibilice al máximo la contratación y expulsión de trabajadores, les reduzcan al mínimo los impuestos, puedan sacar libremente del país sus utilidades y maximizar ganancias, tengamos en cuenta que la mayor parte de estos empresarios no tienen sus domicilios aquí sino en paraísos fiscales. La vieja “clase industrial” que tenía sus empresas en Argentina, vivía en Argentina con su familia, y sus domicilios legales también estaban aquí, ha quedado reducida a su mínima expresión.
Un sector de la economía informal que viven en barrios cerrados, que por lo general figuran en los catastros como “terrenos baldíos”, no pagan ningún servicio ni impuesto inmobiliario, mueven ganancias en moneda extranjera fuera del circuito legal, viajan por el mundo, también apoyan decididamente a un gobierno que dice que son “héroes” y que les va a “sacar el pie del Estado de encima”, en esos sectores, contando familiares, asistentes, abogados, contadores y sus familias, testaferros, etc. tenemos unos 4 o 5 millones de compatriotas, un 10% de la población.
También cuenta con el respaldo de los organismos internacionales, el FMI que hizo todo lo que estaba a su alcance para destruir al candidato de UxP, especialmente a partir de su victoria en la primera vuelta de las elecciones generales y ha tolerado todos los desajustes que en cabeza de otro gobierno habrían escandalizado a la “comunidad internacional”:
1) Se miente con los índices inflacionarios, ya que no se toma en cuenta el brutal salto de fines del 2023, cuando los empresarios pusieron los precios en sintonía con la devaluación que iba a venir, si ganaba Massa, durante octubre y noviembre y luego en diciembre volvieron a aumentar ante la brutal devaluación implementada por el gobierno de Milei. Pero además se han dejado de lado las modificaciones en el sistema de cálculo acordado con el FMI en 2017 y se usa la canasta de 2004, en ese momento la incidencia de los aumentos de los servicios públicos como agua, luz, gas, transporte, los alquileres o la salud y educación , no influían ya que estaban congelados, hoy en día están liberados pero al tener la misma ponderación de hace veinte años no reflejan la real carestía de la vida, pensemos que en CABA y el AMBA cuando se incorporan esos rubros en su justa incidencia nos da una inflación para enero-diciembre de 2024 de 239,91% (CES yAC.org.ar) contra 118% calculada por el INDEC para toda la Argentina, ¿miente el INDEC?, no, simplemente se aplican ponderaciones inadecuadas o desactualizadas.
2) Se tolera el mantenimiento del cepo pese a las promesas reiteradas acerca de su eliminación
3) Se tolera un nivel de emisión monetaria para el 2024 superior al 2023.
4) Caída en las reservas brutas a 28.361 millones de dólares, cuando las deudas con importadores, bonos y utilidades empresarias cuadruplica esa suma, déficit de cuenta corriente del Banco Central y, según un informe del JPMorgan, haber destinado 21.000 millones de las reservas a intervenir en el mercado financiero para mantener anclado el dólar.
5) Pese a todos los reclamos por los efectos del ajuste en salarios, jubilaciones, caída de la actividad económica y aumento de la pobreza, no reclamar ningún cambio en la política del gobierno.
¿Qué pasa con la oposición?
Hay que ser muy ingenuos para ignorar que en la primera vuelta de las elecciones generales del 2023, cuando muchos gobernadores ponían en juego sus cargos, los legisladores provinciales e intendencias y muchos intendentes que hacían lo propio con sus puestos y sus legislaturas, UxP obtuvo un 37% ( un 44% más que en las PASO) de los votos, quedando a tres puntos de ganar en primera vuelta y luego aquellos se desentendieron del resultado del “ballotage” y Milei ganó por escándalo en provincias donde había perdido pocas semanas antes, cuando apenas había sacado un 7% más que en las PASO.
No faltó un sector del peronismo que apostó por militar los candidatos de su agrupación en intendencias y concejalías o cargos provinciales y “brillaron por su ausencia” en la elección de noviembre, claro no habían podido imponer sus candidatos y entonces “cuanto peor mejor, total los que iban a pagar las consecuencias de su extravío no eran ellos, precisamente, ni tampoco los “alquimistas electorales” que convencidos que Milei podría restarle votos a Bullrich, le pusieron candidatos en concejalías, fiscales para ”cuidarle los votos” e incluso dinero para la campaña.
Suma ahora el de fuerzas políticas externas como los gobiernos de la llamada “nueva derecha” europea, los clásicos referentes de las oligarquías latinoamericanas (Bolsonaro, Kast, Lacalle, Uribe y la oposición venezolana).
No voy a detenerme en detallar los esfuerzos que desarrollaron todos los funcionarios del Gobierno de Alberto Fernández, TODOS, para hacer el peor gobierno de la democracia junto a De La Rúa y Macri, porque algunos pícaros pretenden ahora decir “no fue nuestro gobierno” cuando manejaron las cajas más importantes del Estado como PAMI, ANSES, Energía, Aerolíneas, ministerios y secretarias y no renunciaron, pese a las “profundas diferencias”, que no solo estuvieron en sus cargos hasta el último día sino que muchos se hicieron los distraídos “mientras no les pidieran las renuncias” y otros continúan aún en el Estado. Los artículos detallando todo esto están en las redes y a ellos me remito.
También podemos hablar del profundo hartazgo ante más de una década de estancamiento, que comenzó en 2011 pero que en el período 2016-2024 suma características demoledoras, aumento de la pobreza y precarización laboral, defraudación de expectativas y promesas electorales, todo ello cuando el peronismo o kirchnerismo gobernó o fue principal oposición entre 2011 y 2025, además del comportamiento en las elecciones últimas ya descripto, ¿puede pensarse que la población iba a confiar en esa dirigencia política?
Todo ello explica que el 23% de la población no haya ido a votar en las elecciones, cuya asistencia fue la más baja desde el 2007 y que un 35 a 37% mantenga su apoyo al gobierno actual cuando pregunta, si el gobierno cae, ¿vuelven los que gobernaron antes?
Pero si todo ello fuera insuficiente, UxP dispone de las bancadas mayoritarias en diputados y el senado, más allá de los números que obtiene el gobierno sumando los votos de la bancada de Cambiemos, explicado esto por el gorilismo reaccionario de la mayor parte del PRO y el radicalismo, y la venalidad, corrupción y desvergüenza de ambas en conjunto. que exhiben un nivel de pudrición similar al que mostraron sus antepasados en la Década Infame.
Sin embargo, salvo contadas y honrosas excepciones, los representantes de la oposición mantienen un perfil tan bajo, un silencio tan estruendoso, ante los latrocinios del gobierno y sus aliados, que la gente repite “son todos iguales”, no se trata, simplemente, de votar o hablar en el recinto, deberían vivir haciendo conferencias de prensa denunciando la verdadera inflación, el vaciamiento de las reservas, el monstruoso endeudamiento (Un 25% en un solo año de aumento, más de 90 mil millones de dólares y un 100% en pesos), como el ajuste se hizo sobre salarios, jubilaciones y obra pública, la vergonzosa política exterior, especialmente en la cuestión Malvinas y el alineamiento absoluto con EE.UU e Israel que nos aísla de nuestros principales socios comerciales, saliendo a sindicatos, universidades, locales barriales, municipios a explicar todo esto, en lugar de decir “La gente se informa por las plataformas”, que otro remedio le queda!
Durante el primer semestre de 2024 la CGT y los movimientos sociales realizaron marchas y presentaciones judiciales contra el DNU 70/23 y la llamada Ley Bases, se sumaron a las marchas por el 8 de marzo “Día Internacional de la mujer trabajadora” y el 24 de marzo por Memoria, Verdad y Justicia, a los reclamos del sector universitario y el último 1 de febrero a la marcha de los organismos de derechos humanos y los colectivos agredidos salvajemente por Milei en su discurso de Davos. ¿Dónde estuvo la dirigencia política “opositora”?
Es que el sector que ocupó mayoritariamente los cargos electivos entre 2004 y 2025 se niega rotundamente a hacer una autocrítica, a abrir un debate, a asumir su responsabilidad en las estrategias electorales, la elección de candidatos, la negativa a las internas y las consecuentes derrotas (6 de las últimas 8 elecciones), a abandonar su soberbia y sectarismo y convocar a todos los sectores y fundamentalmente a reconocer de cara al pueblo su fracaso en reinstalar la soberanía política, la independencia económica y la justicia social en los 15 años que gobernó, si hasta para elegir autoridades partidarias se recurrió a un cuestionamiento formal de los avales de una lista opositora para eludir el voto de los afiliados.
A su vez los sectores que se fueron desgranando ante lo expuesto anteriormente, se muestran incapaces de superar su resignación, y se muestran más proclives a ser furgón de cola o socios minoritarios de las experiencias políticas neoconservadoras que gobernaron los demás años de este siglo que a tratar de construir una alternativa superadora que nos saque del pantano.